05-03-2020
En el último tiempo, las grandes empresas tecnológicas estuvieron en el ojo de la tormenta por presuntas violaciones a la privacidad de los usuarios.
Una persona está charlando con un amigo sobre su rutina de entrenamiento y los ejercicios que realiza en el gimnasio. Mientras habla, decide hacer un rápido recorrido por las redes sociales para ver lo que está pasando en el mundo digital y asegurarse de que no se esté perdiendo de nada.
Entre fotos vacacionales y algún que otro meme, aparece en el feed de Instagram algo que le llama la atención: un anuncio de las últimas zapatillas de su marca favorita, que se venden a precio promocional.
No le da importancia a esa publicidad y sigue con sus ejercicios. Toma de nuevo su teléfono y busca algo en Internet: sorpresivamente, en los espacios publicitarios de todas las páginas aparecen todo tipo de promociones de indumentaria deportiva. Suena como una escena conocida, ¿verdad?
Si bien se trata de un ejemplo, el interrogante se repite con frecuencia: ¿Google escucha las conversaciones de cada uno? La respuesta es no, salvo excepciones, como cuando alguien decide hablarle al asistente virtual del teléfono (Google Assistant).
En el último tiempo, las grandes empresas tecnológicas estuvieron en el ojo de la tormenta por presuntas violaciones a la privacidad de los usuarios. No es casual, teniendo en cuenta el volumen de datos que manejan.
Como si fuera poco, el escándalo Cambridge Analytica en las elecciones presidenciales de EE.UU. dejó entrever cómo estas compañías pueden aprovechar su posición de privilegio para hacer negocios lucrativos.
Recientemente Google y Amazon confirmaron que efectivamente tienen empleados dedicados a "escuchar" lo que dicen sus usuarios, aduciendo que el objetivo central es perfeccionar la comprensión del "lenguaje natural" de las personas y así poder ofrecer respuestas mucho más orgánicas.
Desde Google indicaron que sus expertos reciben las consultas, que solo se activan al decir "OK Google", en forma de datos. Las transcriben y analizan si la respuesta dada fue eficiente o no.
Añaden que para esta multinacional, sus innovaciones tienen como finalidad ser cada vez más útiles y fáciles de utilizar. "Por eso invertimos gran cantidad de recursos para mejorar nuestra tecnología del habla, que es aquella que permite relacionarnos con la tecnología de manera rápida a través de nuestra voz", completa.
"Es importante aclarar que no utilizamos información privada o que no haya sido previamente autorizada por el usuario. Como en cada producto de Google, las personas tienen el control y pueden elegir qué datos compartir y cuáles no", completan.
Muchos críticos de la industria denuncian que las charlas de los usuarios son escuchadas para vender publicidad dirigida. Si bien ningún estudio confirmó que las bigtech incurran en estas micrograbaciones, sí se han detectado casos en los que apps de terceros lo han hecho.
Hoy, con las regulaciones impuestas por varios gobiernos en materia de seguridad, las grandes firmas han tomado recaudos en la recolección de datos. Sin embargo, el uso que hacen de ellos sigue siendo materia de discusión.
Fuente: IPro Up