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Deportes El fantástico mundo del tenis según Santi De Martino

17-07-2023

El fantástico mundo del tenis según Santi De Martino

El preparador físico olavarriense habló de su carrera dentro del circuito profesional de tenis. Durante tres años entrenó a Garbiñe Muguruza, quien llegó a ser número uno del mundo.

 

Santiago De Martino siempre tuvo como objetivo dar un paso más. Luego de finalizar su carrera en el instituto de Educación Física de Olavarría en el 2004, armó las valijas y se fue a vivir a Buenos Aires.
 

La idea era capacitarse y seguir sumando conocimientos. Sus primeros pasos en Capital fueron en una cadena de gimnasios, pero con la firme convicción de llegar a su deporte preferido: el tenis.
 

“Siempre dije -recordó- que iba a ser preparador físico de fútbol o tenis. Proyectaba estar dentro de los grandes torneos y por suerte se cumplió”.
 

Y esta oportunidad llegó cuatro años más tarde y desde Ecuador. “Mi pareja de ese momento era de allí y surgió la idea de armar un proyecto en ese país. Tuve la posibilidad de ingresar a una academia muy importante de tenis en Quito y a los siete meses me contactó Andrés Gómez, tenista ecuatoriano que ganó Roland Garros, y me llevó a Guayaquil y ahí fue donde se abrieron grandes puertas de trabajo” reveló.
 

Una de esas puertas más que puertas fue un portón: formar parte del equipo de Copa Davis de la mano de Nicolás Lapenti, otro destacadísimo jugador del circuito ATP.
 

“Me convocó para que sea el profe desde inferiores hasta el plantel superior y estuve casi siete años trabajando para la Federación, fueron cerca de 15 series. Una experiencia muy importante en mi carrera, una de las mejores. Hasta el día de hoy mantengo una excelente relación” valoró.
 

En noviembre del 2019, y por intermedio de Patricia Tarabini (ex jugadora profesional de tenis, de la misma camada que Gaby Sabattini) lo llamó Conchita Martínez, entrenadora de Garbiñe Muguruza, número uno del mundo en el 2017.
 

“Hicieron un scouting muy importante. Observaban mucho la forma de trabajar en los torneos y un día, ya con mucha confianza, Conchita me cuenta que la elección fue por mi perfil bajo en redes y como me había manejado en otros grupos. Igualmente, siempre digo que, si tiene que llegar, llegará y uno tiene que mantener el mismo perfil” expresó Santi.
 

 

“Cuando me llegó la posibilidad de entrenar a un ex número uno me sentía muy seguro y entendía que llegaba en el mejor momento de mi carrera. Igual siempre digo que cuando llega una gran oportunidad uno tiene que estar preparado, por eso insisto en que hay que superarse día a día y estar preparado. Reconozco que una vez que empecé a trabajar con ella, no pensé que generaba tanto” confesó.
 

En ese momento Muguruza, venezolana pero con nacionalidad española, venía de tener un mal año. Había ganado muy pocos partidos en el circuito WTA con el consecuente descenso en el ranking WTA.
 

“Se armó un grupo totalmente nuevo y desde el primer día nos empezamos a llevar bárbaro. En una de las charlas con Conchita me dijo ‘la quiero tener hecha un toro’. Con Garbiñe fue bastante fácil trabajar; estaba bastante abierta y predispuesta, sobre todo porque tenía un método totalmente diferente al que ella estaba acostumbrada, pero se portó mil puntos. Fueron cinco semanas impresionantes en San Diego, California” reportó Santi.
 

Pero los pingos se ven en la cancha y los resultados para el equipo comenzaron de inmediato. En el primer torneo, en China, fue semifinalista y el Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada fue finalista, se le escapó por muy poco.
 

“Para mí esas tres semanas en Melbourne fueron impresionantes. Vivir la experiencia de un Grand Slam hasta el último día es una sensación única. A veces me preguntaba ‘¿a esto me lo merezco?’. Porque era impresionante, igualmente ahora desde lejos uno toma más dimensión, porque la vorágine de la competencia a veces impide disfrutar momentos que capaz no se vuelvan a repetir” dijo.

 

En el 2021 Muguruza logró el título en Doha y Chicago, fue finalista en Dubái y Australia y cerró el año ganando el Master Femenino en México.
 

Santi dio cuenta de que “en el Master fueron 10 días increíbles. Perdió el primer partido, pero la vi muy bien. Conchita me preguntó ‘cómo la ves’ y le dije ‘muy bien’. Terminó ese partido con hambre y con ganas de revertir la situación y por suerte sucedió y terminó ganando el certamen. Finalizó el año número 3”.
 

El ciclo se cerró de la mejor manera: “Sentía que tenía que dar un paso al costado después en ese momento. Igualmente, tras mi salida se terminó de disolver el grupo. Seguimos en contacto y cada tanto hablamos”.


Este 2023 encuentra a Santi mirando todo eso desde lejos. Hace tres meses fue papá de Clara y decidió parar la pelotita y cumplir el rol full time.
 

“La idea es a fin de año comenzar un nuevo proyecto, tal vez sin tantas semanas de viaje. Me sobran las propuestas de laburo, pero son muchas semanas viajando” marcó.
 

A la hora de elegir si ATP o WTA para trabajar, Santiago prefiere terreno conocido: “Me gustó mucho el tenis femenino. Es potente, rápido y el circuito me sorprendió. Pensé que el de los varones estaba muy por arriba, pero nada que ver, están a la par” opinó.
 

Santiago fue cumpliendo sus metas, para las cuales se preparó día tras día y dentro de esos casilleros para completar esta ser el “Profe” de un tenista argentino.
 

“Tuve la posibilidad de trabajar con varios chicos, pero me gustaría poder hacerlo con un top 10. Vivir y disfrutar el folclore que se vive con los argentinos dentro y fuera de la cancha. Ojalá en algún momento lo pueda lograr” bregó.

 

La anécdota con su majestad
 

“En ese momento estaba en New York con Emilio Gómez, hijo de Andrés, Federer jugaba al otro en el US Open y le pidió si podía ayudarlo a entrenar una hora y media y me acuerdo que nos fuimos para su casa, fue una experiencia increíble”
 

“Si hay algo que me llamó la atención de él, además de su muy buena calidad de persona que es, me sorprendió que me llamaba por mi nombre, que te cuente cosas de su vida, después del entrenamiento nos quedamos media hora hablando de pesca, algo que lo apasiona”.
 

“Una anécdota muy linda que nos dejó ese encuentro fue cuando nos pasó a buscar una camioneta para llevarnos a su casa, vehículo que nos mandó él. Emilio le decía al chofer ¿no es un secuestro? (Risas). Era un lugar bastante rebuscado para llegar”

 

 


 

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