11-05-2025
El histórico profesor de tenis hizo un repaso de su extensa carrera. Fue mentor de varios jugadores que llegaron al circuito ATP, incluso fue el primer profe de Fede Chingotto en pádel.
Su apellido es sinónimo de tenis. Fue profesor de tres generaciones, abuelo, padre e hijo y todavía tiene las mismas ganas y pasión que aquel primer día que entró a una cancha para dictar clases.
Desde ese entonces han pasado 45 años. José Armendano pisó todas las canchas de Olavarría, aunque su vínculo más extenso fue en el club Loma Negra, donde estuvo 40 años.
Después de practicar su nuevo deporte, el golf, y antes de entrar a una cancha para seguir formando jugadores conversó con Verte.
En el inicio de la charla recordó que con la raqueta está desde los 9 años y que después de frustrarse su carrera como jugador profesional encontró en el profesorado su zona de confort.
“Las condiciones económicas en aquel momento no me favorecían y la situación estaba muy difícil. Era época de la dictadura y mis padres no se animaban a dejarme solo. Opté por quedarme acá y empezar a dar clases” recordó.
Con el dinero de las clases solventó sus estudios, que curiosamente no tenían nada que ver con el deporte. Se recibió de Maestro Mayor de Obra. “Nunca ejercí” reconoció entre risas.
“Mi padre me decía ‘vos dando clases te vas a defender’, pero yo me negaba y quería seguir intentando como jugador. Con el paso del tiempo me fui embalando cada vez más. Entré al Club Loma Negra, donde estuve 41 años como profe y donde me sentí muy cómodo” destacó.
Más tarde llegó la explosión del pádel y también formó jugadores. “Hice las dos cosas, volqué todos los cursos y experiencia para brindárselo a los más chicos en una disciplina nueva”.
Ser profe de tenis en la década del 80 no era lo mismo que en la actualidad y así lo confirmó el propio Armendano: “Individualmente era muy difícil. Había sólo dos clubes que tenían canchas, Racing y Estudiantes. Sólo jugaban los de clase más alta y alguno que le buscaba la vuelta por su pasión por el tenis”.
Armendano, como gran parte de los amantes del deporte, reconoció que “Guillermo Vilas realmente abrió las puertas del deporte para que todo el mundo se volcara a jugar. Se hicieron canchas por todos lados y realmente fue fabuloso para nosotros. Él logró que esto cambiará totalmente en el país”.
Dentro de su escuela hubo un par de jugadores que llegaron a meterse en el ranking ATP. Los casos más resonantes fueron los de Diego Hipperdinger y Bernando Palacios, para citar algunos.
Si bien no pudieron mantenerse o jugar grandes torneos Armendano señaló que “hubo muchísimos jugadores con unas condiciones increíbles, pero por distintos factores no llegaron. Competíamos con Tandil, que siempre tuvo tremendos tenistas, y ganábamos y perdíamos”.
“Del Potro fue contemporáneo con Barbosa, Bidé y Reyes, que ganaron tres nacionales. “Pico” Mónaco por ejemplo ganaba y perdía con Albín. Realmente la vara estaba muy alta y se potenciaban todos” acotó.
Y de inmediato agregó: “Así te puedo seguir nombrando a Zeballos con Pablo Ciancio y Bernardo Palacios. Hoy Horacio es el número uno del mundo en dobles y es increíble. Lamentablemente por diferentes motivos los nuestros no pudieron hacer esas carreras”.
Pero rápidamente recalcó que en el pádel fue a la inversa. “Se trabajó muy bien desde los más chicos. Acá en Olavarría hay muy buenos jugadores, sobresale Fede (Chingotto) por supuesto quien puso la vara muy alta”.
“Otro fue Gonzalo Salías, que no me cabe ninguna duda que hubiese llegado a lo más alto. Desgraciadamente pasó lo que pasó. Ahora también se insertó en el circuito Agustin Torre y hay jóvenes que están haciendo la escalera. En este deporte fue totalmente al revés que en el tenis”, recordó.
Retomando el camino del tenis, el “profe” hizo referencia a la actualidad de la disciplina en Olavarría: “Hoy hay chicos potencialmente muy buenos que pueden llegar. Agustina Tarántola me gusta mucho, y va por muy buen camino”.
