11-08-2021

Un club se volvió el fusible de una gestión municipal frívola

El Municipio dispuso la clausura tras el video viral de un baile en un salón de fiestas. No era el primero, tampoco el único lugar. Uno solo paga por varios, en un intento de ocultar la incoherencia.

El video viral de una fiesta con baile en el salón de un club, más allá de abrir una polémica, volvió a ventilar las incongruencias y las desigualdades frente a las medidas que las autoridades han ido tomando (y dilatando) en la pandemia.

El Municipio vio el lunes pasado el video que se viralizó con gente bailando y, “de oficio”, al día siguiente dispuso la clausura del lugar en principio hasta la semana próxima. Si ese mismo video no circulaba, si Verte no lo publicaba, ¿nada hubiera ocurrido? Y otra cosa: ¿cómo se ejerce el control?

También es cierto que el club en cuestión sabía a qué se exponía con una presunta “habilitación no escrita” de algún funcionario para que se arme el baile. Y ahora el Municipio le hace pagar los platos rotos a uno solo en nombre de varios que estaban (o están) en la misma.

Con autocrítica todo sería más fácil. Hay un decreto que prohíbe ciertas actividades e impone protocolos para otras. Si se permiten o avalan las excepciones, se pierde el sentido del decreto. De lo contrario, todos lo deben cumplir. Dicho en criollo: o no puede nadie o pueden todos.

Vaya si no tuvo consecuencias la medida de prohibir los bailes en fiestas: prácticamente el rubro de eventos y salones en Olavarría se fundió en pandemia. Uno de sus principales reclamos cuando pudieron volver con aforo limitado, que se pueda bailar, no prosperó nunca. Por supuesto, casi nadie quiere festejar sin el baile.

Encima, el intendente viene de dar una conferencia el domingo pasado donde afirmó que los salones de fiesta están habilitados pero… "sin baile".

Hay incumplimiento de los protocolos sanitarios, sí, no es un secreto. Lo saben todos. Es fácil echar culpas. Hasta que uno mismo no ve afectado sus intereses, lo que pase alrededor no importa. Así estamos en pandemia, somos más egoístas, no importa si es en detrimento del otro. Pero lo más preocupante es que el Municipio actúe con tanta frivolidad sobre lo escrito y no sea capaz de aplicar la misma letra a cualquiera.