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Información General El club Loma Negra inauguró el Museo de la Vida Social

12-11-2025

El club Loma Negra inauguró el Museo de la Vida Social

Ubicado en la sala de máquinas del cine, recopila fotos, documentos y objetos que cuentan la historia de la institución desde sus orígenes.


Un rompecabezas que se fue armando y quedó plasmado en un pasillo con historia. El Club Loma Negra inauguró días atrás su Museo de la Vida Social, emplazado en la sala donde décadas atrás se proyectaban las películas que disfrutaba toda la Villa.


El acto de apertura se realizó el viernes por la tarde -en vísperas del 122º aniversario de la localidad que se conmemoró el 9 de noviembre- y contó con la participación de miembros de la comisión directiva, socios, deportistas y vecinos.


También hubo caras conocidas, como la del ex coordinador del Club de Niños y ex preparador físico de primera división, Ricardo “Pirata” Vigo; uno de los ex operadores de las máquinas del cine, Alberto Sánchez, y quien fuera concesionario del cine, Eusebio Galván.


Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del presidente de la entidad celeste, Walter Bahl, quien contó cómo se gestó la idea de dar forma a un museo de la vida social como complemento del museo deportivo que ya existe desde el 2022. Todo surgió una tarde en la que integrantes de la comisión directiva revisaban y ordenaban el archivo del club.


“Este proyecto, que hoy se materializa en este espacio de memoria, se gestó en el susurro del tiempo. El primer indicio fue el hallazgo de una carta, escrita en los brumosos años 30, donde, entre líneas desvanecidas, descubrimos que en nuestros cimientos existió un Club de Planeadores. Una hermandad de soñadores que, por un tiempo, surcaron el aire y luego, silenciosamente, se disolvieron en la historia” expresó Bahl.


Cartas, diarios, fotos y medallas halladas en cajas permitieron además redescubrir que, varios años atrás en el tiempo, se practicaron en “el celeste” disciplinas como el boxeo y que hubo una subcomisión de fiestas y una subcomisión de doma.


Para la inauguración del Museo de la Vida Social y la cena show realizada al día siguiente se volvieron a poner en funcionamiento una máquina de cine y los parlantes del salón que brindan un sonido envolvente. También se recuperaron aquellos documentos que se habían dañado por el paso del tiempo y la humedad.


En los próximos días se elaborará un cronograma con días y horarios para visitar el museo.



Los orígenes y el Club de Planeadores


Tras el hallazgo de la carta que daba cuenta de la existencia de un Club de Planeadores en los años 30, fue la hija de uno de sus fundadores la que ayudó a reconstruir la profundidad de este legado olvidado.


Úrsula Schultz encabezó el corte de cintas junto a Walter Bahl el viernes. Su padre Leopoldo fue uno de los jóvenes que en 1928 llegó en un barco desde Alemania al puerto de Buenos Aires en busca de un futuro próspero.


Al bajar del barco lo esperaban de una empresa cordobesa ya que necesitaban un técnico para instalar una usina. Así empezó su camino hasta que llegó a través de la empresa A.E.G. a instalar los equipos y tableros en la usina para dar ampliación lumínica y eléctrica a la fábrica Loma Negra.


Realizó con tanto esmero su trabajo que al terminar el contrato el ingeniero Becker le pidió que no se vaya, que necesitan una persona como él. Lo convenció. Mágicamente, esos 3 meses de trabajo se convirtieron en 30 años al frente del taller eléctrico.


Por entonces en la Villa sus calles nomencladas tenían el nombre de las provincias Argentinas, era entonces la “pequeña Argentina, conteniendo a la pequeña Europa”. Porque algunos dicen 15, 18, hasta 20 etnias diferentes vivían en la pequeña Argentina.


Alemanes, austríacos, alemanes del Volga, griegos, búlgaros, rusos, tucumanos, sirio libaneses, yugoslavos, triestinos, húngaros, polacos, rumanos, checoslovacos, franceses, ingleses, italianos, portugueses, españoles… Estos tres últimos eran los grupos numerarios.


Al llegar el año 1929, un grupo de personas de distintos sectores de la fábrica, sobre todo de la parte de la administración y entre los cuales estaba Leopoldo, se reunieron con el propósito de crear una institución que no sea solo de carácter deportivo, sino también social.


Discutieron, intercambiaron ideas, lugares, propuestas respecto de los objetivos y finalmente se pusieron de acuerdo y colocaron la piedra fundacional, en un espacio que era la nada misma. Se necesitaba un espacio que diera la posibilidad de cumplimentar con las ideas enormes que tenían respecto de un Club que tuviera y brindara muchísimas actividades deportivas y sociales.


De la mano de la Empresa Loma Negra, sino sería imposible, este proyecto inicial fue creciendo con los años hasta convertirse en lo que es hoy el Club Social y Deportivo Loma Negra.


Además de fundar el club y ser parte de la primera Comisión Directiva, Leopoldo formó el Club de Planeadores: diseñó un planeador que se volvió realidad en el taller de carpintería de la fábrica, a manos del carpintero italiano Alessio.


Con los recuerdos que guardaba en su memoria y con apenas dos fotos que conservaba como tesoros preciados, Úrsula revivió un pedazo de la historia del Club Loma Negra de la que quizás nadie más tenía registro.

 

Fotos: Dante Lartirigoyen y Museo de la Vida Social Loma Negra.

 

 

 


 

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