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Información General 8M: “En mi área soy la única mujer”

08-03-2024

8M: “En mi área soy la única mujer”

Nelba Porcel trabaja desde hace 7 años en una cantera de Olavarría. Se formó, lo soñó y logró llegar a la planta operaria manejando volquetes y maquinaria pesada.

 

Le gusta manejar. La velocidad, la fuerza, las motos, el retroceso, la seguridad, incluso todas esas pasiones la llevaron a tener un sueño: trabajar de lo que ama, las máquinas viales y pesadas.
 

Nelba Porcel se desempeña como operadora y maneja volquetes canadienses desde el 2017 en Galasur, una cantera de Sierra Chica. Su recorrido para llegar hasta ahí fue arduo pero lo que nunca le faltó fue la perseverancia y las ganas de lograr lo que se proponía.
 

“Llegar a estar trabajando oficialmente en una empresa fue el sueño que se hizo realidad. Fui una persona que se propuso algo y lo logró, porque mi objetivo era este” contó Nelba en una entrevista con Verte.
 

Con diferentes profesiones y ocupaciones, además de ser operadora en una cantera, es enfermera a domicilio y acompañante terapéutica, dos trabajos que suspendió por su pasión de manejar.
 

El proceso para lograr su objetivo fue largo, incluso en tiempos que la mujer no es reconocida por hacer una labor de esta magnitud.
 

“Estuve mucho tiempo yendo al Municipio para pedir capacitaciones de máquinas pesadas. Fueron muchos años, he llegado a ir a los galpones de vialidad, fui a las canteras a preguntar si daban capacitaciones, me moví de muchas formas” señaló Nelba.
 

“Persevera y triunfarás” reza el refrán y ese fue el lema de Nelba.


“Yo golpeé muchas puertas. Hasta llegué a preguntar en negocios que vendían maquinaria 0 kilómetro y la gente se sorprendía de que quería trabajar de esto” expresó.


Además, contó que “en una ocasión en una empresa que vende maquinarias hubo un hombre que me dijo ´no se si vas a lograr lo que buscas´, pero a pesar de eso la persona me vio con muchas ganas y me ofreció aprender a manejar las máquinas”.


A raíz de la oportunidad de este empresario, Nelba pudo comenzar a practicar y manejar máquinas.
 

Para ella fue “tocar el cielo”. Además, esa persona no sólo le dio la oportunidad de la práctica sino también le indicó sobre un curso de capacitación de autoelevadores en el IteCo, (Instituto Tecnológico de Olavarría) que le cambió su vida.
 

“Eran 11 hombres y yo, entre ellos estaba mi hijo mayor que me acompañó” relató recordando ese momento.


 

En cuanto a la capacitación, Nelba dijo: “Me encantó. Con eso me anime a ir a empresas y recorrer espacios para buscar trabajo”.
 

Esa búsqueda comenzó y era interminable. Con un propósito muy claro, pero con un machismo que aún en 2024 no erradicó, Nelba fue una de las primeras en animarse al mundo de la minería, el trabajo rudo y los prejuicios instalados por ser mujer.
 

“En una empresa me dijeron que se trabajaba con autoelevadores pero que se requería fuerza, que hacían otros trabajos y no tomaban mujeres” contó y agregó que “en ese caso no me sentí mal, siempre pensé que en algún momento me iba a llegar”.
 

Esas prácticas discriminatorias no se terminaban y otra de las vivencias malas fue en una consultora de trabajo.
 

“Pedí que me anotaran para el puesto de operadora de cantera pero me preguntaron cual era mi perfil (en relación a mis otras profesiones). La chica que me atendió me insistió que siga por el camino de la enfermería y el acompañamiento terapéutico” expresó y sumó que “me molestó eso”.
 

“Las consultoras no deberían tener prejuicios a la hora de tomar gente en trabajos que son pura y exclusivamente de hombres” marcó muy decidida con su postura.
 

Orgullosa y radiante por su presente laboral, Nelba contó que participa en congresos de mujeres, en jornadas de producción impulsadas por el Ministerio de Minería y también el de Producción.


“Estoy muy orgullosa de pertenecer a la empresa de la que formo parte. Es una de las primeras canteras que ofreció sus máquinas para la capacitación de este oficio” comentó Nelba.


Además, aún repasando su camino hasta llegar a su meta, dijo que “todo fue una sorpresa, nunca pensé que iba a entrar ahí. Me presenté muchas veces, 10 es poco y siempre fui a la cantera en búsqueda de un puesto para mi”.


Y recordó una anécdota: “Un día me dijo uno de los ingenieros, ‘Nelba, viniste tantas veces que nos has cansado, pero veni que te vamos a tomar una prueba’ (risas)”.


Incluso, logrando trabajar de lo que anhelaba fue mucho el tiempo que pasó para que pudiera subirse a un camión a manejar. “Algunos no me lo prestaron y otros fueron muy amables en poder explicarme todo en detalle”.


Riesgo

Asumir la responsabilidad de trabajar en una cantera, en diferentes turnos, con peligros, no es fácil para nadie, pero mucho menos para una mujer.
 

“Son muchas toneladas, es un trabajo que requiere mucha responsabilidad y tiene que ser responsable en la seguridad, en su descanso, etc” explicó.
 

Actualmente, la operaria trabaja en la planta y para ella es uno de los lugares más entretenidos: “Pasé por producción, destape y ahora estoy en planta, el lugar más movedizo, eso me encanta”.


Recordando una de las peores situaciones que vivió, Nelba contó que “las noches son complicadas. Una persona joven me tiró el camión encima, por supuesto abordé la situación y pedí que eso sea la primera y última vez”.
 

Pero a pesar de eso, Nelba añadió que “la verdad que es una experiencia formidable. El mensaje es que a la mujer que le gusta, que haga la capacitación. Esa es una de las cosas más importantes”.
 

“Estoy al servicio de la empresa, es poco lo que puedo agradecerles por confiar en mí” expresó.



La fuerza del apoyo y las ganas

“Hasta el 2026 pienso seguir haciendo esto, mientras me dé mi físico y mi mente” señaló Nelba muy decidida por su oficio.
 

Aunque uno de sus pilares más importantes fue la familia: “Siempre me apoyaron, ellos me acompañaron a llevar los curriculum a las empresas. Mi esposo nunca pensó que yo iba a trabajar de esto, pero siempre me acompañó”.
 

“Tengo la mente amplía. Eso me ayuda para poder hacer muchas cosas y capacitarse no cuesta nada. Apuesto a que las empresas tomen a personas capacitadas y que todos sepan actuar con profesionalismo” remarcó Nelba, muy convencida con la importancia de estudiar.

 

El rol de la mujer

“Me gusta mucho el progreso, tanto emocional como físico. Nosotras nos movemos por emociones y esas emociones tienen que madurar a la hora de elegir algo” expresó la operaria.
 

Además, hizo una reflexión sobre la cultura machista: “El hecho de querer hacer algo que pertenece a hombres nos hace sentir que también somos útiles en ese lugar que podemos estar”.
 

“La mujer es una fuente de trabajo para sus hijos. También viven solas, crían a sus hijos, son ejemplo y esto va a ir mucho más lejos. Se ha avasallado el campo pura y exclusivamente masculino” cerró.
 

 

 

 

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