06-02-2024
Empresarios del rubro han alertado sobre el riesgo inminente de más de 1.400 empresas y hasta 1.000.000 empleos directos e indirectos en juego.
El Consejo Federal de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) declaró en una reunión extraordinaria el estado de emergencia del sector en todo el país y alertó sobre el peligro que corren sus empresas socias y 200.000 puestos de trabajo.
La crisis se agrava al centrarse en la pérdida de empleos, con más de cien mil ya desaparecidos y la posibilidad de que se sumen muchos más. La falta de pago por parte del Estado ha llevado a la pérdida de más de 100.000 puestos de trabajo, mientras que otros 200,000 están en riesgo, sumando un total de 300.000 empleos directos.
Este número podría multiplicarse por dos o tres si se consideran los empleos indirectos en comercio y servicios relacionados con la construcción. En total, estamos hablando de casi un millón de puestos de trabajo, cada uno con una familia detrás.
La organización decidió reunirse ante "la excepcional gravedad de la situación de la actividad de la construcción" y reclamó a las autoridades nacionales y provinciales una solución en brevísimo plazo a los problemas planteados.
Los Consejeros presentes en el encuentro plantearon los problemas que enfrentan, "muchos de carácter terminal" y emitieron una cruda Declaración en la que señalaron que, de persistir la grave situación actual, "tendrá efectos irreversibles sobre el sector en particular y la economía en general"
CAMARCO representa a empresas que generan más de 500.000 puestos de trabajo, en forma directa, con un gran efecto multiplicador sobre el empleo y la actividad económica general de más de 140 sectores productivos, de gran relevancia en todo el territorio nacional
Declaración de Estado de Emergencia en la Construcción
Desde CAMARCO, señalaron que el país todo "vive un estado de emergencia económica y social" y puntualizaron en que "esa emergencia ya arrecia en el sector de la construcción, cuyo origen es el desborde inflacionario de 2023, agravado por el muy elevado aumento de precios de diciembre y enero últimos y el consecuente quiebre de la cadena de pagos" dijeron.
"No puede dilapidarse un capital humano formado a lo largo de décadas ni el capital, estructura y conocimiento acumulado en las empresas, prolongando aún más una crisis que lleva meses" agregaron.
De no corregirse la situación y mantenerse el estado imperante creen que "llevará a muchas empresas a situaciones de quebranto, probablemente definitivas, con las consecuencias económicas y sociales que ello implica".