20-12-2024
Christian Geada, director provincial del Grupo de Apoyo Departamental (GAD), tenía a su cargo la seguridad de los eventos masivos en toda la Provincia. Fue exonerado, como una de sus acompañantes.
Ahora las cosas se entienden un poco mejor…
El comisario Christian Geada, director provincial del Grupo de Apoyo Departamental (GAD), uno de los principales cargos de la Superintendencia de Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE), que se ocupa de la seguridad de los eventos masivos en toda la Provincia, fue despedido luego del papelón que provocó en el ingreso al recital de Los Piojos en el Estadio “Diego Armando Maradona” de La Plata.
Traducido al castellano básico, debió ser la máxima autoridad provincial encargada de monitorear los operativos de seguridad en los próximos dos clásicos que jugarán Ferro y Racing por el Torneo Federal Amateur.
Tras el inexplicable episodio que protagonizó, fue desafectado de sus tareas y, según informó el sitio Infobae, el fiscal Álvaro Garganta decidió instar una causa penal en su contra, por lo que ya comenzó a estudiar las imágenes que se viralizaron en las últimas horas. Además, la Auditoría General de Asuntos Internos (AGAI) le inició un sumario administrativo.
En el video se puede ver al comisario con sus tres acompañantes a bordo del vehículo, tratando de pasar los molinetes que formaban parte del último de los controles dispuestos en el marco del operativo de seguridad.
Las posibles calificaciones que podrían aplicarse en su contra son las de "abuso de autoridad" y "violación de los deberes de funcionario público".
Quienes lo acompañaban a bordo del cuatriciclo, además, se convertirán en testigos para esa causa.
Una de las mujeres que intentó ingresar por la fuerza al recital de Los Piojos con el comisario también era policía.
La sargento Yésica Silvia Pérez, del Grupo Apoyo Departamental, fue desafectada, al igual que Christian Geada, quien conducía el cuatriciclo del escándalo y también era el responsable del operativo de seguridad.
Según se pude ver en las imágenes, tras intercambiar algunas palabras con los trabajadores del control del ingreso, el hombre se dispuso a ingresar y aceleró el vehículo, mientras se escuchaban de fondo los comentarios de los testigos indignados.
Finalmente, el efectivo arremetió para pasar por el espacio que se había abierto entre las vallas, que era insuficiente para ese vehículo de gran porte; y con ello terminó forzando el desplazamiento de la valla, que cayó sobre uno de los trabajadores.
La increíble escena terminó con un amplio despliegue de efectivos y personal, todo mientras los testigos gritaban indignados por lo que acababa de pasar. "¿Quién es ese?" y "¡sacalo de acá!", se oye gritar a varios de los testigos, mientras el personal corre detrás del cuatriciclo para detenerlo e incluso varios ayudan a uno de sus colegas, que yace tendido en el piso.