20-11-2023
Con una inversión del Estado nacional de más de 600 millones de pesos, la remodelación y ampliación del edificio donde se forman futuros médicos y enfermeros deja ver ya avances y cambios.
En mayo de 2021 se pusieron en marcha los trabajos de remodelación y ampliación de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional del Centro, una de las obras más importantes en materia de infraestructura universitaria encarada en los últimos años en Olavarría.
El proyecto, que había sido aprobado algunos meses antes bajo el Programa de Infraestructura Universitaria del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, impulsó la visita a Olavarría del ministro de la cartera Gabriel Katopodis.
Otra fecha perdida en la historia reciente de la sede de Salud fue el 4 de mayo del mismo año, cuando en Tandil se firmó el contrato entre autoridades académicas de Unicen y la empresa constructora adjudicataria, con una inversión prevista por entonces de 250 millones de pesos.
Sin embargo, en pocas semanas las expectativas y el entusiasmo por la modernización de la manzana que ocupaba el viejo Policlínico Ferroviario dieron paso a una sensación de frustración por repetidos incumplimientos de la empresa ganadora de la licitación (tanto de los puntos previstos en el pliego como en el pago de salarios) que derivaron en la paralización de los trabajos.
Con el correr de los días lo que comenzó como un reclamo salarial, siguió con reuniones que llegaron hasta el Ministerio de Obras Públicas de la Nación y tuvo como lamentable desenlace una violenta protesta de trabajadores con quema de gomas, destrozos en el predio universitario y sustracción de materiales a cuenta de la deuda que mantenía la firma a cargo de materializar el proyecto.
Sobrevoló sobre la obra en Salud el temor de que la remodelación y ampliación en su sede ingresara en la triste lista de elefantes blancos crecidos al amparo de la inoperancia del Estado y los incumplimientos de las empresas privadas.
No fue el caso.
Un día después de la pasada Navidad de 2022, casi como un regalo de Papá Noel, el rectorado de la Unicen anunciaba la reanudación de las obras en la Facultad de Ciencias de la Salud en función de los alentadores avances en el trámite relicitatorio.
La mutación de las palabras a los hechos ocurrió en los primeros días de marzo pasado y el monto para intervenir en estos 4.000 metros cuadrados había pasado a más de 615 millones de pesos.
En la sede de la Unicen en Tandil labraban un nuevo contrato el rector Marcelo Aba y Hernán Pérez, presidente de la empresa URBAN BAIRES, que se hizo cargo de la ejecución del proyecto coordinado en su momento entre los equipos de la Dirección de Obras de la Secretaría General de la Universidad y del Ministerio de Planeamiento y Obras Públicas de la Nación.
Hoy los trabajos en la manzana ubicada en la avenida Pringles están a cargo de tres arquitectos, dos tresarroyenses y un porteño: Alan Porfirio es el jefe de obra; Christian Madsen es el jefe de sector y Daniel Colombo es el jefe de producción y calidad.
“Estamos transitando el octavo mes en obra y hemos abierto todos los frentes en los que tenemos posibilidad de trabajar: las veredas, que son importantes porque estaban completamente destruidas y ahora están en uso permanente y otros sectores donde en los últimos meses se han registrado avances muy notorios” resaltó el arquitecto Porfirio.
De esos “frentes abiertos” mencionó que “la obra está dividida en 5 barra 6 sectores, de los cuales podemos acceder a 4 y en los 4 estamos trabajando, más lo que son los trabajos exteriores, como rampas, escaleras y veredas”.
“Tenemos dos sectores en los que aún no hemos podido entrar porque hay una parte administrativa en funcionamiento y una parte de estudiantes” marcó.
Porfirio explicó que “el ‘Sector 1’ es un aula grande sobre la calle Merlo donde se hizo la cubierta, se revistieron las paredes, estamos haciendo el cielorraso y la idea es entregar cuando antes ese lugar para que la Facultad pueda meterse ahí y nosotros podamos ingresar a los lugares donde hoy no podemos hacerlo” comentó.
El “Sector 2” es el comedor. En la porción que estaba techada se están colocando pisos nuevos y el cielorraso y en otro espacio se apronta la colocación del techo.
El arquitecto Cristian Madsen tiene a su cargo el “Sector 4”, que abarca toda la avenida Pringles y la calle Grimaldi.
