06-12-2023
Sobre el animal encontrado en Olavarría, la Fundación Temaikén indicó en un comunicado que “por ahora los resultados son positivos y continúa el proceso para regresarlo a la naturaleza”.
El ejemplar de aguará guazú hallado días atrás en Olavarría está superando con éxito todos los exámenes en la Fundación Temaikén, donde fue alojado tras su rescate en una casa del Barrio PRO Casa V y son muy buenas las expectativas para que sea reinsertado en la naturaleza.
Con ello se descarta que haya sido una víctima de mascotismo. Su arribo a una región donde no es habitual parece haber sido por sus propios medios, así como en septiembre otro ejemplar fue detectado en el noreste de la provincia de La Pampa, 200 años después de su último registro.
Ayer por la tarde la Fundación Temaikén publicó en redes sociales un comunicado a través del cual informó sobre “este aguará guazú encontrado deambulando por las calles de un barrio en el medio de la provincia de Buenos Aires que estaba alejado de su área de distribución natural, por lo que se activó un grupo de rescate para asistirlo”.
El texto reportó que “se encuentra en el Centro de Recuperación de Especies Temaikén, donde se están haciendo evaluaciones para conocer su estado de salud”.
Siempre de acuerdo con el comunicado, los científicos alientan que “por ahora los resultados son positivos y continúa el proceso para regresarlo a la naturaleza”.
Intervinieron en este procedimiento el Municipio Partido de Olavarría, Bioparque Municipal La Máxima y la Dirección de Flora y Fauna de la Provincia de Buenos Aires.
El aguará guazú es un cánido endémico de Sudamérica, que habita en zonas abiertas inundables entre pajonales e isletas de monte y palmares (en Argentina, su distribución tradicional es en las provincias de Corrientes, Formosa, Chaco, norte de Santa Fe y Córdoba y este de Santiago del Estero) y se caracteriza por sus patas largas y un pelaje largo de color rojo con una especie de crin oscura en su cabeza.
Se encuentra amenazado principalmente por la acción humana, a través de la pérdida y/o degradación de sus hábitats óptimos, atropellamientos, persecución directa, captura y caza ilegal.
El poco conocimiento sobre la especie la rodea de mitos y desinformación, como por ejemplo la creencia de que se alimenta de ganado o es peligroso para las personas, cuando su dieta principal incluye peces, pequeños roedores, aves, reptiles y también frutos y con los humanos es huidizo.