12-05-2025
Monseñor Hugo Manuel Salaberry, obispo de la Diócesis de Azul, habló del nuevo jefe de la Iglesia Católica. “León XIV es un hombre muy amplio e inquieto”, destacó
La designación de Robert Francis Prevost como jefe de la Iglesia Católica sorprendió al obispo de Azul Hugo Manuel Salaberry en la 126ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, que culminó el pasado viernes en la casa de ejercicios El Cenáculo de Pilar.
Según confirmó el mismo Salaberry, y dan cuenta todos los portales que cubrieron el encuentro, cuando la pantalla de televisión anunció a León XIV desde el histórico ventanal de la Ciudad del Vaticano una reacción de júbilo en forma de ovación se apoderó del recinto.
De regreso al centro de la Provincia, el titular de la Diócesis de Azul valoró que al nuevo Papa “a Roma lo llevó Francisco. De todas maneras, cada uno le imprime su propia impronta a esta misión tan especial y tan particular que hay en el mundo, como la de ser el Obispo de Roma y el jefe de todos los católicos”.
“Monseñor Prevost fue un excelente cura y lo fue también como obispo. Tiene cuestiones muy paradigmáticas, que son muy buenas para la Iglesia. Además, una vez que está elegido por todos ‘Roma locuta, causa finita es’, pero de todas maneras es un hombre muy amplio” destacó.
En este sentido, monseñor Salaberry apuntó que el flamante Papa es de “padre francés, la mamá española, nació en Estados Unidos, donde hizo primaria y secundaria en el Colegio de los Agustinos en Chicago y luego pasó -ya como religioso- a Perú, donde estuvo 25 años”.
“El cardenal Prevost puso los pies en el barro de verdad. Es otra de las cosas que tienen los misioneros: aman el lugar donde van, por más que sea una cosa diametralmente opuesta a su cuna o a lo que ellos han bebido de chicos” planteó.
“En un lugar muy pequeño hizo un trabajo misionero excelente. Fue el general de los Agustinos, con lo cual conoce todo el mundo, porque los generales de las órdenes religiosas tienen que recorrer todas las casas al menos una vez en su gestión. Hay muchas cosas que hacen que este hombre sea bien considerado para esta misión. Luego, la gracias de Dios es la que determina la fecundidad de cada uno” reflexionó.
Salaberry sumó que el nuevo Papa “es un hombre disponible, bueno, sencillo como se ha visto en las veces que apareció en público, con un modo de ser muy correcto, muy tranquilo, digamos. Así que estamos todos con una alegría enorme”.
“Estábamos todos los obispos reunidos y cuando apareció la fumata blanca fuimos todos a ver la televisión la tele y cuando dijeron que era el cardenal Prevost estalló una ovación, además es de acá, un cardenal americano” resaltó.
El obispo de Azul recordó cuando Prevost estuvo en la Argentina, más de una década atrás: “Fue en ocasión de la ordenación de un obispo agustino en La Plata y él vino como general de los agustinos a acompañar a este cura. Ahí lo conocimos. Y había estado antes también en Buenos Aires. Hay fotos donde está celebrando justamente San Agustín en ese momento con el cardenal Bergoglio”.
Salaberry tiene la misma expectativa que ganó el ambiente desde que se conoció su designación: que sea un Papa peregrino, como lo fue Francisco.
“Es inquieto, además es más joven que Francisco, que cuando llegó a Roma tenía 76 años años. León XIV ahora tiene 69 años” dijo.
Sobre las primeras palabras como Papa, coincidió con muchos en su insistencia en la palabra “paz”.
“La paz es una preocupación de la Iglesia. Y diariamente incluso. En nuestras relaciones cotidianas parece que vamos generando conflictos, que no estamos pacificados yo diría interiormente” reflexionó.
“No podemos hacer nada por la pacificación de Ucrania y Rusia, o de palestinos y judíos, pero nosotros en nuestro trato cotidiano podríamos hacer algo y en general uno está como a la defensiva si estás a la defensiva anida un espíritu beligerante” observó.
“Por lo general, con muy pocas personas la gente está con la guardia baja y cómo redunda la suma de esas pequeñas cosas. Ahí uno se da cuenta de lo difícil que es mantener la paz, incluso dentro de la familia” sostuvo.
Monseñor Salaberry tomó con agrado las palabras recientes de León XIV, al estilo de Francisco, haciendo un enfático pedido por el cese de hostilidades en el Cercano Oriente y en el este de Europa. “Es miserable para la humanidad pelear, poner a pueblos enteros en guerra por motivos económicos o para vender armas. Es un dolor, un fracaso” deploró.
“Él habla tranquilo, habla con paz justamente. Entonces, es posible hablar de la paz y vivir en paz con ese ‘pedigree’ y el Papa tiene todo eso asumido como propio” rescató.
En el cierre de la charla analizó la posibilidad de que León XIV venga a la Argentina: “Creo que sí, que va a visitar el país porque es un hombre inquieto y se aprovechan algunos viajes. Creo que a Perú va a ir y entonces en esos casos cuando se sale en viaje aprovechan para visitar varios países, aunque sea como para que uno lo pueda ver y recibir”.