10-08-2024
Agustín Vernice coronó este sábado con un histórico cuarto lugar en la Final “A” de París 2024 una semana inolvidable para todo el deporte olavarriense.
Agustín Vernice coronó este sábado con un histórico cuarto lugar en la Final “A” de París 2024 una semana inolvidable para todo el deporte olavarriense. Nunca antes, en más de 100 años de historia, un deportista nacido en este punto del centro de la provincia de Buenos Aires había llegado tan lejos y tan alto.
Agustín Vernice nos hizo soñar durante más de una década, nos mantuvo despiertos desde bien temprano esta semana y este sábado el sueño se hizo realidad, aunque no sea con una medalla colgada de su cuello sino con un diploma olímpico.
Histórica, inolvidable y para qué seguir si no hay adjetivos precisos y contundentes para enmarcar la labor del mejor deportista olavarriense de todos los tiempos, que con su cuarto lugar en la Final “A” de los Juegos Olímpicos logró la mejor actuación jamás alcanzada por un palista argentino.
La semifinal había mostrado a Agustín en el soberbio nivel de la eliminatoria del pasado miércoles, otras vez segundo, otra vez con el segundo mejor tiempo entre los 16 que afrontaron la última instancia preliminar antes de salir al agua por las medallas y por el nunca buscado premio consuelo de la Final “B”.
En la semi Agustín empleó la estrategia al máximo, por momentos se lo vio entre los cuatro que daban un sitio en la Final “A” y por momentos fuera de ellos. Pero estaba todo diagramado con su entrenador Diego Cánepa y terminó segundo “por el hocico”.
Metió un tiempazo de 3:28.18 paara quedar como cuña entre el húngaro Adam Varga (3:27.92) y el checo Josef Dostal (3:29.05), que siempre son los grandes candidatos a quedarse las primeras posiciones en todas las competencias internacionales.
Cuarto finalizó el bielorruso Uladzislau Kravets (3:29.64), un hombre que sonaría fuerte un rato después. Todos adentro de la lucha por las medallas, poco menos de dos horas después.
Una ratito antes, en la otra semifinal habían logrado la clasificación para la final el húngaro Balint Kopasz (dueño del récord mundial y defensor del título olímpico), el portugués Fernando Pimenta (ganador del bronce en Tokio 2020), el alemán Jakob Thordsen y el sueco Martín Nathell.
La final por las medallas planteaba los interrogantes y las incertidumbres de siempre en las pruebas individuales, cuando de la “elite de la elite” de trata: entre todos los que habían “mostrado el hocico” en la llegada de las dos series semifinales, quién había estirado un poco menos el cogote porque el sitio en la gran definición estaba asegurado, para guardar máquina o para sacar las mejores cartas recién en la lucha decisiva.
Algo que siempre puso sobre la mesa Agustín (sobre todo después de la fantástica actuación en la serie, cuando habló de “no tirar manteca al techo todavía”) y lo advirtió su entrenador Diego Cánepa este mismo sábado para la pantalla de TyC Sports, en el intermedio entre las semifinales y las finales.
Y así fue nomás. El checo Josef Dostal, que había guardado bastante el miércoles y un poco menos este sábado se terminó colgando la medalla dorada con un tiempo de 3m 24s 07/100, cuatro segundos y pico menos que el mejor registro de las semifinales.
Lo escoltaron dos húngaros: Adam Varga se llevó la medalla plateada con una marca de 3m 24s 76/100 y la medalla de bronce fue para Balint Kopasz, con 3m 25s 68/100, mientras Agustín y el atleta del equipo independiente Uladislau Kravets compartieron el cuarto lugar con la misma marca: 3m 28s 10/100.
A la línea imaginaria de los 250 metros llegó el portugués Fernando Pimenta al frente, con un tiempo de 48s 04, escoltado por Dostal a 25/100, Kopasz a 89/100, Varga a 1s 77/100 y Agustín plantado entre los cinco primeros a 1s. 92/100.
En los 500 Pimenta seguía líder, con un parcial de 1m 38s 99/100, seguido por Dostal con 1m 39s 66/100, tercero Kopasz con 1m 39s 86/100, cuarto Varga con 1m 41s 93/100 y quinto Agustín con 1m 42s 04/100.
Al ingresar en los últimos 250 metros Pimenta empezaba a sentir algún desperfecto en su máquina y le había cedido Dostal el primer lugar; segundo portugués a 0,9 metros; tercero Kopasz a 1,8 metros, cuarto Varga a 12,9 metros y quinto Agustín a 15,1 metros.
El último cuarto de kilómetro terminó por dejar en el camino a Pimenta, encaramar a Dostal, definir la lucha por el segundo y tercer lugar entre dos húngaros y al cuarto puesto no lo pudo desempatar ni el “photo - finish” entre Agustín y el europeo Kravets.
Cuarto puesto, diploma olímpico y un sueño hecho realidad para Agustín, aunque haya quedado en el umbral de colgarse a la medalla.
Y esto no es lo mejor. Lo mejor es que apenas se trata de un capítulo más, el más brillante hasta ahora, del mejor deportista olavarriense de todos los tiempos.
Porque esta historia continuará. Con más carreras sobre el agua y más jornadas inolvidables protagonizadas por el pibe que un día pasó por el embarcadero de Parque Carlos Guerrero, se subió a un bote y sobre él navegó hasta la gloria eterna.