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08-04-2024

Con una prestigiosa beca, obtuvo un doble doctorado en Europa

Agustín Laveglia defendió su tesis de posgrado en Alemania y Bélgica sobre sustentabilidad en materiales de construcción y se graduó con honores. En diálogo con Verte contó su experiencia.

 

A sus 28 años, Agustín Laveglia finalizó con honores (summa cum laude) un doble Doctorado en Ingeniería con mención en Sustentabilidad por la Technische Universität Darmstadt (Alemania) y la Ghent University (Bélgica).
 

El camino que transitó el joven nacido en Mar del Plata y criado en Olavarría no fue sencillo ni lineal. Comenzó sus estudios en la Facultad de Ingeniería de la Unicen donde inició su camino en la investigación, el cual tuvo continuidad en Europa y quedó plasmado en la tesis doctoral que defendió hace tres semanas.
 

Graduado de Ingeniero Químico en 2019, y también profesor, Agustín realizó su carrera a base de esfuerzo, dedicación y perseverancia aunque “con algunos sobresaltos”, como él mismo reconoce, pero siembre “bancado” por el entorno con quien comparte cada uno de sus logros.
 

A fines de 2020, y con una trayectoria que comenzó como estudiante en el campo de la ecoeficiencia en materiales de construcción, fue seleccionado entre más de 700 aspirantes para doctorarse en Alemania y Bélgica a través de una beca Marie Skłodowska-Curie Actions, de las más prestigiosas del mundo.
 

La investigación de Agustín, sintetizada en su tesis doctoral, aborda y cuantifica estrategias para decarbonizar los materiales de construcción. Su trabajo apunta a las emisiones netas cero de dióxido de carbono y forma parte de un proyecto general que involucra a investigadores de 6 universidades, 11 instituciones entre las que se destacan la Asociación Europea de la Cal y empresas de la Unión Europea.
 

Agustín contó su experiencia a Verte con el deseo de que la misma sirva para inspirar e incentivar a colegas, estudiantes e investigadores y que éstos “puedan conocer cómo ampliar fronteras para continuar con su formación”.
 

Con énfasis en el rol clave que cumplieron en su formación la educación y la ciencia públicas, el ingeniero recordó a sus mentores y explicó en detalle de qué se trata su investigación sobre sustentabilidad, la cual viene a brindar soluciones concretas para la reducción de los efectos del calentamiento global.


Docentes que marcaron el camino

“Siempre me interesó la química, y en la FIO tuve excelentes docentes que me permitieron abrir mi cabeza y explorar” remarcó Agustín al recordar sus primeros pasos en la academia.
 

“Mi cabeza se abrió cuando conocí a la profesora Mónica Trezza en el curso de Introducción a la Química. Ella estaba trabajando en materiales sustentables de construcción. En el segundo año de la carrera me pude acercar a ella y comentarle que estaba muy interesado en lo que hacía. Le pregunté cómo podía empezar y muy amablemente me explicó un poco más su trabajo y me presentó al grupo de investigación” contó.
 

Laveglia destacó que el grupo de la Facultad de Ingeniería dirigido por el profesor Fabián Irassar es uno de los más reconocidos a nivel internacional en la temática, “pionero en muchas tecnologías e investigación científica desarrollada, con los pocos recursos que tenemos”.
 

A través de una Beca de Iniciación Científico Tecnológica (BICT), Agustín se sumergió en el mundo de la investigación, supervisado y acompañado por Mónica Trezza y también por Viviana Rahhal, otra de sus mentoras.


 

Siguiendo la línea de la sustentabilidad en el terreno de la construcción, su trabajo estuvo enfocado en la economía circular. En calidad de estudiante y becario, indagó en cómo utilizar residuos como reemplazo parcial del cemento “para poder producir un cemento con menores emisiones”.
 

En 2018, el investigador de la FIO socializó los primeros resultados de su estudio en el Congreso de la Asociación Argentina de Materiales. En el marco de ese encuentro científico junto a otros jóvenes que trabajaban sobre la misma temática, surgió la posibilidad de inscribirse en una beca para viajar a Alemania.
 

Empujado por su directora, Agustín aplicó a la beca y quedó seleccionado junto a otros 14 investigadores de todo el país. Ese fue su primer acercamiento al territorio del que provienen sus raíces, y la oportunidad de vivenciar su cultura y costumbres.
 

Su primera experiencia en Alemania, contó Agustín, le permitió conocer todo lo que es posible hacer en un país del “primer mundo” como ese, y sobre todo “reconocer todo lo que hacemos en Argentina con la falta de recursos que tenemos”.
 

