14-03-2024
Por la segunda fecha del torneo Interligas el Carbonero se impuso como local 3 a 2 con tres goles del delantero. Manuel Scacheri, con un golazo, y Diego Garabento convirtieron para el Chaira.
El clásico entre Ferro y Racing confirmó una de las leyes del fútbol: “Los goles no se merecen, se hacen”. Esto sucedió en el encuentro que se disputó en la noche de este lunes en el estadio "Domingo Francisco Colasurdo", donde el Carbonero ganó por 3 a 2.
El chaira fue el que dominó territorialmente a su rival, pero la efectividad y contundencia estuvo del lado de Ferro. Con una noche “mágica” de una de sus nuevas incorporaciones, Nicolás Lareu.
El volante devenido en delantero anotó los tres tantos de la victoria, uno más lindo que el otro. El tercero nominado para uno de los goles del año.
En los primeros minutos del primer tiempo se prestaron la pelota. Racing fue el que primero se acomodó y sobre el carril izquierdo empezó a generar peligro desde los pies de Matías Ordozgoiti.
Precisamente la primera jugada de riesgo llegó con un remate de Garabento que Vedelini controló bien. De manera inmediata un disparo de Scacheri y más tarde Ordozgoiti hacía lucir al arquero de Ferro que con un manotazo envió la pelota al tiro de esquina.
Todo era del chaira, mientras que Ferro no encontraba los nexos para que la pelota llegue limpio al frente de ataque, en muchos casos abusando del pelotazo.
A los 25 minutos y tras un grosero error de Racing en la salida, la luchó Stular y un rebote encontró de frente a Nicolás Lareu con todo el arco a disposición definió al ángulo y marcó el primer tanto del partido.
Pese a la desventaja el Chaira siguió buscando el arco rival, pero sin efectividad. Lo tuvo Daffara y más tarde Ordozgoiti,
A los 32 minutos luego de un rebote la pelota salió del área y se encontró nuevamente con Lareur, que desde el vértice derecho la colgó nuevamente en el ángulo para marcar el segundo y generar del pueblo Carbonero que poco le importaba la “justicia futbolística”.
Cinco minutos más tarde, Manuel Scacheri no quiso ser menos que Lareu y sacó un remate de aproximadamente 25 metros que hizo estéril la volada de Vedelini para marcar el descuento.
Sobre el final del primer tiempo, y tras otro error defensivo de Racing, Joaquín Stular quedó mano a mano con Vivas, pero no pudo impactar bien la pelota que se fue cerca del palo izquierdo del arquero Carbonero.
En el inicio de la segunda parte fue golpe por golpe Lareu se encontró con Garro pero una buena intervención de Vivas impidió el tercero. Acto seguido una buena triangulación Mujica –Daffara y Ordozgoiti generó peligro en el área rival.
Cuando iban 8 minutos del complemento, Daffara dejó en el camino a su rival, tiró un centro al área chica, que Garabento desvió con cabezazo y tras un roce en el defensor Aguirre terminó en el fondo del arcó marcando el 2 a 2.
Con una cancha de césped alto el cansancio de los jugadores se empezó a sentir. Ambos entrenadores comenzaron a mover el banco y buscando aire fresco.
Promediando el segundo tiempo, Rodrigo Garro la luchó, trabó, ganó y se fue por la derecha en el arco que da a la calle Balcarce. Tiró un centro atrás que llegó a Lareu, quien estaba afuera del área, paró la pelota y sacó un remate “estético” que se coló en el ángulo izquierdo de Vivas.
Esos goles que lo aplauden los propios hinchas, los neutrales y genera el “qué golazo” de algún simpatizante rival.
Sobre el final Mujica tuvo la igualdad pero otra muy buena intervención de Vedelini lo impidió. De esta manera Nicolás Moreno, de buen arbitraje, marcó el final del encuentro. Un clásico que poco tuvo de ser trabado y cerrado y se transformó en el “clásico de los golazos”.