“Las ciencias sociales trabajan con las palabras que circulan”

La politóloga Cecilia Abdo Ferez acaba de ser distinguida con el Premio Houssay. Olavarriense de nacimiento, estudió en la UBA, se radicó en Alemania y formó parte de los científicos repatriados.

Esta semana se dio a conocer la nómina de los ganadores de los premios Houssay que otorga el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Se trata de un galardón para quienes hayan desarrollado la mayor parte de su actividad científica en el país y a investigadores que no hayan cumplido los 45 años al 1 de enero y a investigadoras que no hayan cumplido los 48 años antes de la misma fecha.

Para este año, los distinguidos fueron Iván Angiono, en el área de la Física, Matemáticas, Ciencias de la Computación y Astronomía; Paula Messina, en el área de la Química No Biológica, Ciencias de la Tierra, Agua y Atmósfera; Diego Croci, en Ciencias Biológicas y Bioquímica; y María Cecilia Abdo Férez, en el campo de las Ciencias Sociales.

María Cecilia es olavarriense y cursó la primaria en la Escuela 1, Juan Bautista Alberdi y luego, el secundario en el entonces Colegio Nacional. “Creo que de varios profesores y profesoras de allí tuve el incentivo de leer y orientarme a estos temas. Estudié Ciencia Política en la Universidad de Buenos Aires e hice también la Tecnicatura en Periodismo en la Universidad Católica. Empecé una maestría en FLACSO y la dejé sin terminar, porque me otorgaron una beca de la Fundación Adenauer para realizar el doctorado en la Universidad Humboldt de Berlín, en Alemania”, cuenta Cecilia en diálogo con Verte.

“Allí trabajé sobre la obra de Baruj de Spinoza, que es un pensador del siglo XVII holandés. Volví al país con la beca de repatriación científica del CONICET en el año 2007 e ingresé a la carrera de investigador, un año después aproximadamente”, repasa la investigadora.

Con posterioridad, tuvo varias estancias, entre ellas en Estados Unidos, con la beca Fulbright-CONICET. “Mis temas de investigación son, dentro de la teoría política, cómo surge el entrecruce entre derechos y distintas formas de pensar los individuos (como colectivos, como singulares, como átomos). También en el último tiempo me dediqué a cruzar nociones de cuerpo (máquina, organismo, falla en el saber, etc.) con concepciones de libertad”, explica Abdo Ferez.

Consultada sobre sus intereses en relación a las ciencias sociales, la investigadora detalla que su interés es “ver cómo las obras políticas clásicas pueden ayudar a pensar problemas actuales, como la violencia de género, la criminalización, la judicialización. Por ejemplo, en este año se publicó un libro en Eudeba, la editorial de la UBA, sobre judicialización de conflictos sociales en la Argentina y escribí sobre los femicidios de Olavarría”.

Sobre el premio otorgado y el significado que le concede, Cecilia no lo duda: “El reconocimiento es una alegría grande, un honor. Es un reconocimiento al área de trabajo de Teoría Política del Instituto Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, donde trabajo, y al CONICET. Somos una red de gente que piensa en conjunto, que se lee, se discute, se contrapone, acuerda o no”.

Finalmente acota, que “las ciencias sociales siempre están cuestionadas, pero quizá sean las más democráticas de las áreas de conocimiento: trabajamos con la materia del sentido común, discutimos sus palabras, no ponemos grandes barreras a que el otro pueda entender lo que decimos. En medicina sería imposible, en física también. Eso conlleva un riesgo, pero es un riesgo democrático: el de poder tener un interlocutor que es reconocido como tal”.

La investigadora considera que “las ciencias sociales trabajan con las palabras que circulan por las calles y tratan de devolverles su historia, cómo se formaron, qué significan, por dónde se movieron y quiénes las tomaron. En este contexto, pensar de qué textos está tejida la Argentina es importante para poder reconocer cómo hemos llegado hasta acá y ampliar los caminos que podemos imaginar, política y socialmente”.