“En muchas ocasiones no contamos con los equipamientos necesarios para hacer lo que queremos y debemos pensar en formas alternativas. Y ese es uno de los motivos por los cuales los ingenieros argentinos son reconocidos en el mundo, ya que tenemos la posibilidad de pensar más allá” agregó el joven.
 

Y completó: “En países como Alemania, muchas veces cuando no está el equipamiento que se necesita para un proyecto, directamente no se hace. Por eso, esa experiencia me permitió poner en valor todo lo que hacemos en Argentina y la calidad de lo que hacemos”.
 

Agustín se graduó de Ingeniero Químico por la FIO - Uncpba en 2019 y el 2020 adquirió una beca de posgrado del Conicet que le permitió continuar con su investigación.


Doble doctorado

Sobre su postulación a la beca Marie Skłodowska-Curie Action del Programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, el profesional de Olavarría contó que supo de la convocatoria gracias a una publicación en Linkedin de uno de los docentes que había conocido en su viaje a Alemania.


 

El programa buscaba a 15 investigadores “en etapa inicial” para trabajar en distintos aspectos de un ambicioso proyecto que involucraba a los principales productores de materiales de la construcción a base de cal junto con las más reconocidas universidades de Europa.
 

“Un proceso complejo”, definió Agustín, que requería un avanzado nivel de inglés y que tuvo varias etapas de selección y entrevistas. Fiel a sus convicciones, el joven se inscribió y atravesó todas las instancias de evaluación.
 

Entre risas, recordó que la noticia de su selección a esa prestigiosa beca la recibió por mail mientras realizaba compras en un supermercado: “Tiré todo y empecé a gritar ´¡vamos loco!´” contó a este medio. Destacó que fue un “logro colectivo”, el cual involucró a docentes, familiares y amigos.
 

La beca María Curie le permitió a Agustín realizar un doble doctorado en dos de las más prestigiosas universidades de Europa. Por un lado la Universidad Técnica de Darmstadt de Alemania, formadora de científicos que han sido distinguidos con el Premios Nobel y reconocida por haber descubierto un elemento de la tabla periódica, el Darmstadtium. Por el otro, la Universidad de Ghent de Bélgica, con más de 400 años de historia y en la que Agustín estuvo 6 meses divididos en dos períodos.
 

El joven señaló que “fueron tres años de trabajo muy intensos” ya que realizó el posgrado en tiempo récord. “Mi contrato era por tres años, mientras que un doctorado de estas características dura alrededor de cinco, así que me propuse terminar en el período del contrato y lo logré” explicó al respecto.
 

Como si fuera poco, días atrás le informaron que es el doctor graduado más joven de la Technische Universität Darmstadt.
 

Además de lo valioso en términos académicos y profesionales, Agustín destacó la riqueza cultural de haber compartido un gran proyecto sobre sustentabilidad de materiales junto a otros 14 investigadores de distintas partes del mundo como China, Lituania y España.
 

Gracias a esa experiencia pudo recorrer y conocer gran parte del continente para visitar universidades incluidas en el proyecto y entablar un fuerte contacto con la industria mediante firmas que participan del mismo. “Es clave poder transferir a la industria el conocimiento que generamos desde la academia, así es como se genera el verdadero cambio” consideró.


Materiales más sustentables

“Hacia transformaciones netas cero y carbono negativas en materiales de construcción a base de cal” es el nombre de la tesis doctoral que Agustín Laveglia defendió en Europa.
 

El trabajo se basó en la cuantificación de la sustentabilidad en los materiales de construcción y la presentación de tres estrategias para decarbonizar (reducir o eliminar el dióxido de carbono) la industria: economía circular, transformaciones energéticas y nuevos procesos.
 

En la búsqueda de la innovación y optimización de recursos, la tesis de Agustín pretende ser un aporte para entender “en qué etapas del ciclo de vida de los materiales de construcción debemos focalizarnos y plantear estrategias para optimizar su sustentabilidad ambiental y económica”.
 

La problemática que planteó, ya desde sus estudios en los laboratorios de la Facultad de Ingeniería, tiene que ver con la necesidad de “repensar la manera en que producimos y que consumimos recursos”, teniendo en cuenta que durante los procesos de explotación y de producción el ser humano modifica la química de la atmósfera y ahí se generan los gases del efecto invernadero.
 

“La pregunta es cómo reducir el efecto del calentamiento global, y en ese contexto lo que los científicos ambientales sostienen que tenemos que movernos hacia emisiones netas de dióxido de carbono, que es el principal gas de efecto invernadero. Es decir que la cantidad de CO2 que se está emitiendo de alguna manera se tiene que absorber o remover de la atmósfera” explicó el ingeniero.
 

