29-04-2020

Araceli Saavedra, 15 años después de la gran estafa

Fue ama y señora en el barrio Luján hasta el 2005, cuando la detuvieron. Cumplió casi tres años en prisión y se radicó en Azul. Hoy promociona en redes una feria de ropa y zapatos en su casa.

El tiempo pasa inexorablemente, como los hechos y las propias noticias. Pero de pronto un recuerdo siempre nos devuelve un momento en el que algo sucedió, bueno o malo, como también lo hace un archivo periodístico.

Esto ocurrió en los últimos días. Una publicación que circuló desde Azul por las redes sociales se encargó de mencionar -no amablemente- a una mujer que está en el recuerdo de muchísimas personas en Olavarría: Araceli Saavedra.

Saavedra, para quienes no lo saben o acaso olvidaron la historia, fue la dueña de la famosa "financierita del barrio Luján", que funcionó en Berutti al 2900. Es la autora de la estafa múltiple más recordada en la ciudad.

Durante 2005 la mujer acumuló una fortuna -que luego desapareció- prometiendo intereses impagables. Hasta que ese mismo año la justicia derrumbó la empresa que supo construir y centenares de inversores mantener. Fue hallada culpable por 301 estafas cometidas de “modo continuo” y recibió un castigo de 4 años de prisión. La alojaron en la cárcel de mujeres de Azul.

Araceli accedió al beneficio de la libertad condicional en junio de 2008 al cumplir los dos tercios (casi tres años) de la condena. Se radicó en Azul y pocas veces más volvió a Olavarría.

Ahora las redes la trajeron de regreso para responder la pregunta de algunos (o muchos): ¿dónde está y qué es de la vida de esa mujer que como un hechizo atrajo a decenas de vecinos con la ilusión de multiplicar sus ahorros?

Tiene 53 años, sigue viviendo en Azul y por lo que deja ver en su cuenta de Instagram (superpoblada de selfies) desarrolló un emprendimiento en su casa: "Modas y ferias". Y eso es lo que promociona cada día, todo el tiempo: una feria de ropa y zapatos que toma a consignación, vende o canjea.

Justamente, en la publicación que mencionamos al comienzo de esta nota, donde aparecieron sus fotos y la trajo a la memoria, los más de cien comentarios parecen indicar que, a pesar del paso del tiempo, ella no perdió las mañas.