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Deportes La increíble historia que conecta a Ferro con la mayor joya del fútbol argentino

15-04-2023

La increíble historia que conecta a Ferro con la mayor joya del fútbol argentino

Con su deslumbrante actuación en el Sudamericano Sub 17 a Claudio Echeverri lo buscan los principales clubes del mundo. Lo descubrió casi de casualidad un ex DT carbonero.

 

No fue, ni es, ni será la primera vez que el lugar no estaba en los planes, ni el pibito aparecía en la lista. Uno de los dos capítulos centrales del libro del oro del fútbol argentino, ubicado a fines de la década del 60, cuenta que el chico que mejor jugaba a la pelota dentro de un grupo que lo hacía fenómeno una tarde en el Parque Sarmiento llamó a su entrenador para comentarle que tenía un amiguito que jugaba mejor que él.

 

El otro capítulo insoslayable en esta historia de más de cien años repleta de cracks relata el caso de una abuela que forzó al entrenador de un cuadrito de baby en Rosario para poner a su nieto de apenas de 4 años, de apariencia tan frágil que alarmaba con romperse ante el primer viento fuerte.

 

Parece que hay un tercer caso que tiene como un actor de reparto indispensable a Claudio Otermín, el mismo que estuvo en Olavarría como entrenador de Ferro Carril Sud en el campeonato Argentino “B”, y como figura central a Claudio Echeverri, la aparición más importante en el fútbol argentino desde aquella noche de junio de 2004 cuando se puso por primera vez la camiseta celeste y blanca en la cancha de Argentinos Juniors un tal Leo Messi.

 

De Claudio Echeverri habla el mundo por su actuación en el Sudamericano Sub 17 de Ecuador. Los medios publicaron estos días que el PSG, el Manchester City y el Real Madrid está detrás de su ficha; un medio español reveló que el Real Madrid aplazaría la contratación de Kilian Mbappé para asegurarse la incorporación del chaqueñito de Resistencia y River trata de subir la cláusula de rescisión de 25 a 50 millones de dólares.

 

 

El descubridor del “Diablito” fue el ex entrenador “carbonero”, que desde hace 8 años trabaja como captador de River en el interior del país. Horas atrás, en pleno trabajo, Otermín atendió el llamado de Olavarría y pidió si la charla podía ser después de las 20 “porque estoy mirando unos chicos”. Descubrir uno como Claudio se produce dos o tres veces en un siglo y a Otermín en un viaje de pesca se le apareció la joya más brillante del fútbol sudamericano.

 

Hacía un año que había empezado en River. Ya había hecho dos pruebas antes, pasaba por Resistencia y se dio que íbamos a hacer una prueba en un club que estaba haciendo la cancha y se tuvo que suspender. Como me gusta mucho la pesca tenía pensado seguir para Corrientes” recordó.

 

Mientras preparaba las cañas y el reel recibió un llamado telefónico. “Surgió una prueba para chicos 2006 y 2007 en una escuelita de fútbol; el profe me dijo ‘tengo unos chicos que juegan bien’. Fui, era una cancha de tierra y se me presentó un chiquito de apellido Gutiérrez. Vino y me dijo ‘yo soy 2007 y soy el mejor de todos’. Después de esa prueba terminó en River” contó Otermín.

 

“Como tenía puesta la camiseta de Boca le dije ‘no podés ser el mejor con esos colores’ y el chico insistió ‘si, yo soy el mejor, menos que aquel que está atrás del arco que es mejor que yo. De los otros el mejor soy yo’. El pibe que estaba atrás del arco era Claudio (Echeverri)” reportó Otermín.

 

La historia siguió con Gutiérrez: “Le propuse ‘si hacés un gol te llevo a River’. Agarró la pelota, gambeteó a uno, dos, tres, cuatro y pegó en el palo. ‘Eso te pasa por ser de Boca’ le dije. Ahí me acordé de que me había dicho que el otro era mejor, así que di vuelta y llamé al Diablito”.

 

Claudio se hizo cargo de la pelota y empezó ‘pim, pum, pam’. Ya era un crack a los 10 años. Ahí nomás me subí al auto y son los únicos dos casos desde que estoy en River que fichamos a los chicos en el lugar” destacó el ex DT carbonero.

