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Policiales ¿Quién controla el cumplimiento de los servicios adicionales contratados por el Municipio?

20-09-2020

¿Quién controla el cumplimiento de los servicios adicionales contratados por el Municipio?

Personal policial y municipal cumple horas adicionales en las áreas de seguridad y control. La pandemia dejó ver parte de su trabajo. Sin embargo, no son pocos los que advierten que algo “no cierra”.

 

La llegada de la pandemia y las medidas de aislamiento y restricción de circulación de los ciudadanos dieron especial importancia al área de control de cada uno de los Municipios. En Olavarría, el área de Seguridad fiscaliza los retenes en los dos accesos habilitados a la ciudad y en localidades. Es también el sector que realiza operativos de control de tránsito y dispone las guardias con personal policial en determinados puntos del distrito (Hospital Municipal, Hospital de Hinojo, Terminal de Ómnibus, entre otros).


Esas tareas son prestadas por personal municipal (que cumple horas extra) y personal de la Policía de la provincia de Buenos Aires que es contratada bajo la modalidad de horas POLAD. Precisamente, las horas POLAD disponibles para el Municipio se deben cumplir cuando el policía está de franco, no cuando está en servicio o cuando hace horas extras (llamadas Cores, solventadas por la Provincia).


La Municipalidad de Olavarría contrata el servicio de Policía Adicional mediante el sistema de Horas POLAD en la comisaría Primera, a pesar que muchos de esos servicios no se cumplen en jurisdicción de esa sede. El área de Seguridad del Municipio es la encargada de designar el personal policial que cumplirá esas horas POLAD y de la distribución de los servicios y qué cantidad de horas le corresponde a cada efectivo.


Según explicaron a Verte distintas fuentes, durante el mes en el Municipio se confeccionan las planillas que debe firmar cada efectivo y desde la Comisaría Primera deben certificar que esos servicios fueron cubiertos por el personal policial que figuran en las planillas.


A fin de mes el Municipio deposita la totalidad del valor de las horas POLAD en una cuenta del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. Esa dependencia luego acredita en efectivo esas horas a cada uno de los agentes que aparece en la planilla en virtud de haber prestado servicios adicionales (últimamente ese depósito se demora de 3 a 4 meses).


Sin embargo, de acuerdo a lo que narran algunas voces que pasaron por esas oficinas, lo que sucede es que se contabilizan y se pagan horas que no son efectivamente trabajadas. ¿Cómo sucede eso? Según explican, se usa la metodología conocida como “prestar el legajo” a través de la cual aparecen cumpliendo horas adicionales policías que nunca lo hicieron (o no hicieron todas las que figuran). A la hora de cobrar, “rinden cuentas” de ese dinero entregando parte de él a determinadas personas establecidas con anterioridad.

 


Los montos, toda vez que se trata de un modus operandi que se mantiene al menos hace varios años, son millonarios. Valen dos aclaraciones: 1) que cada efectivo policial puede realizar hasta 240 horas Polad por mes y el valor de esa hora ronda los 190 pesos; 2) los testimonios recogidos por Verte indican que serían decenas de legajos los que estarían involucrados en esa operatoria que permite “disparar el pago” de un dinero de un servicio que nunca se prestó.


¿Funciona el mecanismo de control para saber si los efectivos que figuran en las planillas POLAD han cumplido los servicios? En la teoría, el efectivo policial debe presentarse en la comisaría en donde se contrató el servicio de policía adicional.

 

De acuerdo a lo señalado por las fuentes, los policías no se harían presentes en la dependencia al comienzo de cada servicio, por lo cual no quedan registrados en ningún libro oficial, y no se puede corroborar si los servicios informados por el municipio a fin de mes, fueron cubiertos por los policías, o solamente “prestaron los legajos”.


Otro aspecto a tener en cuenta y que despierta no pocas suspicacias es cuáles son los uniformados que acceden a trabajar horas adicionales. Podría decirse que se aplica un método discrecional por el cual se le adjudican esas horas a “amigos” o a quienes estén ya comprometidos a dar parte del dinero que perciban. Sucede así, que no pocas veces los policías que prestan servicios adicionales del municipio llegan de otras jurisdicciones y no conocen la ciudad ni su realidad.


En la actualidad de la pandemia, se advierte que no se alcanzan a cubrir algunos puestos en los controles de los accesos pero las horas aparecen aplicadas igualmente y el Municipio paga por ello. ¿Estamos en presencia de un circuito que permite el “blanqueo” de dinero que sale de arcas estatales y termina en bolsillos de particulares?

 

En todo caso, hay una responsabilidad de control y fiscalización que no se está ejecutando de manera eficaz. ¿Cuál es la primera víctima de eso? La sociedad, que ve lesionado su derecho a la seguridad porque se gastan recursos destinados a ello, sin que mejore el servicio, sino todo lo contrario.

 

 

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