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Deportes Federico Marín, un olavarriense que nació en otra parte

13-06-2023

Federico Marín, un olavarriense que nació en otra parte

Fue figura del San Lorenzo que mandó al descenso a Atenas de Córdoba y su apellido está grabado en la historia de Estudiantes: “De Olavarría toda la vida”.


Federico Marín llegó a Olavarría desde San Justo, provincia de Buenos Aires a los 15 años como jugador reclutado de Estudiantes para jugar la Liga Junior y entrenar con el primer equipo cuando el Bata comenzaba a dar los primeros pasos en la Liga Nacional.


Participó de los éxitos del Bata en la elite del básquet argentino y sudamericano, se fue a jugar a Italia, regresó para ponerse nuevamente la camiseta albinegra y al final de la temporada 2006 Estudiantes vendió la plaza de la Liga Nacional.
 

A partir de ese momento no volvió a jugar en la Ciudad, pero sus raíces ya estaban bien agarradas a la tierra olavarriense. En cada nota que ha dado en el post partido, con cualquier camiseta que sea, ha pedido el micrófono para mandar un saludo a toda Olavarría.
 

Esta temporada 2023, con más de 40 años, eligió jugar en San Lorenzo. Una trayectoria irregular llevó al Ciclón y a Marín a jugar la serie que nadie quiere jugar: la del descenso y para agregar más condimento a un encuentro de por sí pesado la definición era con Atenas de Córdoba. Hasta ese momento el único equipo que había participado en todas las ediciones de la Liga.
 

Se disputaron cinco dramáticos juegos y el “Pájaro” fue la gran figura del Cuervo, que se quedó con la serie 3 a 2 y se aseguró un lugar en la elite del básquet argentino.

 

- ¿Qué sensaciones te dejó la serie de Permanencia ante Atenas?

- Fue muy fuerte lo que se vivió en el quinto partido porque las emociones estaban a flor de piel. Un grande se iba a ir a la B. En lo personal fue algo especial que sea Atenas el rival, porque me vi viejo me llevaba a ver los partidos cuando íbamos a visitar a los parientes a Córdoba y mis ídolos eran Melanesio y Campana. Después cuando llego a Estudiantes, el primer playoff que jugamos nos eliminó Atenas, que luego terminó saliendo campeón y al otro año nosotros le ganamos. Sin bien yo pasaba la botella de agua (risas) pero lo veía bien de cerca.

 

- ¿Cómo definís la relación Marín -Atenas de Córdoba?

- Y es interesante. Con Estudiantes jugué dos finales, gané una y perdí la otra y a su vez nos cortaron la chance de ser el primer tricampeón de la Liga. Inclusive después de esa serie se retiró Milanesio y yo estaba en el banco llorando. Fue una imagen que no voy a borrar nunca de mi cabeza, mientras él colgaba las zapatillas del aro. Marcelo siempre estuvo muy presente en mi carrera, pero de manera linda, porque además es el más grande la Liga.

 

- ¿Imaginabas a los 40 estar en el nivel que estás hoy?

- No sé, siempre trabajé como para tratar de estirar lo máximo mi carrera. Cuando llegué a la Liga el cuidado de los jugadores no era para nada parecido a lo que es hoy. En esa época a los 34 ó 35 años ya estaban “rotos” desde lo físico y era casi imposible llegar a los 40 en la alta competencia. Todo evolucionó y hoy hay muchas más herramientas para cuidarse. La Liga se fue profesionalizando, hoy en día el cuidado del jugador tomó mucha más importancia y eso permitió que la vida deportiva se haya estirado aún más. Con respecto al nivel, no sé si me imaginaba llegar así, no me gusta hacer futurología, pero sí apuntaba llegar de la mejor manera.

 

- ¿Todavía te queda hilo en el carretel?

- Hoy no lo puedo decir. Quiero llegar a los 45 como Nico Gianella, que se retiró este año siendo figura de Gimnasia de La Plata en la Liga Argentina. Ojalá lo pueda hacer. Trabajo para eso, pero apunto al día a día, a sentirme bien. Por eso a dos meses de que inicie la temporada estoy entrenando. No puedo darme esos lujos para que no me cueste la vuelta. Cada vez que te uno se pone más grande todo cuesta mucho más.


Hace 15 años me lesioné en la rodilla y en dos semanas había recuperado la movilidad. El año pasado me paso algo similar en Peñarol u tardé un mes y 10 días en recuperar la movilidad completa.

 

- ¿Hoy los caminos de Marín y Estudiantes están lejos de cruzarse?

- Esa es otra de las cosas que me imaginaba: terminar jugando en Estudiantes. Cuando volví de Italia, en el 2006, sentí que no me iba a ir más de Olavarría. Era mi lugar, estaba cómodo, encima ese año nos había ido muy bien. Y bueno, se tomó la decisión de vender la plaza y tuve que salir a ganarme la vida afuera de la ciudad. Siempre con la esperanza de que en algún momento iba a volver y nunca se dio. Igualmente la esperanza siempre la sigo teniendo, mi hijo es bataraz a muerte y siento que me voy a terminar retirando en Olavarría si el cuerpo me lo permite.

 

- ¿Lo ideal sería un torneo nacional?

- Hoy no. Me ilusioné mucho la temporada pasada para jugar la Liga Argentina y no se dio. Después se perdió la plaza. Inclusive después de la temporada con San Lorenzo me ofrecí para jugar la Liga Federal, ocupando el lugar de Rosso que se lesionó y los tiempos no se dieron. La verdad es que hubiese sido lindo, por mí y por mi hijo, que quiere verme con la camiseta del Bata.


Por ahora voy minuto a minuto. No proyectó más porque después la desilusión es grande y no sólo yo, sino también mi familia.

 

- ¿Qué es Olavarría para Fede Marín?

- Es mi casa. Obviamente no me olvido de San Justo, pero esta ciudad es mi casa, no me veo viviendo en otro lugar que no sea acá. Me gusta el estilo de vida, me muevo con mucha tranquilidad, me voy a tomar unos mates con mi hermano, después lo voy a visitar a Nico Lorenzo, a la noche me junto con amigos en alguna peña.


En Buenos Aires, para juntarte con tus amigos se tienen que alinear los planetas. Por ahí uno cuando está acá no se da cuenta. Nosotros que hemos vivido en otras ciudades decimos “qué lindo que es Olavarría”.

 

- ¿Si te preguntan de dónde sos, que les decís?

- De Olavarría toda la vida, sin ninguna duda. Además mis amigos de Capital me dicen que hasta hablo como olavarriense, que me como las “s”. A mí me gusta. La verdad que me siento re orgulloso de estar en esta ciudad. Me siento un olavarriense más, por más que algunos me digan “vos no sos de acá, no te hagas el olavarriense. Es mi casa y la primera vez que vine, a los 15 años, ya me gustó y dije no me voy más".


Fede Marín aún no ha definido su destino. Hay muchas posibilidades de seguir jugando en San Lorenzo en la Liga Nacional, tuvo una oferta interesante de Italia y la desechó.


Habrá que esperar un tiempo para saber dónde seguirá escribiendo su historia deportiva Federico Aníbal Juan Marín, conocido como el “Pájaro”, que nació en San Justo, provincia de Buenos Aires, pero él se autodefine un olavarriense más.
 

 

 

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