“Tendríamos que participar de la discusión de las políticas públicas”

La Facultad de Ingeniería elige autoridades. Bettina Bravo encabeza una de las listas que disputarán la elección prevista para el viernes 30 de mayo junto a Gastón Barreto.

El viernes 30 la Facultad de Ingeniería tiene previsto realizar la elección de autoridades para los próximos cuatro años. Al igual que sucedió recientemente en la Facultad de Ciencias Sociales, dos espacios pugnan por quedarse con la conducción, en lo que resulta un hito histórico.

Una de las listas está conformada por la actual decana, María Peralta, y Silvana Gobbi; la otra, por Bettina Bravo y Gastón Barreto. Los acompañan en esta iniciativa que se ha denominado “ConFIO” Luciana Mentasti, Geraldina Roark y Adriana Sequeira.

“Somos un grupo de docentes investigadores de la FIO que formamos parte a su vez de un equipo que viene trabajando ya hace años intentando promover una propuesta alternativa a la que nos viene gestionando desde hace 50 años” comienza explicando la docente e investigadora Bettina Bravo en diálogo con Verte.

“Desde ese núcleo formado por docentes y estudiantes salió la propuesta de ir un poquito más allá de las elecciones de Consejo Académico de las cuales hemos participado para poder intentar ser parte de la gestión de toda la Facultad. Motivados principalmente, en mi caso, por los estudiantes que son la voz que me invita a hacer la cara visible de ese grupo que tiene como meta la gestión” relató.

Bravo comentó que la decisión de impulsar la lista estuvo motivada también por la situación que se está dando en el país, a la que no dudó en calificar de “brutal ajuste a la Universidad”.

“Todo eso ha hecho que nos acercáramos, que repensáramos la Facultad, la Universidad que tenemos y se volvieran a discutir principios que para mí son indiscutibles, como la Universidad pública y gratuita”, continuó.

“Entonces creo que todo ese movimiento ayudó a intentar hacer una propuesta superadora que intente transformar a la Facultad de Ingeniería y traerla al siglo XXI”.

“Sentimos que la Facultad, en varios aspectos, ha quedado retrasada de lo que hoy la sociedad demanda, tanto en formación de profesionales como en metodologías de enseñanza que atiendan a los nuevos ingresantes”.

“También estamos pensando en una Facultad que atienda a las demandas de la sociedad, que sea más empática, más inclusiva”, desgranó Bravo.

“Conformamos un grupo genuino para este momento en particular, y la condición era que quienes me acompañaran fueran jóvenes, para mí 40 años son muy jóvenes y eso es lo que hemos logrado” siguió.

“Luciana Mentasti, Geraldina Roark, Adriana Sequeira son las tres mujeres que pasarían a ocupar los cargos de la gestión en las secretarías y Gastón Barreto es quien me acompaña en la fórmula para el decanato. Compartimos una visión de la Facultad que atienda a las problemáticas sociales, que pueda involucrarse en las políticas públicas y pueda construir un conocimiento que no solo nutra a la academia sino también atienda los problemas reales y concretos y permita enaltecer a Olavarría, a la zona y a la provincia”, ahondó la docente.

Bravo se mostró a favor de la construcción de “un conocimiento que permita mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y que favorezca un trabajo colaborativo hacia adentro y hacia afuera de la Facultad”.

“Nosotros pensamos que desde las bases, desde los departamentos de cada área del conocimiento surjan las ideas y proyectos para poder generar entre todos una idea hacia dónde va la Facultad y por supuesto nosotros tener el compromiso de llevar las riendas”, argumentó.

Habló también de la importancia de que todos los actores del sistema tengan participación: docentes, no docentes, estudiantes y graduados.

“Necesitamos de una nueva Universidad porque tenemos una sociedad diferente, y necesitamos, insisto, construir acciones entre todos, conocimientos entre todos y todas, y pensar en ese profesional que se reciba de nuestra Facultad, pero que sea un profesional capaz de seguir aprendiendo. El mundo cambia, al igual que el conocimiento científico-tecnológico, entonces las habilidades, que le llaman blandas, creo que son primordiales y deben ser atendidas. Hoy no lo están haciendo”, apuntó.

“El contexto nos trae como principal consecuencia que sabemos que no vamos a contar con un presupuesto adecuado”, reconoció y siguió: “Para armar la plataforma tratamos de tenerlo siempre muy en cuenta, para pensar acciones que nos permitan eventualmente trabajar en conjunto sin contar o prometer que vamos a tener algún presupuesto extra porque la situación nos muestra que esto no va a cambiar a la brevedad”.

“Sí queremos cambiar a la Facultad para que cambie esa sociedad. Pretendemos generar estudiantes graduados que no solo sepan de matemática, de análisis y de tecnología, sino que puedan ser empáticos, resolver problemas y acercarse a los sectores más vulnerables para democratizar el conocimiento”, detalló.

Consultada sobre cómo trabajar en el estímulo de vocaciones científicas, Bravo dijo que no alcanza con hacer una feria de la Universidad para los chicos del último año del nivel secundario, aunque reconoció que no está mal. Sin embargo, apuntó que “se necesita un trabajo mucho más arduo para despertar vocaciones y para convencer a esos estudiantes de que pueden estudiar ciencia y tecnología para convencer a la sociedad que la ciencia y la tecnología son indispensables para avanzar.”

Respecto a la posibilidad de articular políticas con otros actores de la comunidad local, Bravo reveló que un denominador común que surgió en las distintas reuniones fue que se trata de un aspecto a mejorar, incluso con los graduados de la casa y con el ámbito industrial y productivo.

“Parece que la FIO es una burbuja difícil de penetrar. Nosotros tendríamos que participar de la discusión de las políticas públicas mano a mano, tenemos potencial, tenemos la posibilidad, nada de imposición, pero sí de trabajo en conjunto, aprovechando el capital humano”, apreció.