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Información General ¿En qué piensan los argentinos al comprar electrodomésticos?

27-03-2023

¿En qué piensan los argentinos al comprar electrodomésticos?

Según un estudio de mercado, el 84% de las personas encuestadas acuerdan con que “en el país no hay suficiente disponibilidad de dispositivos que permiten adoptar un estilo de vida ecoeficiente.


Según un estudio sobre consumo y percepciones en torno de la energía publicado horas atrás por la Fundación Colsecor, para comprar un electrodoméstico el 63% de los y las argentinas toman en cuenta que ahorre energía.


Estos resultados surgen del análisis de la muestra de localidades realizada entre el 11 y el 27 de noviembre de 2022, según tamaño de ciudad: 350 casos por estrato aproximadamente (1480 casos).


El trabajo arrojó también que 28% elige que sea barato, 27% que no quede obsoleto en el corto plazo, un 22% que contribuya a un consumo ambientalmente responsable, 9% que cumpla su función, no le preocupa si utiliza mucha energía, 5% que sea estéticamente lindo, 2% que pueda ser reciclado, mientras que el 7% indicó que no compra electrodomésticos.


Que un electrodoméstico sea energéticamente eficiente les interesa, en especial, a las personas de 60 años o más.


La afirmación “si hubiera créditos o promociones, cambiaría o incorporaría producción energética ambientalmente responsable en mi casa” tiene un acuerdo de 86% (59% muy de acuerdo y 27% algo de acuerdo).


El 84% de las personas encuestadas acuerdan con que “en el país no hay suficiente disponibilidad de dispositivos que permiten adoptar un estilo de vida ecoeficiente”.


Tiene buena aceptación la afirmación “si las personas tienen buena información priorizan consumos de energía ecoeficientes”: 82% de acuerdo (45% muy de acuerdo y 37% algo de acuerdo).


Cuando se indaga sobre la valoración de la afirmación “es muy costoso tener un consumo energético ambientalmente sostenible”, el porcentaje de acuerdo asciende a 79% (47% muy de acuerdo y 32% algo de acuerdo).


Las personas encuestadas manifestaron un 76% de acuerdo en relación a que “la sociedad está avanzando hacia formas de consumo de energía más responsables” (30% muy de acuerdo y 46% algo de acuerdo).


Por último, resulta significativo resaltar que la afirmación “mi consumo energético no va a mejorar ni empeorar la situación ambiental” tiene niveles menos significativos de aceptación: 52% (20% muy de acuerdo y 32% algo de acuerdo), en tanto un 43% manifiesta estar en desacuerdo (20% algo en desacuerdo y 23% muy en desacuerdo).


Las personas jóvenes parecen tener más conciencia sobre cómo su consumo energético impacta en el ambiente que los adultos de 60 años y más.
 

Las tres fuentes de energía a las que más se tienen acceso en las casas en Argentina son electricidad de red (88%), agua de red (72%) y gas natural (60%).


En mucho menor medida se accede a gas en garrafa (35%), petróleo y derivados (nafta, gasoil, 9%), leña (5%), energía fotovoltaica (paneles solares) y biocombustibles (biodiesel, bioetanol y biogas, ambas 1%).


El acceso al gas natural es incremental conforme al tamaño de las ciudades: mientras que en las localidades pequeñas de menos de 10 mil habitantes se indica un 56% de acceso, en las de más de100 mil el porcentaje es de 64%.


Quienes reportan acceder más al gas en garrafa, decrece a medida que las ciudades son más grandes.


Así, en las ciudades de menos de 10 mil habitantes, las personas reportan un acceso del 40%, pero en las ciudades de más de 100 mil habitantes el acceso es de 31%. Las personas usan gas en garrafa, principalmente, porque no tienen otra opción (22%), porque es lo que siempre usaron en su casa (12%) y porque es accesible en la zona en la que viven (8%).


El tamaño de las ciudades incide de manera variable: mientras que en las ciudades más pequeñas de menos de 10 mil habitantes el acceso a la electricidad de red y el agua de red es más alto que en las demás, en el caso del gas natural es a la inversa: tiene menos acceso que las ciudades grandes.


De los datos recabados se desprende que a las fuentes de energía más precarias (gas en garrafa y leña) acceden más y son más consumidas en los hogares en las ciudades más pequeñas (ya sea de menos de 10 mil habitantes o de entre 10 y 35 mil), entre quienes tienen entre 25 y 39 años, quienes no han completado estudios secundarios y por las mujeres.


El agua de red es la fuente de energía más usada para cocinar (63%), el gas natural (56%), el gas en garrafa (34%) y la electricidad en red (22%). El uso de la leña para cocinar es bastante marginal: solo el 6% de las personas consultadas declaran usarla para tal fin.


Para calefaccionar las fuentes de energía más usadas son el gas natural (45%), la electricidad de red (23%), la leña (10%) y el gas en garrafa (7%).


Este estudio fue supervisdo por Mario Riorda, Director Maestría en Comunicación Política de la Universidad Austral; Griselda Ibaña, Directora Instituto Federal de Gobierno de la Universidad Católica de Córdoba.


 

 

 

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