La gestión en Cultura en la mira: un área que fue clave y hoy no responde

El sector del freestyle no recibe apoyo. Una murga ya decidió quedarse afuera del Corso porque sólo le otorgan subsidio si presentan “facturas truchas”. La Sinfónica sin temporada regular este año.

En noviembre se realizó la primera competencia nacional de freestyle en Olavarría. Desde la organización, pidieron al Municipio que los acompañaran con la colocación de un vallado y un baño químico. Si bien les dijeron que sí, sobre la hora les informaron que no podrían hacerlo, porque todos los recursos iban para “Un aplauso al asador”.

“No está bueno que siempre seamos nosotros los postergados ni recibamos un centro de nadie”, dicen desde la agrupación Olavarrial HH. “Laburamos a pulmón, hacemos rifas, peñas, además nos dejan afuera de los cumpleaños de Olavarría, jamás nos invitan y hemos presentado proyectos para subsidios y los cajonean”.

Para ejemplificar lo que viene pasando cuentan: “aquellos que participan de competencias nacionales no tienen apoyo, viajan a dedo, publican CBU en redes, siendo que tenemos un área de Cultura que debería estar presente para esas cosas”. “Nosotros convocamos a muchos chicos que encuentran acá su manera de expresión”, argumentan.

“A Bruno Cenizo no le conocemos la cara y cada vez que vamos a Cultura sentimos que nos tratan como si fuésemos una molestia”, dice el vocero de la agrupación y sigue: “no hubo acercamiento, no saben lo que hacemos, jamás en ninguno de nuestros eventos se acercó alguien para ver qué hacemos”

Otro grupo que se siente marginado de las decisiones del área de Cultura son los chicos que van al Skatepark. Hace tiempo que solicitan iluminación y no son escuchados. “Pusieron luces en todo el parque a lo largo del arroyo y no tuvieron en cuenta esa zona”, señalan.

“Además, las barandas están rotas y nunca las arreglaron. Nosotros queremos crecer y que las nuevas generaciones que se suman tengan un espacio”, explican y cuentan que con los días de verano, sólo pueden practicar de día, porque de noche está muy oscuro.

La situación ya roza lo escandaloso si nos centramos en el caso de la Murga “Comodines de febrero”. En su caso, decidieron hacer público que, tras un proceso de rearmado de la murga por la salida de quien hacía de referente, acudieron a Cultura a pedir el subsidio para este año y sumar su participación a los Corsos.

El hecho que los sorprendió es que, como el anterior responsable de la murga cobró un subsidio de 84 mil pesos que nunca rindió, ahora, para hacerlos beneficiarios de un subsidio nuevo les piden que presenten facturas truchas para justificar aquel monto otorgado a fines del 2019.

Los integrantes de la murga aclaran que ellos “están pagando el pato” por cómo se condujo el anterior responsable y que de ninguna manera van a cometer ese acto de falsear una factura para cobrar un subsidio del estado municipal.

“Es una falta de respeto hacia nosotros. Esperábamos otro acompañamiento y que nos pudieran brindar otra solución, así nos quedamos afuera de los Corsos”, lamentaron.

Otro aspecto que sirve para trazar un panorama del área es la Orquesta Sinfónica Municipal. Este año no tuvo una temporada regular de conciertos en el Teatro y tampoco se organizó el Ciclo, ya tradicional “Clásica y Solidaria”.

El conjunto municipal ha tenido notables recortes en la cantidad de músicos participantes y es, sin duda, una gran pérdida para la cultura local.