04-09-2024
Aunque el escándalo desatado por la presencia de los gallos de riña todavía es materia de investigación, los empleados volvieron a trabajar tras los 60 días de suspensión, pero en otras dependencias.
Los 7 trabajadores municipales suspendidos en abril por su presunta relación con las irregularidades detectadas en el Bioparque “La Máxima” fueron reubicados en otras dependencias de la administración comunal. Así fue confirmado por fuentes oficiales.
Si bien todavía no finalizó el proceso de sumario administrativo interno dispuesto por el Ejecutivo, los empleados Abelardo Walter Navarro, José Maria Calderón, Adalberto Aquilano, Pablo Alejandro Martínez Cajal, Pablo Ivan Leal y Carlos Alberto Arena y Claudio Ariel Losurdo se reintegraron a sus funciones a mediados del mes de junio.
Como se recordará, en abril de este año, el Bioparque Municipal “La Máxima” quedó bajo la lupa luego que las autoridades de la nueva gestión advirtieran una serie de irregularidades.
De acuerdo a lo referido por la Dirección del espacio de preservación de fauna, estos hechos se relacionarían con “tráfico y/o de poder y comercio de animales exóticos, utilización de vehículos oficiales para fines personales, abuso, maltrato laboral y amenazas e incumplimiento de tareas asignadas, como así también incumplimiento del horario laboral y extravío de fauna alojada en el Bioparque”.
Si bien la olla se destapó el 12 de abril pasado, tras la realización de un operativo conjunto de distintas áreas municipales y la Policía, que derivó en el inicio de una causa judicial que se tramita en la UFI 10, la publicación del Boletín oficial correspondiente al mes de abril permite acceder a más detalles que no habían sido públicos en aquel momento.
Las irregularidades fueron advertidas los primeros días de enero, y en función de ello se fueron adoptando una serie de pasos “para lograr reunir elementos con el objeto de abordar la situación con la debida prudencia teniendo en cuenta que se trataría de hechos ocurridos desde larga data”.
Por este motivo se dispuso el refuerzo de la seguridad del Bioparque durante la noche, con “el objeto de velar por el patrimonio que allí se conserva”, se señala en los considerandos del decreto 1060 publicado esta semana.
También se agrega que “los empleados del lugar no se habían animado a denunciar atento las amenazas recibidas de parte de otros trabajadores del Bioparque”.
El decreto firmado en abril por Wesner dispuso, entonces, la suspensión por 60 días de los 7 empleados que se presume tendrían relación directa con las irregularidades, entre ellas, la aparición de gallos de riña dispuestos en una especie de jaula. Si bien el proceso sumarial no se da por concluido, los trabajadores fueron convocados a presentarse tras esos dos meses, pero en otras dependencias municipales.