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Información General “Otro Monumento al Trabajo hubiese sido una falsificación”

16-03-2023

“Otro Monumento al Trabajo hubiese sido una falsificación”

La investigadora Nancy Librandi reflexionó acerca del anuncio de Galli de instalar un monumento cercano al sitio donde se emplazaba la obra destruida por el intendente Portarrieu.


En 1964 el por entonces intendente municipal de Olavarría Carlos Víctor Portarrieu decidió arrasar con una serie de imágenes icónicas de la ciudad, entre ellas el Monumento al Trabajo (no confundir con el Monumento a la Voluntad del Hombre, ubicado en la rotonda de Circunvalación) ubicado en la intersección de la calle República del Líbano y la avenida Pringles.


La obra, de singular belleza, había sido inaugurada en 1938 durante la gestión comunal de Amadeo Grimaldi y fue una creación del genial escultor Leopoldo Boccazzi, de cuya impronta aún hay registros en distintos rincones del Partido.


Sitio de la nostalgia, sobre todo para los mayores, no lejos de allì se implantará el monumento “Olavarría - Ciudad del Trabajo”, según lo anunciado días atrás por el intendente Ezequiel Galli, con un desembolso a cargo de las arcas municipales de 15.102.700 pesos.


No será una réplica de aquella obra, “y no lo puede ser” afirmó la prestigiosa investigadora olavarriense Nancy Librandi.


La nueva obra se proyecta con cuatro caras o cuatro bloques de hormigón visto, con improntas rehundidas emblemáticas del Partido y la producción local, industrial, cultural y agroganadera.


“He visto mucho en los comentarios en las redes de que no se parecerá o no va a ser el mismo monumento. No pude serlo, porque al haber sido destruido y al haber desaparecido la materia total desapareció también la idea y la concepción de la época” advirtió Librandi.


Lo que se pueda crear a partir de ahora será un monumento con valor rememorativo y valor de contemporaneidad, dijo. “Un teórico del siglo XIX, llamado Alois Riegl, señalaba estos valores y esto va a ser un memorial o un señalamiento en la zona donde estuvo emplazado el otro, pero con un sentimiento evocativo y ciertas abstracciones” agregó.


La doctora en Artes Nancy Librandi mencionó que el tipo de tecnología utilizada por Boccazzi en el monumento original requiere de dominios que han sido suplantados por otros modos de producción.

 

“El nuevo monumento va a ser como la narración de una memoria compartida. Una transición dinámica entre el pasado, el presente y el futuro” subrayó.


En el mismo sentido, Librandi pidió a los olavarrienses preguntarse acerca de lo que diariamente viene siendo destruido en la ciudad. “Este monumento ya es irrecuperable, pero deberíamos prestar atención a la destrucción del paisaje urbano, desde el arbolado, la arquitectura, los ornamentos de la arquitectura en el casco céntrico, la contaminación del paisaje con los techos de cables que tenemos en las calles” precisó.

 


La investigadora consideró una intención valiosa traer al presente algo que está ausente, aunque se contraponga con la idea de la gente mayor de ver algo lo más parecido posible a la obra de Boccazzi.


“Ese monumento original fue bestial y salvajemente destruido en nombre de la modernización y el progreso. En este caso fue un estrago, porque se hizo irrecuperable el patrimonio de la comunidad hasta convertirlo en una ruina escatológica, donde los fragmentos ya no son reconocibles y no pueden ser reconstituidos y restaurados” recordó.


“Ante la imposibilidad de la restauración y reconstrucción porque el monumento ya no está, la copia hubiese sido una falsificación histórica, entonces sólo queda la posibilidad de hacer un monumento rememorativo” opinó.

 

“El único documento que nos recuerda a aquel monumento son las fotografías y hay que garantizar su conservación, porque es la trasposición de la obra a otro lenguaje” recalcó.


La doctora Librandi pidió un tratamiento más amplio, con una convocatoria de proyectos que le daría riqueza a la producción final y se refirió a la disputa entre la inversión en cultura o en las necesidades más urgentes de la comunidad.


“En estos casos hay falsas confrontaciones. Obviamente si uno confronta las inversiones necesarias para subsanar los requerimientos de necesidades básicas de la población cualquier otra cosa se cae o queda desmerecida. Pero las personas y las sociedades no somos sólo necesidades básicas” subrayó.


“Las necesidades culturales, entre otras, también existen. Somos seres metafísicos, políticos, estéticos y la sociedad también se conforma de todo eso. Lo veo como una intención valiosísima” valoró.


Librandi reflexionó que “con este tipo de contradicciones no se hubiese hecho nada en cuanto a la cultura de los pueblos. Lo que conocemos de las distintas culturas, épocas y sociedades se debe justamente a través de lo que ha subsistido como documento y monumento al mismo tiempo a través de las producciones culturales y artísticas”.


“Si es o no el momento, tienen que evaluarlo quienes gestionan el presupuesto. A mi criterio siempre es el momento para que se creen situaciones que tienen que ver con la identidad de las comunidades y los pueblos” finalizó.



(*) Fotos: gentileza contador Adolfo Santa María

 

 

 

 


 

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