21-09-2023
El trabajo de estas organizaciones dentro de un establecimiento educativo. El aporte de referentes de la Facultad de Ciencias Sociales, Salud, Ingeniería y el Instituto de Formación Docente Nº 22.
Se encuentran en diferentes instituciones, tienen diferentes objetivos, maneras de trabajar, tiempos y organización, pero lo que sí comparten es un mismo bien: representar a los estudiantes de sus casas de estudios.
En el marco del Día del Estudiante, Verte habló con integrantes de los diferentes Centros de Estudiantes de instituciones educativas de la Ciudad, entre ellas la Facultad de Ingeniería, Sociales y el Instituto de Formación Docente Nº 22.
“Un Centro de Estudiantes significa un órgano de representación compuesto por estudiantes para las y los estudiantes. Es uno de los cuerpos que trabaja principalmente por el bienestar estudiantil, recolectando las demandas a partir del tránsito cotidiano por la facultad, por las aulas y los espacios comunes” comenzó contando Magdalena del Río, presidenta del CE Sociales.
Sobre su trabajo agregó que “tiene que ser muy comprometido y enfocado en las realidades de todo el estudiantado, con un método cercano y atendiendo a los casos particulares que se presenten”.
Por su parte, Agustina Pini -vicepresidenta del Centro de Estudiantes del Instituto de Formación Docente Nº 22-, explicó que “el trabajo de un Centro gira en torno de dos ejes: en primer lugar garantizar el cumplimiento de los Derechos de todos y cada una de las y los estudiantes y en segundo lugar generar espacios de diálogo, reflexión, debate y escucha, con el objetivo de seguir construyendo cada día una institución y sociedad más justa, democrática y humana”.
Además, la representante estudiantil sumó que “ser estudiante es tener la posibilidad de percibir el mundo desde una nueva perspectiva cada día”.
El presidente del Centro de Estudiantes de Ingeniería, Pehuén Merlos, agregó que “un Centro de Estudiantes significa democracia, libertad y militancia. El Centro de Estudiantes es un hogar y un amigo. Para algunos es esperanza y para otros es oportunidad”.
Lucía Otero, vicepresidenta del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Salud, aportó que “son una herramienta de participación política fundamental para cualquier establecimiento educativo, son el espacio de representación democrática y legítima con la que contamos las y los estudiantes”.
Representar a los pares
“Ser estudiante y al mismo tiempo representar al resto de los estudiantes no es fácil, porque uno además debe posicionarse como estudiante que también vive las complicaciones o las cosas que pasan dentro de la facultad” señaló la representante de Sociales.
Sobre la representación a los estudiantes del Instituto 22, Agustina indicó que “representar a las y los demás estudiantes del Instituto es una responsabilidad muy grande, pero también creo que es necesario que haya personas que se pongan al hombro tal responsabilidad, para seguir defendiendo nuestros derechos”.
Pehuén sumó su aporte y expresó que “es un desafío, un disfrute, una formación y por sobre todo. Es la necesidad de cubrir necesidades”.
La representante de los estudiantes de medicina y enfermería señaló que “formar parte de un centro de estudiantes implica muchísimo esfuerzo, es una responsabilidad a tiempo completo que exige obligatoriamente un trabajo colectivo”.
Derechos, luchas y demandas a conquistar
“En la Facultad de Ingeniería la militancia estudiantil tiene su lista de derechos ganados y conquistados. Es grande la responsabilidad de año tras año seguir luchando para que no se vayan e incluso mejorarlos” destacó su referente.
Además, sumó: “Tenemos como Centro de Estudiantes un edificio propio en el cual ofrecemos distintos servicios, como sala de estudios, espacio recreativo para distenderse, servicio de copiado, venta de artículos varios, pavas eléctricas, entre muchas más cosas que nos lleva día a día dedicarle su tiempo a mantenerlo, brindando becas, administrando lockers y boletos estudiantiles”.
“Luchamos por garantizar precios bajos en el comedor, tener un gimnasio propio; discutimos reglamentos y siempre elevamos la voz del estudiante en el Consejo Académico, Consejo Superior y la Federación Universitaria. Es una lucha de todos los días tener un edificio del Centro de Estudiantes digno y apto para el estudio, recreación y formación de todos las y los estudiantes” cerró Pehuén Merlos.
Con la misma mirada, Del Río opinó que “en nuestra casa de estudios tenemos muchas luchas vigentes, pero por ahí como para poner un ejemplo hay una que nos atraviesa a muchas facultades de nuestra misma universidad y es el tema de la franja horaria o la necesidad de un régimen que pueda contemplar las situaciones laborales de los estudiantes”.
Agustina marcó uno de sus desafíos más importantes, si acaso no es el más importante para todos los estudiantes del Instituto de Formación Docente: “La lucha más grande que tenemos está relacionada con la necesidad de un edificio propio. Nosotros compartimos edificio con el colegio San Antonio desde hace muchos años, y no vemos la hora de tener nuestro propio lugar”.
En una situación quizás algo similar, los estudiantes de Ciencias de la Salud también han atravesado inconvenientes con su edificio. “Nuestra unidad académica atraviesa una situación muy particular respecto a nuestro edificio el cual se encuentra en reforma y ampliación. Celebramos enormemente este hecho debido a que era muy necesario porque nuestra matrícula ha crecido exponencialmente en los últimos años” destacó Otero.
Educación pública
En cuanto al rol de la educación pública y su importancia, la referente de Sociales comentó: “La educación pública en Argentina es lo que permite que actualmente las universidades se vean llenas y yo estoy convencida de que eso es algo que tenemos que cuidar y que tenemos que defender mucho”.
Y agregó: “Me parece que sin la gratuidad de la educación en nuestro país habría muchísimas personas que no podrían estudiar, que no podrían llegar a ser profesionales como lo somos hoy en día”.
“La Educación Pública en nuestro país es justa e indispensable. Es un derecho que conquistamos como sociedad, que permite que todas las personas accedan a una educación de calidad y que por nada del mundo podemos dejar atrás” señaló Agustina, y agregó que “es importante hacerle frente a los discursos negacionistas y mercantilistas que andan circulando por las redes y defender la educación pública, gratuita, de calidad y de cercanía, siempre”.
Pehuén también opinó sobre la importancia de este derecho en Argentina. “La formación académica es la primera y última respuesta para mejorar la sociedad, formando personas con valores y conocimientos dignos, que salgan al mundo a construir el progreso y destruir lo que nos atrasa y enferma” dijo.
Por último, Lucía añadió: “La educación es un derecho y es el Estado quien debe garantizar el acceso a la misma de manera igualitaria y gratuita, tenemos la responsabilidad de profundizar la lucha para que todos los integrantes de la sociedad tengan acceso y oportunidades de crecer y desarrollarse sin importar el sector de la sociedad al cual pertenezcan”.