17-05-2024
Por primera vez un ejemplar de esta especie es rescatado y reinsertado en la provincia de Buenos Aires, tras aparecer en Olavarría en noviembre pasado.
Fuente y fotos: Fundación Temaikén
ESCOBAR, 17 DE MAYO DE 2024 - Un ejemplar macho de aguará guazú (Chrysocyon brachyurus) volvió a su hábitat en la provincia de Buenos Aires luego de ser rescatado y asistido por especialistas.
Había sido encontrado en noviembre del año pasado, deambulando por las calles de Olavarría y fue derivado al Centro de Recuperación de Especies Temaikèn (CRET) para completar su rehabilitación comportamental y clínica.
La especie es muy particular y su aparición en esta área bonaerense es cada vez más recurrente. Poco conocido, es el cánido más grande de Sudamérica.
A pesar de que existen registros de que ocupó parte o la totalidad de Buenos Aires, en los últimos años esta provincia no se consideraba parte de su hábitat. Sin embargo, en la última década hubo al menos diez avistajes.
Este acontecimiento puede ser indicio de modificaciones en su distribución natural.
La aparición del aguará guazú (“zorro grande” en lengua guaraní) en esta zona del país se transformó en un hecho llamativo para los habitantes de esa ciudad y para los especialistas.
A raíz de ello el equipo del bioparque Municipal La Máxima y los Bomberos de la localidad de Olavarría acudieron al llamado de las autoridades, rescataron y brindaron los primeros cuidados, ya que no es zona de distribución de esta especie, y muchas veces es confundida con zorros o perros.
Del operativo también participaron miembros del Instituto de Ecología, Genética y Evolución UBA- CONICET y la Dirección de Flora y Fauna de la Provincia de Buenos Aires.
La reinserción, además de ser relevante para la especie, también ayudará a quienes la estudian a trazar un nuevo mapa de distribución del aguará guazú.
“El aguará guazú, como gran parte de los grandes vertebrados, parece haber ido modificando su distribución geográfica en las últimas décadas. Esto está asociado al cambio climático y la degradación de ambientes naturales” indicó Marcela Orozco, investigadora independiente del CONICET en la Universidad de Buenos Aires.
“Los empezamos a registrar en áreas donde antes la especie no era conocida, como por ejemplo el sur de la provincia de Buenos Aires. Luego de varios casos, se comenzó a pensar y proyectar la reinserción de animales rescatados en la provincia de Buenos Aires, específicamente en la ecorregión del Delta e Islas del Paraná” añadió.
Por tal razón, recientemente, se creó el SAFE Aguará Guazú (Saving Animals from Extinction), un programa internacional para protegerlo, del que participan organizaciones de Estados Unidos y Argentina aportando recursos para rehabilitar y hacer seguimiento a animales rescatados en distintas circunstancias.
La iniciativa se concentra principalmente en Argentina, donde reside la población más austral, catalogada como “vulnerable”. Es el caso de este aguará guazú, luego de una recuperación exitosa, ya de regreso a la vida en naturaleza podrá ser estudiado gracias a que será monitoreado diariamente mediante un collar de seguimiento satelital.
Cómo fue su recuperación
“En el CRET, se dispuso de un ambiente con abundante vegetación, con cámaras trampa para su seguimiento, y así mantenerlo en total aislamiento humano. Con dispositivos y técnicas de enriquecimiento ambiental, se estimularon comportamientos de búsqueda de alimentos y el uso de los sentidos para la detección de presas como las hallará en la naturaleza” agregó Guillermo Delfino, Responsable del Programa de Especies Amenazadas de Fundación Temaikén.
La organización tiene vasta experiencia en la especie y ha rescatado y rehabilitado cachorros, animales juveniles y adultos en distintas circunstancias en las últimas dos décadas.
Finalizado el período de rehabilitación, se le realizó una última evaluación, que incluyó la colocación de un collar satelital para su posterior seguimiento en el campo.
“Poder contar con esta herramienta es fundamental para recabar datos importantísimos, ya que podremos observar diariamente algunos de sus comportamientos como el uso y desplazamiento en el territorio y conocer el punto exacto donde se encuentra”, afirmó Delfino.
Sobre mitos y amenazas a esta especie
En la Argentina el aguará guazú se encuentra amenazado principalmente por la acción humana, a través de la pérdida y degradación de su hábitat, atropellamientos, persecución directa, captura y caza ilegal.
Incluso, fue víctima de la falsa creencia popular que lo relaciona con el “Lobizón”.
El poco conocimiento sobre la especie la rodea de mitos y desinformación, como por ejemplo, la creencia de que se alimenta de ganado o es peligroso para las personas, cuando su dieta principal incluye peces, pequeños roedores, aves, reptiles y también frutos y con los humanos es huidizo e inofensivo.
Es por eso que en paralelo se desarrolló un programa de trabajo con la comunidad, que incluye vecinos, alumnos y maestros de escuelas locales.
“El objetivo es dar a conocer la especie, sus problemáticas y cómo todos pueden ser parte de la solución a algunas de las amenazas que aquejan al aguará. Este trabajo de sensibilización es fundamental para la supervivencia de la especie en la provincia de Buenos Aires”, destacó el especialista de Fundación Temaikén.