30-04-2023
Luego de la tragedia ocurrida en el barrio Coronel Dorrego el médico veterinario Rodrigo Gomba hizo una serie de reflexiones acerca de esta raza. También se expresó su colega Lorena D'Onofrio.
La tragedia acaecida este sábado en el Barrio Coronel Dorrego, donde un niño de 8 años falleció como consecuencia de las gravísimas heridas provocadas por un perro pitbull perteneciente a su familia, reabrió el debate acerca de la agresividad de esta raza y volvió a la superficie los prejuicios que existen alrededor de estos animales.
Consultado sobre la cuestión el médico veterinario Rodrigo Gomba, en primera instancia señaló que si bien existen razas potencialmente peligrosas ello no quiere decir que sean peligrosas per sé: “La potencialidad del peligro más que nada hace al poder que tienen cuando atacan”.
“No es lo mismo el ataque de un pitbull, que fue el caso de este chico, que el ataque sea de una caniche. Ello no significa que un pitbull sea más agresivo que un caniche” dijo.
“Si bien algo de predisposición genética siempre existe porque son animales que a lo largo de la historia han sido usados para la caza, o la pelea, la proporción de la incidencia genética es despreciable si se compara con la incidencias de la crianza del animal. Ese en realidad es el foco del problema” sostuvo.
Gomba observó que “hay una falta importante de información cuando uno adopta una mascota, sobre todo cuando se trata de este tipo de animales y hace que en el transcurso de la crianza por desconocimiento no se tomen ciertos recaudos para que cuando se haga adulto el perro no llegue a ocasionar problemas”.
“No se puede descartar que un animal puede salir agresivo de nacimiento, pero en realidad la mayor injerencia es la crianza. Por eso cuando uno adopta a un animal, más allá de su salud en cuanto al protocolo de vacunación cuando son cachorros o la atención médica si es que lo requiere, es imprescindible que en una primera consulta con el veterinario también se hable de lo que es tener un perro en una casa” advirtió.
Mucha gente -mencionó Gomba- ha llegado hasta su consultorio y admitió que por primera vez tenía un perro y no sabía cómo comportarse con el animal.
“En la consulta uno a veces puede leer al animal y si es un perro que tienen una postura de dominancia nos damos cuenta. Si eso no se trata desde cachorro a futuro es muy probable que puede llegar a tener algún problema y hoy en día, no digo que este sea el caso, existe una humanización tan grande de las mascotas que también tiene su injerencia en este tipo de animales que son muy dominantes en la casa” alertó.
Gomba hizo referencia a la ley provincial 14107, que en su artículo I tiene por objeto establecer la normativa aplicable a la tenencia de perros potencialmente peligrosos para hacerla compatible con la seguridad de las personas y de otros animales.
“La ley hace entre otras cosas referencia a un registro para inscribirse, donde el dueño del animal va a recibir ciertas pautas y en ese apartado figuran alrededor de 20 razas y sus cruzas que están contempladas como potencialmente peligrosas. Tiene que ver con el porte del animal” reveló.
“Al sacar a pasear a un perro potencialmente peligroso debería salir con collar, correa y con bozal. Que esto se cumpla es otra cosa, porque vemos perros por todos lados que andan sueltos sin ningún tipo de control. Obviamente tener la vacuna antirrábica al día. Eso no es sólo para estas razas, sino para todas las mascotas. La vacunación anual antirrábica es obligatoria, por eso el Estado la suministra en forma gratuita” añadió.
Gomba también expresó que los propietarios de estas razas “potencialmente peligrosas” deberían tener en sus casas las condiciones de seguridad como para que al animal le resulte imposible escaparse. “Hoy en día se tiene mucho esta clase de animales sin el conocimiento necesario” remarcó.
Un perro atado con cadena puede aumentar su agresividad. “Sin aludir específicamente a este caso, si está todo el día agarrado con una cadena, ve que la gente pasa, que hay todo tipo de actividad a su alrededor y él no puede tener ninguna participación es probable que si en algún momento se suelta se produzca alguna situación desagradable” subrayó el veterinario.
Gomba cerró su análisis recalcando que “El pitbull no es sinónimo de asesino como animal. Ha pasado mucho esto de ataques y en una gran proporción son pitbulls, lo que pasa es que se trata de un animal que está de moda y estadísticamente de los potencialmente peligrosos son los que más hay”.
Pidió que “no hay que estigmatizar al pitbull como raza de perro. Insisto en que tiene más que ver con la crianza que con el tipo de raza. Seguramente hay muchos más caniches que muerden que pitbull, lo que pasa que las mandíbulas de los caniches no tienen el poder que tienen las mandíbulas de los pitbulls”.
En el mismo sentido se pronunció otra médica veterinaria local, Lorena D’Onofrio: “La genética tiene un bajo porcentaje de injerencia sobre la conducta del adulto si este es criado en un ambiente controlado, con pauta de socialización intra e inter específica y monitoreado por un profesional veterinario”.
“Es importante concientizar a los tutores de mascotas de esta raza, que es considerada peligrosa porque el daño que puede provocar su mordedura es mucho mayor que el de otras, sobre los alertas que muchas veces ya se detectan desde cachorros, respecto de la dominancia que suelen expresar” mencionó.
D’Onofrio acotó que “tutores que se informan sobre la responsabilidad que implica tenerlos en casa y permanecen atentos a las actitudes del cachorro previenen e situaciones de agresividad severa”.