12-04-2024
Fue fundado el 12 de abril de 1912. El actual presidente Emilio Incaurgarat y varios integrantes de la Comisión Directiva hablaron del presente de la entidad albinegra.
Estudiantes cumple 112 años cargados de gloria deportiva y de logros institucionales que lo han hecho trascender más allá de las fronteras del partido de Olavarría hasta convertirlo en uno de los clubes más importantes de la Argentina, y no sólo por la envergadura de sus instalaciones.
El Parque Guerrero es gigantesco, como gigantesca su impronta deportiva, por lo que fue y por lo que sigue siendo, al punto que una de las grandes esperanzas del deporte nacional (Agustín Vernice) en París 2024 salió de sus entrañas.
El mejor palista americano de la historia es nada más y nada menos que la punta de una pirámide con una base amplísima, que han constituido y constituyen los miles de niños, jóvenes y adultos que cada día atraviesan la portada de Del Valle.
Son los que hace más de un siglo vienen avivando la llama de la pasión albinegra, que se vio reflejada pocas horas atrás, cuando un número excepcional de socios se comprometió en las elección de autoridades que depositó por un nuevo mandato las riendas del club en Emilio Incaurgarat.
El primero de todos, a partir del 12 de abril de 1912, fue José Ripoll y hasta llegar a Incaurgarat han pasado 22 mandatarios.
El club hoy
En el salón principal de la Secretaría el actual presidente, Juan Falabella, Juan Esteban Álvarez, Mario Amespil, Luis Lohidoy, Luciano Trapani y Miguel Córdoba dialogaron con Verte. Repasaron su vínculo con la entidad albinegra, su rol como dirigentes y la continuidad de la gestión.
“El club está súper bien. Obviamente que siempre hay muchas cosas por mejorar, pero para una primera impresión la institución está muy bien”, destacó el titular albinegro.
Luego se refirió a lo que significa conducir los destinos de una de las entidades más grandes de la ciudad: “Es una responsabilidad gigante de la cual te vas dando cuenta a medida que pasan los días”.
“Empecé acá desde vocal suplente, el último para decirlo de alguna manera, y después fui ocupando otros lugares hasta llegar a la presidencia” recordó.
Luego, Juan Falabella expresó lo que representa la institución en su vida: “Vengo al club desde chico y en el presente lo veo, me gusta cómo está, cómo van creciendo todas las disciplinas en general. En lo personal es un orgullo ser parte de la entidad”.
Para Juan Esteban Álvarez, Estudiantes es un club “que te exige muchísimo todo el tiempo. Nunca vas a poder conformar a todos, hay mucha historia y logros deportivos, pero también hay una responsabilidad dirigencial”.
“La historia te obliga a estar todo el tiempo tratando de superarte, a pesar de que falten cosas y se cometan errores” añadió.
La gran mayoría de los dirigentes recordó sus momentos de niños en el club y coincidieron entre todos esa “obligación” de devolver al club todo lo que le dio en aquellos tiempos.
En estos últimos años resurgió pelota a paleta, una de las disciplinas que le dio muchas alegrías al club y que había desaparecido. Uno de los precursores de su regreso es Mario Amespil.
“Estamos dándole empuje a la actividad que se había perdido. Más que nada en la formación de nuevos jugadores. Se conformó la Escuelita, algo que estaba ausente y nadie se ocupaba y eso hizo que se perdiera el interés por la disciplina. Hoy ya tenemos cerca de 15 chicos en la categoría” valoró.
“Además, estamos participando en la Federación Provincia de pelota. La idea es que se vaya afianzando la disciplina y podamos recuperar el lugar que siempre tuvo Estudiantes” sostuvo el dirigente.
Luis Lohidoy es integrante de la Comisión de Infraestructura. Habló de la tarea de su grupo y remarcó que “todos los días hay necesidad de hacer un montón de cosas y tratamos de buscar la vuelta para hacer con menos un poco más”.
“Estoy muy a gusto con el grupo de trabajo y el principal interés de todos es brindarle las condiciones para que los chicos estén bien” acotó.
Luego se refirió a los próximos proyectos: “Hay muchos. Terminar el Minigimnasio, solucionar las falencias del Maxi, la batería de baños. Hay mucha planificación que se cortan por la falta de recursos”.
El apellido Trapani está muy vinculado con Estudiantes. El recordado Daniel fue uno de los artífices de la época más dorada del básquetbol de la entidad. Hoy su hijo Luciano es parte de la Comisión Directiva.
“Por ahí no se sabe que mi viejo antes de ser dirigente del básquet estuvo en el golf, en el mismo lugar donde estoy yo ahora. Estoy muy contento de poder colaborar con la institución. Me encontré con una CD organizada, bien representada y con las puertas abiertas a cualquiera que se quiera suma” dijo.
Uno de los dirigentes más antiguos que hoy integra la CD es Miguel Córdoba, quien empezó su trabajo como dirigente en 1966 y transitó por muchas comisiones y conoce cada rincón del club.
“Yo soy un agradecido del club. Me marcó mi vida y voy a estar eternamente agradecido. A los 11 años yo fui becado, porque venía de una clase muy baja, me abrió las puertas y me dio todas las posibilidades. Haber llegado a ser dirigente, de la mano de Emilio, para mí es un orgullo”.
Retomó la palabra Incaurgarat y dijo que “el club tiene chicos becados, que son propuestos por la Comisiones, en algunos casos con la cuota societaria en otros con la deportiva o con las dos.
Nosotros estamos abiertos a becar a toda la gente que lo necesite. Tenemos una función que es servir, contener. Que los chicos estén dentro del club y aprendan los valores. Me gusta y disfruta que la institución esté llena de chicos y chicas”.
Para el final Incaurgarat habló de los objetivos trazados: “En lo personal mi meta es seguir trabajando para poder desmitificar que es un club cerrado, que es una Comisión cerrada y mucho menos que yo tomo las decisiones solo. Eso es totalmente falso”.
“En los años que estoy nunca tomé una decisión importante, solo jamás y nunca va a ser así. Las puertas están abiertas a todos los socios” cerró el presidente albinegro.