24-02-2024
El secretario general de (SMATA) Olavarría, Claudio Molina brindó declaraciones acerca de la actualidad local, nacional y cómo se encuentra la actividad en el presente.
La celebración del “Día del Mecánico Automotor” en la Argentina data del año 1947, cuando el entonces secretario general del sindicato (SMATA), hizo la solicitud de reconocer el 24 de febrero como día de los trabajadores mecánicos. Ese mismo día, pero del año anterior, el 24 de febrero de 1946, se celebraron las elecciones en las que se proclamó a Juan Domingo Perón como presidente de la Nación.
Para el gremio impulsor de la fecha conmemorativa, “el arribo del Justicialismo al poder político trajo aparejado un nuevo concepto de soberanía política, basada en la soberanía popular”. De esta manera el pedido fue considerado por las autoridades y el 24 de febrero de 1947 se estableció por primera vez y de manera definitiva como día no laborable y pago en todo el país para los trabajadores del gremio automotor, en un acuerdo tripartito entre el Gobierno Nacional, el sindicato y las empresas automotrices.
Claudio Molina, actual secretario general de SMATA Olavarría, en el marco del día de celebración expresó que “más allá de las vicisitudes, de las enormes dificultades que hoy atraviesa la sociedad desde el punto de vista político y económico, abrazamos con pasión y con amor esta profesión que un día decidimos iniciar en nuestras vidas”.
“En un taller, en una concesionaria, donde sea que haya un compañero que sea un trabajador y afiliado, es alguien que enarbola nuestra bandera cada día, que la dignifica con su esfuerzo y con su empeño permanente, formando así parte de la familia mecánica en distintos rincones del país, y que desde SMATA defenderemos siempre, como sea, con nuestras armas, porque son quienes se merecen el mayor de los respetos. Ese es nuestro objetivo como institución y siempre lo haremos”, continuó.
En ese sentido, el secretario general habló para dejar un mensaje a todos sus compañeros y compañeras, para analizar la situación actual del sector y para dar su opinión respecto del aspecto político.
El presente de la actividad
“En la actualidad tenemos 123.000 trabajadores y trabajadoras distribuidos en todo el territorio argentino nucleados en nuestra actividad. Nuestra profesión es una de la más antiguas y aun así de las más importantes dentro de la sociedad”, sostuvo Molina y sobre el contexto actual agregó que “en la actualidad la industria automotriz atraviesa serios inconvenientes para su desarrollo normal, producto de las nuevas medidas políticas impulsadas por el ejecutivo nacional, y por la incertidumbre y la crisis económica que atraviesan todos los argentinos”.
Indicó que hoy en día hay al menos en 4 terminales (VW, General Motors, Nissan y Renault) con inconvenientes debido a la falta de materia prima al no poder girar dólares para pagar a los proveedores, generando así problemas en las autopartes, entre otras empresas con suspensiones.
Acerca del comienzo de año que tuvo la industria automotriz, señaló que la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), según informó días anteriores, hizo saber que en enero de 2024 se patentaron 33.727 unidades menos, en comparación con el mismo mes pero del año anterior (2023) en el que el pateamiento fue de 50.363 vehículos 0km, por lo que la caída es del 33%.
“La baja del mercado se debe al fuerte aumento de los precios de los 0km en la última parte del año 2023, tras la devaluación del peso después de la asunción de Javier Milei. Sólo en diciembre el incremento general de los 0km se ubicó entre un 40% y 60%, muy por arriba del índice de costo de vida y más en línea con la suba del tipo de cambio”, remarcó.
En esta línea, el secretario general sostuvo que “el dato del comienzo de este año 2024 es preocupante ya que enero representa, estacionalmente, el mes de mayor volumen de patentamiento de cada año, debido a que muchas ventas que se realizan entre los meses de noviembre y diciembre”.
La visión acerca del panorama nacional
Sobre el Proyecto de Ley Ómnibus y el DNU, dijo que “convalidarlos nos encaminará a la consolidación de un estado autoritario y de consecuencias imprevisibles. Un escenario de estas características, en el que se convalide el intento del ejecutivo de avasallar la división de poderes concediéndole facultades extraordinarias, configuraría un golpe institucional inaceptable para la comunidad argentina”.
Otro punto que destacó Molina fue la desregulación de las obras sociales sindicales, y explicó que “el aporte del 3% va a un fondo de redistribución, que es lo que erróneamente llaman la caja de las obras sociales, o lo que el gobierno de alguna manera busca instalar en los beneficiarios y en la comunidad en su conjunto”.
De este modo, sintetizó: “son aportes de los trabajadores que el gobierno administra, se redistribuyen para casos de enfermedades de altísimo costo. Las obras sociales no son la caja de los sindicatos, vale aclarar. Hay que decir también que desde hace tiempo, y esto se profundizó con la pandemia, todas las obras sociales sindicales para dar todas las prestaciones de salud y poder cubrir los gastos están siendo subsidiadas por los aportes sindicales”.
Un mensaje a los trabajadores
Dedicó unas palabras a los afiliados y expresó que” bajo la conducción de nuestro querido compañero secretario general Ricardo Pignanelli, que tengan la absoluta certeza que todos los compañeros estamos consustanciados e interiorizados de la situación en general”.
Además, agregó: “en cada puesto de trabajo, en cada taller, en cada fábrica existe un bastión en defensa de nuestra organización y que todos nuestros afiliados tengan en claro que no dudaremos en poner en marcha toda nuestra fuerza militante en defensa de la integridad y la dignidad de nuestros compañeros y compañeras”.
Centrándose en el panorama local, reflexionó y lanzó un mensaje de unidad en el que pidió “buscar la unidad y no ingresar en peleas vernáculas que sólo benefician a los verdaderos enemigos de los trabajadores y las trabajadoras”.
En cuanto al Gobierno Ejecutivo local, Molina expresó que “aún no tengo una opinión formada porque no he visto nada concreto hasta el momento. Sí puedo ver un municipio con varios conflictos”.
Sostuvo que, según su visión, esas diferencias “se podrían haber evitado, pero lamentablemente una vez más ganaron las diferencias entre la dirigencia política local y la sindical. Esto viene de vieja data y se profundizó con la normalización de la delegación regional de la CGT Olavarría, por lo que me hace pensar que la dirigencia política no quiere escuchar a los representantes sindicales y prefiere desconocer las distintas problemáticas que atraviesan los trabajadores/as olavarrienses”.
“Siempre milité incansablemente con el deseo de que una vez por todas estas diferencias queden al costado del camino, pero pareciera que algunos prefieren a hacer oídos sordos” finalizó.