 

Cristian Gutiérrez estuvo en las divisiones inferiores de River hasta el año pasado. En Claudio Echeverri están depositadas las miradas de todo el mundo y los futboleros de la Argentina preguntan a qué hora juega el Sub 17 para verlo jugar.

 

Cuando lo vi fue como un flash. Hacía una diferencia escandalosa. Normalmente los llevamos al club, los probamos con los chicos de River, o los vemos en otras pruebas antes de bajarlos a Buenos Aires, pero en estos dos casos estábamos seguros de que eran jugadores diferentes” reconoció.

 

Extraño en este caso, en tiempos que la información corre tan rápido ninguno de los grandes clubes de Buenos Aires sabía, cuando Otermín pasó por el Litoral, de la existencia de un fenómeno en ciernes en la provincia del Chaco.

 

“Como estaba en una escuelita de esas que son tan comunes en el Norte, y no en un club, no había trascendido tanto lo de Claudio. Nadie lo había descubierto. En el barrio lo tenían como el mejor, inclusive el padre cerca de su casa en el Barrio FONAVI de Resistencia tenía una canchita con chicos jugando, o sea que el Diablito era muy de potrero cuando nosotros los descubrimos” aportó.

 

Hay que estar en el momento justo y en el lugar indicado. La prueba no era ahí; se hizo por un contacto de la pesca. Por eso siempre le digo a todos que hay que ir a todos lados, porque no sabemos por dónde puede aparecer un futuro crack” reflexionó.

 

Otermín colaboró también afuera de la cancha para que la adaptación de Echeverri a un club gigantesco y a una megalópolis no fuera tan fuerte: “A Claudito lo ayudé mucho para que la familia vaya a Buenos Aires, a que le dieran un departamento allá. Es una gente muy humilde, pero muy honrada, de muchos valores. Una familia grande, porque Claudio tiene tres hermanos que ya habían jugado torneos Federales”.

 

Echeverri desde que salió de Chaco ha convivido con la exposición mediática y con las expectativas. “Los padres son gente muy humilde y trabajadora, que han criado con orgullo a su familia y muy honestos. Claudio tiene un perfil muy bajo, es muy tranquilo y la gente que se ocupa de él es muy seria. Lleva todo con mucha tranquilidad y sigue siendo el mismo pibe que cuando vivía en Resistencia y eso es un orgullo”.

Por normativa dentro de River, al mismo tiempo que deslumbra al planeta fútbol Claudio Echeverri estudia en la escuela secundaria del club. “Siempre nos comunicamos, nos hablamos, nos mandamos mensajes. No nos vemos a menudo porque yo ando mucho por el interior” reveló.

 

Con un currículm muy importante en campeonatos federales, Claudio Otermín encabezó en 2013 una de las apuestas más fuertes de Ferro en el campeonato Argentino “B”, con la llegada en masa de refuerzos con nivel de Argentino “A”.

 

Pero la apuesta se quedó en el intento. “Por ahí fallamos un poco todos. Quizás tendríamos que haber traído menos jugadores y en puestos puntuales; haberles dado más oportunidades a chicos del club, porque había buenos jugadores. Pero esto es así, a veces sale y a veces no. Pasa” analizó.

 

La ligazón de Otermín con Olavarría no se cortó después de su partida de la avenida Pringles. De hecho, hace unas semanas supervisó unas pruebas de River en instalaciones de Embajadores y mantiene contacto con todos los encargados de las divisiones inferiores locales.

“Tenemos apuntados unos cuantos chicos que vamos a volver a ver. Algunos con posibilidades. No hay ninguno como el Diablito, pero ojalá que podamos llevar a algunos para River” bromeó.

 

Jugadores como Claudio salen cada 25 años. No sé hasta dónde podrá llegar, pero seguro que en los próximos años va convertirse en la bandera de la selección argentina. Aparte ya se puso la cinta, se calzó la diez y no le pesó. Va en camino de ser el sucesor” fue el cierre enigmático de Otermín.

 

 

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