08-04-2023
Fray Pablo Bajuk, párroco de la iglesia de Monte Viggiano, reflexionó acerca de la festividad que está atravesando la grey católica y también hizo una advertencia acerca de la situación social.
El día que la comunidad cristiana vela en silencio la muerte de Jesucristo, destinado al luto y a la reflexión, el párroco de la iglesia de Monte Viggiano Fray Pablo Bajuk se refirió a esta semana tan especial para la comunidad católica, apostólica y romana y a los tiempos que toca vivir en Olavarría, el país y el mundo.
Fray Pablo, oriundo de Loma Negra, llegó a la bella parroquia del Barrio Pueblo Nuevo en 2020 en reemplazo de fray Alberto Banegas. Ordenado sacerdote en 2007, por entonces ya formaba parte de los fieles de esa comunidad parroquial.
“Estamos en unas fiestas importantes. Vivimos el sentido pascual, que es la muerte y resurrección de Jesús a través de estas celebraciones tan lindas, como son las de Jueves Santo con el signo del lavatorio de los pies, el Viernes Santo con el Vía Crucis que todos los años hacemos hacia la Virgen de la Loma con gran concurrencia de personas” destacó Fray Alberto.
La mañana del sábado sorprendió al sacerdote junto con un grupo de fieles preparando la parroquia para Solemne Vigilia Pascual “a la espera de la resurrección del Señor y el domingo de Pascuas. Cada año renovamos nuestra fe en el resucitado, en aquel que padeció, murió y resucitó por nuestra salvación”.
Fray Alberto consideró a las Pascuas como “el acto fundacional de nuestra vida cristiana y el signo de esperanza para toda la humanidad, frente a las difíciles situaciones que nos toca vivir a nivel mundial y a nivel país. Siempre es un signo que nos trae esperanza, que nos ayuda a mirar hacia adelante con la perspectiva de que no todo está perdido”.
“Cada uno podemos poner nuestras acciones, nuestros dones y nuestras virtudes justamente para revertir las situaciones difíciles. El signo que nos trae el resucitado es el de la paz y de la unidad y me parece que es importante actualizarlo cada vez más, intentar trabajar juntos por un bien común para dejar de lado las diferencias, aquello que nos divide, aquello que nos separa" expresó.
Y añadió: "Tenemos que poner todas las cosas que tenemos para trabajar por nosotros, por nuestra vida y sobre todo todos los jóvenes que van a seguir el futuro del país y de la humanidad”.
Fray Pablo habló de la necesidad de “volver a Dios, poner nuestra base en aquel que nos sostiene y nos orienta y renovar nuestra esperanza”.
SI bien el 2022 las Pascuas pudieron celebrarse con una cierta normalidad, esta podría ser la primera sin el yugo de la pandemia en la mente de todos los fieles. “Pareciera que este año es más tranquilo, que la gente se ha animado a reunirse más y eso nos permite celebrar de otra manera” valoró el cura párroco de Monte Viggiano.
“Todos pensábamos que íbamos salir mejores de la pandemia. Yo pienso que algunos sí, hubo personas que se acercaron a fe. Nosotros vemos que mucha gente se acercó para seguirnos a través del canal de Youtube la misa diaria, por ejemplo. Hubo muchos gestos de solidaridad, pero lamentablemente prevalecieron la mayoría de gestos de individualismo, de cada uno fijarse en sí mismo” planteó.
“Es una pena que no hayamos aprendido. Qué otras cosas vamos a necesitar para aprender cómo valorar la vida y cómo acompañarnos. Yo pienso que cuando se corre el eje y el horizonte de nuestra vida todo lo demás se desordena. Eso habla de lo mal que estamos socialmente, espiritualmente”.
En un país que atravesaba una dura crisis social, la pandemia no hizo más que empeorar todos los índices y la comunidad de Monte Viggiano siempre estuvo muy atenta a las necesidades de la sociedad, que tampoco son nuevas.
“Obviamente nos preocupa mucho. No se trata de una percepción, sino que es una realidad que la gente está mal, que hay mucho sufrimiento no sólo por la situación económica en la que estamos inmersos, sino en una situación de tanto dolor, de tanta angustia que viven las familias en estos tiempos” observó Fray Pablo.
“Por eso más que nunca necesitamos trabajar para acompañarnos. Por eso a veces miramos los medios de Buenos Aires y mucha gente los traslada a nuestra ciudad. Si bien en la ciudad hay situaciones de inseguridad, de violencia, drogas no me parece quedarnos en que acá todavía no pasa nada, sino preocuparnos y trabajar juntos por esto” dijo.
Luego Fray Play mencionó que “hay una sensación de hastío y de cansancio y necesitamos cambiar eso para mirar hacia adelante. Cuando el horizonte está en tinieblas no hay perspectiva”.