Noticias

Información General Petricor, el olor de la lluvia que nos gusta tanto

08-02-2019

Petricor, el olor de la lluvia que nos gusta tanto

El olor a tierra mojada es una alegría para muchos, luego de un período de sequía. Hay algo de química en ese fenómeno que tiene nombre propio.

 

Nuestra alegría por sentir que cae agua del cielo después de un largo período de clima seco contribuye a que la lluvia nos huela tan bien. Pero, en realidad, también hay algo de química involucrada en ese efecto.

 

Bacterias, plantas e incluso rayos pueden tener que ver en ese agradable olor a aire limpio y tierra húmeda que experimentamos después de una tormenta eléctrica.

 

Conocido como "petricor", este aroma ha sido perseguido por científicos e incluso perfumistas por su gran atractivo.


Bautizado por dos investigadores australianos en la década de 1960, esta fragancia cálida y terrenal que experimentamos cuando la lluvia golpea el suelo seco es producida por bacterias.

 

Tierra húmeda

 

Según los expertos, las bacterias y las plantas pueden tener que ver en ese agradable olor a aire limpio y a tierra húmeda que se experimenta después de una tormenta eléctrica.

 

Estas criaturas abundan en el suelo, entonces, cuando decimos que huele a tierra húmeda, en realidad lo que estamos oliendo es una molécula producida por cierto tipo de bacteria.

 

Esa molécula, conocida como geosmina, es producida por el Streptomyces (un grupo de actinobacterias, el género más extenso). Está presente en la mayoría de los suelos saludables; además estas bacterias también se utilizan para crear antibióticos comerciales.

 

Las gotas de agua que golpean el suelo hacen que la geosmina se libere en el aire, y en consecuencia, es mucho más abundante después de la lluvia.

 

Actualmente, la geosmina se está volviendo más común como ingrediente para perfumes. “Es un material realmente potente y huele como el concreto cuando llega la lluvia”.

 

Sin embargo, también tenemos una extraña relación con la geosmina: mientras que nos sentimos atraídos por su aroma, a muchos no les gusta su sabor. A pesar de que no es tóxico para los humanos, una cantidad mínima puede ahuyentar a las personas cuando la detectan en el agua mineral o el vino.

 

La palabra “petricor” fue acuñada por los científicos Isabel Joy Bear y Richard Thomas en su artículo Nature of Argillaceous Odor (Naturaleza del olor arcilloso), publicado en la revista Nature en 1964. El término utilizado viene del griego petros, que significa “piedra”, e icor, que significa “el fluido que fluye en las venas de los dioses”.

 

Dejanos tu comentario

Más Noticias

Nuestras redes sociales

Programas
Verte +