07-07-2023
Lo dice Sebastián Bilotto, propietario de una destilería que produce gin en Olavarría. Estima que además, impulsará a otros a seguir el camino.
Sebastián Bilotto montó una destilería hace dos años junto a su hermano y hoy mantiene el emprendimiento con su pareja, Natalia. Hasta el momento, sólo contaban con una habilitación otorgada a través del Registro de Pequeñas Unidades Productivas (RePuPA) que les permitía comercializar en ferias y festivales.
La ordenanza sancionada ayer en Olavarría les permitirá dar un salto y registrarse en el Registro Nacional de Productores Alimenticios, y claro, tener una habilitación municipal como productores de bebidas espirituosas.
En diálogo con Verte, Sebastián explicó que el proceso que realizan consiste en la destilación de alcohol y el saborizado a través de bayas de enebro. Luego lo embotellan, lo dejan reposar y el gin ya queda listo para la venta.
Bilotto explica que gestaron la idea junto a su hermano que luego decidió tomar otros rumbos, y ambos previamente se capacitaron a través de un curso en la Universidad Tecnológica Nacional. “Aprendimos lo básico y después lleva bastante tiempo de práctica, para dar con los sabores”, explica.
“Este es un emprendimiento familiar, hacemos todo nosotros, sé que hay otros dos chicos que destilan pero no lo hacen para vender”, y grafica: “cuando se aprobó una ordenanza de este tipo en Mar del Plata, aparecieron más de cien destilerías”.
Bilotto explicó también que “el gin es la segunda bebida más consumida en bares y fiestas después de la cerveza, por eso, la importancia de la reglamentación, es una bebida y una actividad que viene creciendo mucho”.
De hecho, se habla de un “boom del gin argentino” que ha generado un cambio en los hábitos de consumo en los bares y fiestas. Sorprendemente, las estadísticas señalan que el gin le ganó al fernet como bebida más popular en muchos de los eventos.
Un poco de historia
El Gin tiene su origen en Inglaterra y su origen está ligado a los acontecimientos de la “Guerra de los Países Bajos” en el siglo XVII. Allí nació la curiosidad de los británicos por una extraña bebida que sus enemigos holandeses consumían para obtener valor y coraje en el campo de batalla, según publican en la página del Centro Integral de Bebidas Artesanales de Córdoba.
De esta manera, explican en su portal web, Inglaterra comenzó a producir su propia «ginebra», cuya producción creció radicalmente luego del aumento de los impuestos a la importación de la Ginebra Holandesa por parte del Gobierno Británico.
En 1895 cuando un tal James Burrough, farmacéutico, desarrolló una fórmula magistral, logrando un estilo más seco y con un alcohol más refinado, que se denominó formalmente London Dry Gin, estilo que hoy continúa siendo predominante en todo el mundo.