21-09-2023
Roberto Berasategui y Mauro Feito ofrecieron una charla sobre esta cuestión que cuesta vidas, organizada por el Colegio Privado Libertas, que convocó a centenares de estudiantes.
Casi dos décadas atrás Roberto Berasategui y Mauro Feito empezaron a recorrer el país y buena parte de América haciendo docencia con los pibes sobre una temática tan trascendente como la seguridad vial y pasaron por el salón de fiestas del Club Pueblo Nuevo convocados por el Colegio Privado Libertas.
Roberto y Mauro son dos de los más renombrados periodistas de la Argentina especializados en automovilismo deportivo, han trabajado en medios gráficos, radios y señales deportivas líderes y desde ese lugar emprendieron esta tarea.
“Hace 18 años que estamos recorriendo el país, también estuvimos en naciones vecinas como Chile, Perú, Uruguay y Bolivia con una idea que en su momento, cuando se nos ocurrió, asomaba como bastante alocada” recordó Roberto.
Era salir a las provincias argentinas con un mensaje vinculado con la conciencia vial y con lo educativo. “Pretendemos demostrarles a los chicos que vale la pena estudiar, que todo lo que se aprende en la escuela y en el colegio se termina utilizando cualquiera sea la actividad que uno elija en el futuro” reflexionó.
“Nosotros somos periodistas y a todos nos pasó cuando íbamos a la escuela preguntarnos para qué sirven materias como matemáticas, física, geografía, historia. No me va a servir para nada porque me voy a dedicar a otra cosa y con el paso del tiempo por supuesto nos dimos cuenta de que de todo se saca provecho” añadió.
En este sentido la idea fue demostrar cómo a través de una actividad deportiva, como el automovilismo y el TC 2000 que le dio nombre el ciclo (“El TC 2000 va a la escuela”), se utilizan todas las materias que se aprendieron en la escuela.
“Algunas son afines, como matemática, física y química, y otras como historia, geografía o lengua que también se aplican en nuestra profesión” señaló Berasategui y agregó que “la principal premisa que tiene estas charlas es que para hacer cualquier cosa en la vida hay que estudiar y la otra pata tiene que ver con la concientización vial”.
Las charlas son en escuelas públicas, colegios privados, escuelas rurales y la receptividad de los chicos siempre ha sido “muy, muy gratificante” la definió el periodista del diario “La Nación” y no sólo de los alumnos en sus distintos niveles. También de la comunidad docente, que se sorprenden al verificar que estas charlas van más allá de lo “fierrero”.
Mauro Feito es de La Pampa y transitando a menudo la Ruta 5 para los viajes desde su provincia natal hacia y desde la Capital constata en cada oportunidad las falencias que hay sobre este último punto mencionado por su colega y los cambios en la temática.
“El teléfono celular impulsó grandes cambios en estas charlas sobre la inseguridad vial que se vive en el mundo y en la Argentina. Cuando arrancamos hace 18 años no existían estos aparatos sofisticados de hoy en día, ni la invasión visual de las redes sociales por intermedio de un celular y los accidentes empezaron a crecer” verificó.
A tal punto ha sido la incidencia de ese mágico aparatito rectangular dijo, que “hoy por hoy se cree que casi la mitad de los accidentes en el mundo son a causa no del celular, sino de la distracción del ser humano que manipula un teléfono celular”.
“Una de las cosas que fuimos adaptando con los chicos más grandes fue hablar de drogas al volante, además del alcohol. Los efectos de la cocaína, la marihuana, el éxtasis, lo que provocan algunos medicamentos desde el eje de seguridad vial” recalcó Mauro.
“La inseguridad vial que se vive en la Argentina es cuestión de valores y los valores están siempre relacionados con la educación, que hoy por hoy está tan golpeada en el país” opinó.
Roberto y Mauro dirigen sus charlas a niños que están lejos se sentarse al volante y adolescentes que están empezando a aprender a conducir y otros que ya tienen su licencia de conducir.
“El ‘TC 2000 va a la escuela’ tiene una charla para los chicos de escuela primaria donde el tema se trabaja de una manera más lúdica y queremos que el chico se convierta en el mejor fiscal o concientizador para las conductas de sus padres” apuntó Mauro.
“En las escuelas secundarias, con chicos preconductores o conductores, muchos de ellos perdieron un amigo, un familiar, conocen a alguien muy cercano que la pasó mal o participaron en un accidente de tránsito, entonces ahí se trabaja mucho la parte vial y la parte física, que es una materia importante para explicar la seguridad vial” reveló.
Diferentes son las edades y también las reacciones: “En la escuela primaria hay mucha interacción de los chicos y en la secundaria es una hora, una hora y pico que no vuela una mosca, especialmente con un cierre emotivo que tienen estas jornadas”.
Como en muchos ámbitos, en seguridad vial las leyes están en la Argentina y no se cumplen, ni se hacen cumplir. “Pasa como en distintos ámbitos de la vida, pero en seguridad vial lamentablemente el tema atraviesa desde las grandes ciudades y a los pequeños pueblos” indicó Roberto.
“Siempre nos dicen, más allá de la magnitud de las ciudades, ‘menos mal que llegan, porque no se imaginan lo que es esto’, como pensando que es un microclima y lamentablemente es otro reflejo de lo que pasa a nivel nacional. Tiene que ver con la inconsciencia, con cuáles son las consecuencias y un poco por la rebeldía que se manifiesta en otros ámbitos y en este temas los resultados son dramáticos” remarcó.
“Con pequeños cambios podríamos hacer una gran diferencia -sugirió Roberto-. Nosotros apostamos a esto, con que uno de todos los chicos que ha participado de estas charlas tome conciencia de esta situación para nosotros es misión cumplida. Ojalá sean todos y ojalá que a quienes les haga el click en la cabeza puedan ejercer un efecto multiplicador en sus más cercanos” reportó.
En el tránsito diario por las ciudades se puede constatar que para los estados municipales salir a buscar infractores en la vía pública sería como pescar en una pecera. Sin embargo, Mauro sostuvo que la problemática no se ataca sólo con la cuestión punitiva.
“Lógicamente que si los municipios salen a hacer control van a agarrar un montón de gente haciendo multas, pero las cuatro patas de la mesa tienen que ser educación a los más chicos, concientización a los adolescentes y después controlar y sancionar” puntualizó.
“Si sólo nos vamos a preocupar por controlar y sancionar sin educar y sin concientizar ahí está faltando y la comunidad lo puede tomar como que es una política recaudatoria y creo que en gran parte de la Argentina sucede eso, y se están olvidando las dos primeras patas” advirtió Mauro.
El ex periodista de Olé y actual columnista de ESPN dedicó un párrafo a la infraestructura vial, aunque no la puso como la mayor responsable de las tragedias que se constatan a cada hora en rutas argentinas modelo 1940 sobre las que circulan rodados con tecnología y a velocidades del siglo XXI.
“Es una antigua discusión, tenemos una infraestructura vieja, pero creo que el factor humano sigue siendo el preponderante. La Ruta 3 está explotada con el tránsito que tiene. Yo sufro la Ruta 5 que va de Buenos Aires y La Pampa y hoy por hoy estamos con una alta tasa de accidentología” observó.
“Por supuesto que merecemos tener autopistas, pero creo que el factor humano sigue estando por encima de todo. Las rutas no alcanzan, pero también estamos viajando a velocidades que no corresponden, no se respetan las líneas amarillas . No estamos haciendo bien las cosas, entonces es un combo. Necesitamos mejor infraestructura, pero también concientizarnos para manejar mejor” consignó Mauro.