07-07-2020
Micaela Argañaraz vivió en la localidad hasta las 14 años y hoy es una top model. Actualmente vive en París y trabaja para reconocidas marcas como Chanel y Louis Vuitton.
Por Zona Campo / Daniel Lecointre
Nació aquí, es una florcita de nuestra dilatada y agreste llanura. Conoce el silencio del campo en la noche quieta, el bramido del toro imitando al león, el insistidor agudo del tero, y la histérica lechuza, contando desorbitada que algo se mueve en el pastizal.
Recordó las casas y los almacenes del pueblo, cuando subió a un rascacielos allá en Nueva York. Y al taller de la esquina, cuando visitó la cuna de acero, donde nacen y rujen las Ferraris. Viven con ella, el viejo jardín, las aulas de la escuela, y las callecitas del pueblo.
Entendió el llanto del mundo cuando se quemó Notre Dame. Y un dulce recuerdo iluminó la capilla de su pueblo, donde fue modelo por primera vez, llevando la ropa de María, en el viejo pesebre de la navidad.
Y así, San Jorge salió a pasear por el mundo… Alguien lo pronunció en francés, en una gala de la torre Eiffel. Un chino que no podía, apenas lo deletreó. Y cerca del Coliseo Romano, San Jorge sonó graciosamente en italiano.
De todo eso está hecha Micaela…y de algo más, que nosotros ignoramos… pero quizá, hoy nos sea develado.
Los del tablón discuten si es Messi, Ronaldo o Neymar. Y en ese mismo nivel de pasión, se escucha su nombre en las pasarelas del mundo. Y si alguien no se enteró, o le parece demasiado, que espíe en la ventana de Google, allí los diarios y revistas del mundo se lo dirán.
Micaela Argañaraz fue alumna del viejo jardín Girasoles y de la escuela Nº2 de San Jorge. Terminó sus estudios secundarios en el Instituto Monseñor Cáneva de Olavarría en el año 2009. En 2010, comenzó sus estudios universitarios y en paralelo su trabajo como modelo para la agencia LoManagement (de Lorena Ceriscioli, modelo y quien la descubre). Allí conoció a Prada, y de ahí en adelante desfilo por todo el mundo, Desde Nueva York a Japón, y para todas las casas de alta costura del planeta. Trabajo y trabaja para Chanel, YSL, Louis Vuitton, Chloé, Valentino, Balenciaga, Dior, entre otras. Hoy vive en París.
El más grande de todos, el indiscutido alemán Karl Lagerfeld la había elegido para mostrar su imaginación. Desfilar para este artista era el sueño de todas, cerrar su desfile, un delirio exagerado e inútil. Pero en la noche total de Paris, Micaela abrió y cerró el desfile del brazo del gran maestro.
Micaela Argañaraz sigue siendo esa flaquita tímida y callada que todos conocimos. Pero cuando llega la hora del último hilván, cuando la respiración se detiene, y la pasarela flota movediza, Micaela se transforma, se agiganta, ya no es ella, es la magia y el coraje del artista. El “Kaiser”, como le decían, había puesto en esta chicade San Jorge toda la ilusión y el prestigio de esa empresa millonaria, construida en años y años de trabajo.
“Ella nació en el campo, caminó siempre sobre una alfombra interminable, caminó siempre mirando el renglón infinito donde se junta la pampa y el cielo. Allí nada te lo impide. Eso le dio la silueta y el dibujo que vemos pasar cuando ella desfila. El barro y los desniveles de La huella, le gravaron un sheite a sus pasos, las piernas lo aprendieron y los brazos siguieron el compás”.
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