Camino de los Peregrinos: de las tragedias a posibles soluciones

Los siniestros viales no siempre tienen que ver con la imprudencia al volante. Muchas veces es por la incorrecta utilización de los dispositivos de tránsito. El análisis de un ingeniero civil.

En la ciudad de Olavarría, uno de los puntos geográficos donde más se han repetido accidentes de tránsito, muchos que han terminado en tragedia, es la zona del Camino de los Peregrinos. Los delimitadores de altura que allí se encuentran constituyen un lugar que hasta ahora sólo ha dado malas noticias.

Los intentos para reducir la velocidad de los conductores, con la implementación de los lomas de burro o reductores, han sido en vano. La rotura de estos dispositivos, ya sea por desgaste o por la sustracción de las piezas, hacen que su función sea ineficiente.

Puntualmente el que se encuentra en el Camino de los Peregrinos, está roto. Esto hace que muchos autos pasen por el medio de la calzada, saliendose de su carril para luego volver a ingresar, con muy poco margen de distancia, al delimitador de altura. Dependiendo de la velocidad a la que circule el vehículo, la maniobra suele ser muy arriesgada.

El ingeniero civil Marcos Pascua, en diálogo con Verte, analizó la situación y planteó algunas posibles soluciones. "El delimitador de altura, que se encuentra en el Camino de los Peregrinos, representa un peligro por sí mismo, peligro que se amplifica cuando las medidas que se toman para solucionar el problema de los siniestros no son efectivas o no se mantienen en forma adecuada. Vamos por parte. El ser humano comete errores, por eso las carreteras deben estar diseñadas de manera tal que se minimicen las consecuencias de ese error y eso es justamente lo contrario a lo que sucede cuando se colocan tres muros en el camino. Al mínimo error, la consecuencia es impactar en movimiento contra un frontón". aseguró Pascua.

Y continuó "Los caminos deben estar libres de interferencias, pero si es necesario que se coloque algún dispositivo de control de tránsito, debe pasar lo más desapercibido posible. Para que el usuario circule más lento en esa zona es que se colocó un reductor de velocidad, el cual ya sea por desgaste o por sustracción de las piezas, invita a que el o la automovilista con el afán de esquivarlo, se mueva al centro del camino quedando en una posición desfavorable a la hora de llegar al delimitador. A todo esto, debemos tener en cuenta que, en Argentina, las velocidades no se respetan y para eso es necesario contar con Educación Vial".

"En definitiva, velocidades elevadas, maniobras peligrosas y tres muros son el combo letal que produce los siniestros que ocurren cada año en el Camino de los Peregrinos. La primera alternativa es modificar el delimitador de altura por un arco metálico, de manera que si el automóvil se desvía de la calzada tenga posibilidades de recuperar el trayecto original, o en el peor de los casos, terminar frenando en pleno campo. Esa es la solución más a largo plazo probablemente, mientras tanto es necesario repensar ese sector del camino" continuó Pascua.

"Una posibilidad es la de provocar un estrechamiento del carril en los metros previos a la llegada al delimitador, precedido por bandas sonoras que son esas “líneas” que se ubican en el pavimento y provocan un golpeteo en el vehículo con el objetivo de alertar de que se está llegando a una intersección peligrosa. Reducir el ancho de calzada genera en la o el conductor la percepción de que puede impactar sino reduce la velocidad y las bandas sonoras ayudan en este sentido, además de que llaman la atención de quien conduce. Otra alternativa es un área elevada, que es un reductor de velocidad trapezoidal de material (no se compone de piezas que pueden ser sustraídas), de una altura de 10 cm con una pendiente de 1:10 y un ancho mínimo de 4 metros, de esta manera la transición es más gradual que la clásica meseta o el más utilizado de los reductores de velocidad, siendo una obra de mayor efectividad que las anteriores" concluyó el ingeniero Civil Marcos Pascua.