30-09-2020
La especialista Nora Giovino explicó cómo diferenciarlos y analizó el impacto del aislamiento en los procesos de polinización que inician con la primavera. También se refirió al uso del tapabocas.
Hace poco más de una semana comenzó la primavera, y con ella, crecieron las inquietudes sobre los síntomas y formas de tratamiento de la conocida como “alergia primaveral”. Verte habló del tema con la Alergóloga y Neumonóloga Nora Giovino (MP. 441226) y consultó sobre el impacto de la pandemia en estos procesos.
“Las alergias de primavera se producen porque empiezan a polinizar diferentes árboles, arbustos, gramíneas y hierbas. El proceso de polinización comienza en septiembre, a veces en agosto, y se extiende hasta abril, y debido a ello comienzan a manifestarse los síntomas típicos de la rinitis alérgica” explicó la especialista. Agua nasal, estornudos, picazón de nariz, garganta, ojos y oídos son los más comunes, aunque también puede producirse tos debido la mucosidad que se adhiere a las paredes de la garganta.
En esta época del año también son frecuentes las alergias a insectos, como abejas y hormigas coloradas, mientras que perduran los procesos alérgicos causados por los ácaros, los hongos de la humedad y las mascotas. También durante este período los pacientes asmáticos pueden tener crisis (broncoespasmos).
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La Dra. Giovino atiene en su consultorio ubicado en en Sarmiento 2945.
El impacto de la pandemia
De acuerdo a lo explicado por Giovino, la polinización se vio alterada por la baja circulación de personas y vehículos que se dio durante los primeros meses de cuarentena, cuando las medidas de aislamiento social fueron más estrictas.
Al respecto, precisó que “la pandemia ha cambiado la polinización, fundamentalmente en la cantidad. O sea, hay una cantidad muy importante de pólenes que en general no aparecen en septiembre sino más tarde”.
Alergia y coronavirus: similitudes y diferencias en la sintomatología
Varias consultas ha recibido la Dra. Giovino de pacientes que presentan síntomas que, según creen, son compatibles con los del Covid-19. No obstante los puntos en común, hay aspectos que permiten diferenciarlos de un cuadro de alergia.
“Como el Covid empieza a veces con congestión nasal, dolor de garganta y se manifiesta con la falta de olfato y gusto como si fuera un resfrío, suele confundirse con el cuadro de los riníticos o rinosinusíticos. Pero el Covid da fiebre y la alergia nunca da fiebre” comparó la Alergóloga. En el caso de los asmáticos, recomendó extremar cuidados y consultar con su médico de cabecera, neumonólogo o alergólogo “porque el cuadro de fatiga que causa el coronavirus es parecido al del asma”.
Por otro lado se refirió a los barbijos y tapabocas, cuyo uso obligatorio ha provocado trastornos alérgicos. Manifestó que “si bien es cierto que al estar adentro el paciente ha tenido mucho menos contacto con la naturaleza, el tema del barbijo ha aumentado la rinitis y la rinosinusitis alérgica. Porque no podés respirar, porque quedan impregnados los ácaros en la tela… Por eso hay que renovarlos continuamente y lavarlos con jabón blanco en pan, sobre todo los de confección casera”. También aconsejó “dejar la nariz en libertad” una vez dentro del hogar.
Tratamiento
Nora Giovino explicó que las alergias se pueden identificar mediante “micropinchazos” en los brazos o análisis de sangre, en el caso de los niños. Una vez detectado lo que causa la alergia, la misma puede tratarse con inmunoterapia a base de vacunas. “Eso desensibiliza a lo que los agredió y siempre da buenos resultados” expresó.
Sumado a ello, “el tratamiento de inmunoterapia tiene en su composición aeroalergenos que aumentan las células innatas, aquellas que atacan a los distintos virus, por eso los pacientes alérgicos se enferman mucho menos”. Es decir que se refuerza la inmunidad, lo que hace que los pacientes puedan salir de cuadros de neumonía, sinusitis y otros.
Aunque eso no significa la inmunidad total ante el coronavirus, la profesional aseguró que “con las vacunas se refuerzan las defensas contra virus y bacterias”.