03-09-2023
El estacionamiento en Olavarría es una problemática que crece. La zona donde más se observa este comportamiento es en el microcentro. "Creen que son los dueños de la calle” expresaron.
La cantidad de vehículos en Olavarría crece día a día y, de la mano, se incrementa la dificultad para transitar por sectores cada vez más congestionados. Frenadas y bocinazos se escuchan por las calles céntricas, y también algunas más alejadas.
En medio de este incremento vehicular, los espacios para estacionar, principalmente dentro de las cuatro avenidas que conforman el microcentro olavarriense, van quedando pequeños frente a la creciente demanda. Además, en los últimos días, muchas personas de la ciudad comenzaron a visibilizar una “viveza criolla” de vecinos de este sector.
“He encontrado últimamente líneas amarillas pintadas en domicilios particulares. Me pregunto, si cualquier vecino puede pintar su cordón de la vereda, o alguien regula los permisos, controles y disposiciones de prohibición”, expresó, con gran indignación, un vecino de la comunidad a través de las redes sociales.
Cabe resaltar que la demarcación de los sectores donde se encuentra prohibido estacionar, indicados con los cordones pintados de color amarillo, están regulados por el área de Transito y Seguridad Vial del Municipio. En este sentido, toda acción que no se encuentre bajo aprobación de esta área es ilegal y debe ser denunciada.
Las personas con movilidad reducida son las únicas que pueden solicitar un espacio exclusivo de estacionamiento frente a su domicilio particular. Para realizarlo, deben cumplir una serie de requisitos y hacer el trámite correspondiente.
Sobre las complicaciones que genera en el tránsito esta práctica irregular, vecinos dialogaron con Verte y argumentaron que “son personas irrespetuosas de los lugares públicos y creen que son los dueños de la calle”.
Sostuvieron que “es una misión imposible encontrar un lugar, porque si no está ocupado tiene línea amarilla, hay garaje, o está obstruido por sillas de un bar o restaurante”, y agregaron que la situación “se complica día a día”.
Responsabilizaron a los vecinos y dueños de locales por estas acciones, y consideraron que quienes hacen esto “deberían ser fuertemente multados y obligados a quitar la pintura”. Pero además, sostuvieron que ”el Municipio debería patear más la calle, porque es el microcentro, y se ve cuando no es algo autorizado por ellos”.
Indicaron que las zonas donde más se observa esta práctica es entre las calles Moreno, General Paz, 25 de mayo y España.
Los problemas comienzan cuando, al advertir que no hay una señalización municipal que prohíbe estacionar, los conductores aparcan sus vehículos en estos sitios pintados clandestinamente por un particular. En ese momento, los ciudadanos comentaron que “salen enojados y te dicen que está prohibido, si no ves el cordón amarillo”, pero que al exigir que presenten la documentación correspondiente que respalde el pedido, en todos los casos “no tienen nada y no hay otra opción que dejarte en paz”.
En esta línea, también manifestaron que en muchas ocasiones, luego de denunciar en las oficinas de tránsito lo ocurrido, al poco tiempo los cordones vuelven a estar con su color original, pero que en “lugares más privilegiados, queda amarillo”.
Por otro lado, un reclamo que cada vez toma más fuerza es la habilitación a bares y restaurantes para colocar decks en las calles, ya que insistieron en que “encima de que ya no hay espacio en el centro, cada tanto ves que hay una mesa con sillas en un lugar que se podría estacionar, tapando un espacio equivalente a dos o tres autos”.
En la vereda de enfrente, están quienes sostienen que “a todos les molestaría que les estacionen frente a su casa o negocio, porque no dejan lugar para los clientes”.
Sin una solución alternativa que no recaiga en un control mayor por parte del Ejecutivo, los habitantes plantean que “podría haber estacionamientos a 45º como lo hay en muchos lados, que ahorran espacio y dejan circular sin mayor problema”.
El Estacionamiento Medido fue un proyecto que preveía modernizar el viejo sistema de boletas, pero por otro lado “ahorrar tiempo de viaje y circulación innecesaria de vehículos, que hoy se destina a la búsqueda de espacio para estacionar”, explicó el Municipio, en el año 2018, cuando presentó la concesión del servicio a través de una licitación pública.
En este sentido, el incremento del tránsito en los últimos años y la reducción de espacios para estacionar volvieron a poner nuevamente en agenda esta problemática, que hoy por hoy, según los vecinos, es una de las mayores complicaciones cuando se circula por el centro de la ciudad.