Para eso es necesario, sostuvo, diseñar planes de acción con las industrias. En este contexto, la investigación de Agustín indaga en cómo llegar a emisiones netas cero o incluso negativas en materiales de construcción sustentables.
 

Su tesis doctoral modela y cuantifica tres principales estrategias de decarbonización: la puesta en valor de residuos en la formulación de morteros/revoques de albañilería; la transición hacia fuentes de energía renovables de bajo CO2; y la optimización de hornos industriales, en los cuales se puede separar de manera directa el CO2 producido durante la fabricación de cemento/cal.
 

Su estancia en Europa le permitió conocer diferentes sistemas de producción y focalizar su trabajo en un horno que hace separación directa de CO2 puro, algo totalmente innovador teniendo en cuenta que para la descomposición química de la materia prima (piedra caliza) sí o sí se libera dióxido de carbono. Lo relevante de este punto es que, de esa manera, el dióxido de carbono puede dejar de ser una emisión crítica y un “problema” para transformarse en un subproducto valuable, con valor económico en la producción de energía y materiales.
 

“Eso va a tener implicancias muy importantes a nivel global, ya que a ese CO2 en lugar de emitirse se le va a dar un uso y a insertar en otros sistemas productivos, generando materiales más sustentables” remarcó.
 

Para sintetizar, Agustín especificó: “El principal resultado de mi investigación es que, para decarbonizar los materiales de construcción, es necesario observar todo su ciclo de vida, pasando desde su etapa de producción, de uso y disposición final. Los resultados de mi modelo muestran que, cuando implementamos las estrategias que diseñé y cuantifiqué en el marco de mi tesis doctoral, es posible llegar a emisiones de carbono netas cero e incluso negativas. Las emisiones negativas de CO2 refieren a que el material remueve CO2 de la atmósfera durante su etapa de uso. Esto es justo lo que necesitamos".


 

La investigación está alineada con el Plan de Acción de Europa 2050, en el cuál uno de los ejes principales es la separación del CO2 en todos los procesos, y la generación de valor a partir de él. El trabajo del olavarriense viene a mostrar, para el área de materiales de construcción, que eso es posible y que además es económicamente rentable.
 

Agustín seguirá viviendo en Alemania y comenzará a trabajar en una empresa americana dedicada a la sustentabilidad con oficinas en todo el mundo. Va a explorar un nuevo terreno, esta vez más alejado de la academia, pero que requiere de todos sus conocimientos como experto en el área.


“Agradecido a la universidad pública”

En varios pasajes de la entrevista, Agustín se definió como un férreo defensor de la universidad pública y de la ciencia pública, ya que “mi historia tiene que ver con eso”.
 

Al respecto, destacó que todo su camino en la investigación como estudiante fue apoyado por organismos públicos de ciencia. Sus desarrollos científicos se dieron en el marco de tres becas: la BICT (Becas de Iniciación Científico Tecnológicas) y aquellas otorgadas por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CICPBA).
 

“Todo lo que yo estuve desarrollando definitivamente está vinculado con la universidad pública, con la ciencia para la sociedad y con un proyecto de país que fortalece a las instituciones públicas para que puedan desarrollar políticas que permitan el avance en temas que son importantes, y que muchas veces lo poderes económicos no permiten o no están alineados con esas políticas que se requieren” añadió el doctor en Ingeniería.
 

Es imprescindible, consideró, pensar en un modelo de país que permita estos desarrollos que transforman individual y colectivamente.
 

Con su caso busca mostrar “cómo una persona que vivía a 12 mil kilómetros, con una vida totalmente diferente de la actual, pudo llegar a estos lugares que supuestamente son los mejores del mundo sin ser especial. Considero que no tengo una cabeza especial, simplemente me esforcé y laburé para eso, pero también conté con la posibilidad de estudiar en una universidad pública, participar de eventos que en su mayoría tienen que ver con la ciencia pública y obtener becas de investigación”.
 

En relación al contexto actual que golpea fuertemente a la educación pública, Agustín sostuvo que “estamos transitando momentos muy complejos con el desfinanciamiento de la ciencia y de la universidad en Argentina, por eso es importante poner en valor todo lo que se hace desde la educación pública y lo necesario que es un Estado presente”.
 

Primera generación de graduado universitario en su familia, definió a la universidad pública como “transformadora de realidades y de la sociedad en general”.
 

“Lo que nos falta para valorar esto”, lamentó.

 

 

 

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