Viajes compartidos: la alternativa al colectivo

Precios accesibles, modalidad puerta a puerta y traslados a destinos sin servicio, los motivos de la elección. Los estudiantes universitarios son los principales usuarios.

La forma en que los jóvenes viajan hacia otros destinos ha cambiado en los últimos años producto de diversos factores, principalmente el alto costo de los pasajes de ómnibus, la disponibilidad hacia ciertas ciudades y disconformidad con el servicio de transporte de media y larga distancia.

Desde hace un tiempo, la modalidad de “viajes compartidos” ha tenido un gran impacto en el modo de trasladarse, sobre todo en los estudiantes universitarios de ciudades aledañas o lejanas, que no cuentan con una ruta directa con las empresas tradicionales.

Se trata de grupos en las redes sociales, principalmente en Facebook o WhatsApp de los que participan cientos o miles de personas que se dividen en dos tipos: conductores y pasajeros.

Los conductores publican el día, horario y lugar de salida junto con el destino, y los pasajeros se comunican por privado para hacerse de un lugar. El precio del viaje se calcula por la cantidad de combustible gastado, dividido entre los ocupantes, algo que resulta mucho más económico que un boleto de micro clásico.

Lautaro, oriundo de Olavarría y radicado en Tandil es el creador de los grupos “Viajes (Ruta 226)” que en WhatsApp suman más de tres mil miembros, habló con Verte y contó que en los inicios “todo era boca a boca y después se armaron los contactos por las redes”.

“El que tenía auto preguntaba si alguien quería viajar para abaratar costos y viceversa, entonces resultaba mucho más cómodo y barato que sacar un pasaje, más que nada para los que teníamos que hacer conexiones o directamente no estaba el destino”, explicó.

El administrador sostuvo que al costo de los pasajes, también hay que sumarle el costo de un remis o un taxi hasta la terminal de ómnibus, y una vez en el destino “si no te pueden buscar también tenés que pagar hasta tu casa, y se termina haciendo un gasto grande solo para volver a tu ciudad”.

En esta línea, Lautaro indicó que el éxito de este fenómeno se debe principalmente al apartado económico pero también a la comodidad, ya que en la mayoría de los viajes compartidos el servicio es “puerta a puerta”.

Además, resaltó la experiencia que ofrecen estos traslados debido a que “son experiencias muy buenas porque la gente que los ofrece es buena onda, conoces nueva gente y es un viaje mucho más placentero con mate y charla de por medio”.

Sobre el arreglo del pago, aclaró que siempre debe hacerse durante el trayecto o una vez terminado y que bajo ningún motivo se debe abonar una seña. “Esta es la forma más común de estafar”, sostuvo e indicó que “en nuestra comunidad intentamos que no suceda para que siga habiendo seguridad y confianza”.

“Si nos avisan que hay una persona sospechosa o que estafó con un viaje, se elimina automáticamente”, señaló Lautaro.

Olavarría cuenta con miles de estudiantes universitarios, que todas las semanas o cada cierto tiempo buscan retornar a sus hogares y en algunos casos se ven imposibilitados por las circunstancias económicas o porque no hay servicio hasta su destino.

Mateo, de Tandil, es uno de los tantos estudiantes que conoció esta práctica al poco tiempo de ingresar a la Facultad a través de un amigo y que le permitió “volver mucho más seguido a mi ciudad porque se abaratan mucho los costos”.

Contó que una de las principales razones, obviando el ahorro de dinero fue que una de las empresas que iba hacia Tandil “siempre tenía problemas, como demoras, rotura de los colectivos y pocos horarios que no me permitían organizarme bien”.

“La comodidad de puerta a puerta y la rapidez de viajar en auto, que se tarda mucho menos que en colectivo también fueron aspectos que hicieron que elija los viajes compartidos”, resaltó Mateo.

Además, comentó que también ha estado del otro lado, ofreciendo viajes. “Sirve para ambos porque termina saliendo más barato el viaje llenando todos los espacios del auto y el estudiante también ahorra mucho”, detalló.

No sólo para estudiantes

Los viajes compartidos comenzaron como una modalidad entre estudiantes universitarios, pero debido al incremento de los pasajes y también la popularidad que rápidamente tomó esta iniciativa, ahora es una de las principales opciones a la hora de irse de vacaciones, realizar trámites en otras ciudades o cualquier motivo.

Desde Olavarría los principales destinos son Tandil, Azul, Benito Juárez, La Plata, CABA y los partidos de la Costa Atlántica.

En este punto, Lautaro comentó que nunca pensó que iba a terminar siendo para vacaciones o cualquier otro motivo, y agregó que “hoy en día que tengo mi auto no solo lo uso para viajar y ver a mi familia y a mis amigos, sino que también lo uso a veces para irme de vacaciones con alguien que busque el mismo destino”.

Nicolas, un joven de Benito Juárez que reside en Olavarría, contó que conoció los viajes compartidos gracias a un compañero de la Facultad. “Estaba transitando por problemas médicos y tenía que viajar a Tandil prácticamente una o dos veces por semana, y la posibilidad de un viaje compartido me facilitó muchísimo el ir y venir”, detalló.

Luego comenzó a utilizarlos para volver desde nuestra Ciudad a su pueblo natal, con el que no existe una conexión directa en colectivo.

“Un viaje de 40 minutos en auto se vuelve de unas seis o siete horas si lo hago en colectivo porque hay que hacer una conexión en Azul, esperando otro vehículo pero con esto se hizo mucho más rápido”, explicó sobre las posibilidades que le permitió en sus épocas de estudiante.

Otras ocasiones en las que suele utilizar esta modalidad es para asistir a conciertos en diferentes puntos de la provincia debido a que “sale prácticamente la mitad de un pasaje de colectivo, lo que permite ahorrar mucho dinero”.

Asimismo, Lautaro sostuvo que “si las empresas de transporte no igualan o mejoran el servicio y la calidez que brinda esta comunidad, seguirá creciendo”.

Por último, aclaró que viajes compartidos “no es un servicio u organización con fines de lucro, sino que se trata de una comunidad que existe para ayudarse entre todos”.