“El tenis no está como me gustaría a mí. No hay tantos chicos jugando. La organización es bastante endeble, no tenemos una organización que nos avale desde la Federación y se hace muy difícil. La cantidad de chicos en los torneos bajó notoriamente. Hemos llegado a tener torneos de 300 jugadores. Hoy llegar a ese número se hace muy difícil” lamentó.
“El pádel se llevó mucha gente, la situación económica es bastante incómoda. También veo muy poco compromiso a nivel profesional. No hay profesores jóvenes que se inserten con esa actitud y se hace difícil para los pocos que estamos” reconoció.
En su extensa trayectoria Armendano destacó que más allá de lo deportivo siempre prioriza la formación del jugador: “Antes que el tenista me interesó la persona y estar cerca de la familia. Pasaron muchos chicos que han tomado clases y me valoran muchísimo lo que los ayudé a nivel personal”.
“Para mí eso es mucho más importante. Obviamente me hubiese encantado poder hacer ciertos caminos, como el que hizo Gustavo Tavernini, que llegó con su jugador a ganar la Copa Davis (Delbonis). Pero bueno, no se dio, no se pudo. Igual no me arrepiento porque cuando tuve la opción de elegir le di prioridad a no alejarme mucho de mi familia” sumó.
Su amor y pasión por el tenis quedó reflejado en una de las frases que tiró durante la charla. “Siempre digo que de la cancha voy a salir con las patitas para adelante. No me voy a rendir. Si el cuerpo aguanta, vamos a seguir” anticipó.
Para el final de la charla Armendano hizo referencia a sus preferencias tenísticas. A la hora de elegir con quién le gustaría pelotear no dudó: “Con Roger Federer, lo máximo. Siempre estaré enamorado de la técnica del suizo”.
Y más tarde eligió al jugador más completo argentino. “Lo dividiría en varios en virtudes de varios tenistas. El que mejor jugaba era Coria, el más competitivo Del Potro lejos, los más talentosos Gaudio y Nalbandian, el luchador y capacidad de sacrificio Willy Cañas. Así sería mi jugador perfecto” cerró con una sonrisa.
Mastantuono, “un tremendo competidor”
“El diamante de River”. Franco Mastantuono aparece como un deseo de los clubes más grandes del planeta, pero curiosamente el azuleño no siempre se dedicó al fútbol.
Si bien siempre fue su pasión, tuvo una importante incursión en el tenis y dentro de la disciplina acaparó las miradas de muchos profesores en su recorrido por distintas canchas.
Obviamente en alguna participación en Olavarría una de ellas fue de José Armendano.
“Tremendo jugador y aparte muy buen competidor. Cuando entraba a jugar le brillaban los ojitos porque sacaba lo mejor de él, son tocados con la varita. Cualquier deporte que hubiese elegido le iba a ir muy bien” sintetizó.
Durante la charla ante la falta de jugadores argentinos en el Top 20 del ATP, Armendano remarcó que “hoy tendría que aparecer un fenómeno terrible. Siempre pongo el ejemplo de Franco Mastantuono. Juega muy bien al tenis y yo lo vi competir de chico y era muy similar a Fede Delbonis. Dejó de jugar al tenis para jugar al fútbol y mirá dónde está. Esos salen uno muy de vez en cuando” remató.
“Chingotto era muy buen jugador de tenis”
En los 90 con la explosión del pádel, José Armendano llevó todos sus conocimientos a la cancha de 20 por 10. En aquel momento eran de cemento y rejas.
Entre todos los chiquitos que se anotaron en la “Escuelita” estaba Federico Chingotto. Junto a José dio los primeros pasos en el deporte y en la actualidad es el número tres del mundo.
“Fede arrancó conmigo en la Escuelita de pádel y además tomaba clases particulares conmigo. Después lo llevé al tenis, porque le aconsejé a su mamá que era importante que haga un poquito de tenis y los padres, que siempre fueron muy coherentes, me hicieron caso. El tenis ayuda mucho al jugador de pádel” recordó.
“Lo tuve hasta los 12 años, después se hizo más complicado. Yo tenía muchísimo trabajo, había alquilado unas canchas y se me complicaba. A partir de ahí pasó a entrenar con Matías Ortiz y realmente hicieron un trabajo bárbaro” valoró.