“Se divide en dos, A y B. Este último es el que está en funcionamiento, donde están las oficinas administrativas de la Facultad y la idea es ingresar a fines de diciembre, cuando no haya actividades” adelantó.
“En el ‘Sector 4 - A’ se hicieron todas las terminaciones: revestimientos de baños, pisos de baños, Durlock y zócalos como para poder entregar e ingresar de lleno al ‘Sector 4 - B’. El ‘Sector - 5’, que es toda obra nueva, corresponde a la avenida Pringles y estamos con mampostería al ciento por ciento y estamos a full con la colocación de cubiertas” añadió.
A mediados de la pasada semana comenzó la colocación de la estructura de cubiertas, o techo.
“Son visibles los avances y creo que venimos muy bien. Para nosotros es muy importante para poder seguir trabajando dentro del edificio con las tareas que requieren que la cubierta esté colocada” interrumpió el arquitecto Porfirio.
“En pocos días esperamos dejar todo ese ‘Sector - 5’ techado y arrancar con cielorrasos, terminaciones, tabiquería de Durlock” remarcó el arquitecto Madsen y resaltó “estamos trabajando sobre las cuatro caras de la manzana, Grimaldi, 9 de Julio, Merlo y la avenida Pringles”.
En la planificación lo próximo importante en vista es el revestimiento exterior, que le dará una fisonomía irreconocible al viejo edificio del ex Policlínico Ferroviario.
“La idea es encarar fachada, revoques, revoque proyectado para ir dándole cierre a la imagen exterior del edificio” anunció el arquitecto Madsen y prometió que “va a tener placas de aquapanel de Knauf, es algo totalmente nuevo”.
“El fin de este ciclo lectivo nos va a ayudar para poder entrar en los sectores que no podemos entrar, que son el 3 donde está el Morfológico y el 4-B, con lo cual atacaremos dos frentes a la vez” valoró.
Madsen subrayó que “será muy positivo para nosotros porque son lugares donde prácticamente no hemos podido avanzar, como para que cuando se reanuden las clases tengamos esos espacios prácticamente terminados”.
La planificación marca que la obra en la Facultad de Ciencias de la Salud de Olavarría debe durar 14 meses, con fecha de entrega para finales de mayo o principios de junio de 2024.
“Sin tener en cuenta factores que puedan demorar la obra vamos en término. Veremos con qué nos encontramos después de las elecciones, si eso nos puede demorar. Una cuestión muy difícil este año ha sido la entrega de precios, presupuestos, suministro de materiales. Detalles que a nosotros nos implica muchísimo en el tiempo”, reflexionó el arquitecto Madsen.
“La mano de obra está. Tenemos mucha gente trabajando, mucha gente de Olavarría” indicó. Los olavarrienses son un gran porcentaje de los casi 70 hombres con cascos amarillos que se ven en toda la manzana.
La obra viene padeciendo otra variable, aunque inmanejable para todos los sectores involucrados. “La lluvia nos complicó. Ha habido mucha este mes, pero más que por cuestiones climáticas no hemos tenido grandes contratiempos” destacó el arquitecto Porfirio.
De acuerdo con los compromisos asumidos en el pliego, la obra hoy está casi a mitad de su tránsito entre la reanudación y la fecha de entrega prevista para mediados de 2024.
En cuanto a los términos contractuales, tanto el arquitecto Porfirio como el arquitecto Madsen revelaron que “estamos en tiempo y en condiciones”.
La obra
La obra de ampliación y remodelación del edificio que ocupa la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional del Centro tiene un plazo de ejecución de 420 días.
Consiste en la ampliación de 1.942,69m2 cubiertos, 314,44 semicubiertos y se reformarán un total de 1.715,29m2, con un crecimiento en la creación de la planta alta de la casa de estudios, sumado a reformas en la planta baja y conexión entre aulas, comedor, salón de usos múltiples e incluso la creación de una Biblioteca.
La inversión del Estadio Nacional proyecta cerrar el “claustro” en planta baja mediante aulas, servicios comunes y una importante reestructuración en el sector existente.
Un crecimiento del comedor, remodelación de un sector para refuncionalizarlo como biblioteca vinculando mediante galerías cubiertas y semicubiertas que conectan las funciones y sectores con las circulaciones internas.
Mientras que en la planta alta está en marcha sobre la cubierta preexistente (la losa de hormigón armado), un sector de nuevas aulas -talleres y sectores de servicio.