27-05-2025
El director del Bioparque “La Máxima” Bruno Vitale contó las distintas etapas del proceso de crecimiento del cóndor antes de su liberación en la Patagonia. Inminente inauguración de obras en el predio.
Esta semana se conoció la nueva identidad del pichón de cóndor andino nacido el 25 de diciembre de 2024, el número 20 en el marco del programa de reproducción y conservación de la especie, impulsado por el Bioparque Municipal “La Máxima”.
Los resultados del concurso propuesto por el Municipio a través del Polo Educativo y Recreativo dieron como ganador el nombre “Wamani”, que en quechua significa “espíritu protector de la montaña”.
En diálogo con Verte, el director del Bioparque Bruno Vitale, recordó que el Proyecto de Conservación del Cóndor Andino es gestionado por la Fundación Bioandina, que tiene sede en el Ecoparque en la ciudad de Buenos Aires (anteriormente denominado Zoológico) y los referentes principales son Luis Jácome y Vanesa Astore. El inicio de esta propuesta fue en Córdoba en 1991.
“Nosotros nos sumamos un poco después y nos convertimos en uno de los referentes de este programa de conservación. Logramos por lo menos la reproducción y liberación de 20 crías de cóndores, algunos de ellos criados por la pareja que tenemos acá, que en este caso son Rawson y Curá”.
“Además otros huevos fueron enviados al Ecoparque para ser incubados allá, ya que el programa de conservación lo que tiene es una incubación mixta de manera artificial en Ecoparque y de manera natural, llevado a cabo acá en la condorera por la pareja reproductora. Estamos celebrando el nacimiento del ejemplar número 20”, sintetizó Bruno Vitale.
Considerada una especie en extinción, Vitale recordó que el principal depredador del cóndor andino es el ser humano ya que “de manera indirecta, a través de cebos tóxicos, hace que los cóndores consuman estos cebos y resulten envenenados”.
La Fundación Bioandina en su portal web explica que en el marco del Programa de Conservación del Cóndor Andino, se han rescatado más de 300 cóndores provenientes de todo el país muchos de los cuales llegan heridos o muertos como consecuencia de la ingesta de cebos.
Se trata de una práctica utilizada por algunos pobladores ganaderos para tratar de controlar grandes carnívoros que afectan su producción (puma, zorro, etc.). Sin embargo, advierten, “esta práctica resulta ineficiente e inespecífica dado que pone en riesgo todas las formas de vida. El cóndor andino por su biología de carroñero es una de las especies más afectadas por esta práctica”.
Vitale detalló que el Programa, por un lado, persigue la reintroducción y la reproducción de los cóndores y además lleva a cabo el rescate de muchos de ellos.
“Los que tenemos acá, como el resto de las parejas reproductoras, son cóndores que fueron rescatados y no pudieron ser reintroducidos porque tienen un ala rota y no pueden volar o fueron envenenados y ya no tienen capacidades metabólicas como para ser liberados y fueron introducidos dentro del programa de conservación. No es que fueron quitados de su hábitat estando sanos y libres. Tiene esta doble función”.
Consultado sobre cómo sigue el proceso de evolución de esta especie, Vitale puntualizó que “todas las crías de cóndores que tenemos son luego liberadas en Río Negro. Hasta ahora se venía haciendo en las Sierras de Pailemán pero creo que va a cambiar aunque seguirá siendo en territorio de la provincia de Río Negro”.
Vitale recordó que el proyecto se llama “El cóndor retorna al mar” porque las liberaciones no son realizadas en la cordillera sino en sierras cercanas ya que se ha comprobado que el cóndor no solo habitaba en la zona cordillerana, sino toda la Patagonia, desde las montañas hasta el mar.
“Entonces el propósito es volver a habitar o reintroducir, en este caso, especies que fueron retiradas de esos lugares por cuestiones del avance del ser humano”, explicó.
Acerca de cuál es el momento en que se produce la liberación, Vitale aclaró que eso sucede después de una etapa de adaptación y lo decide el equipo de la Fundación junto al del Ecoparque.
“El entrenamiento lo realizan allá y tiene como fin que empiece a buscar la comida por sí solo, que comience a tener vuelo, cuestiones que nosotros no podemos garantizar aquí. Tiene que cumplir con una serie de pasos antes de poder ser reintroducido”, precisó.
El último ejemplar que había sido trasladado al Ecoparque fue Kuraq, que significa hermano mayor, nacido en febrero de 2023, e hijo de la pareja reproductora Rawson y Curá.
Los cóndores andinos, cuyo nombre científico es Vultur gryphus, son aves que desempeñan un papel crucial en el ecosistema. Son conocidas por ser las aves voladoras más grandes del mundo, con una envergadura que puede superar los tres metros. Estos animales son monógamos, formando parejas que suelen permanecer juntas de por vida.
Su importancia ecológica es innegable: como carroñeros, los cóndores andinos ayudan a limpiar el medio ambiente de restos de animales muertos, lo que previene la propagación de enfermedades y contribuye al equilibrio del ecosistema. Sin embargo, a pesar de su importancia, tienen una baja tasa de natalidad, lo que hace que cada cría nacida sea un acontecimiento significativo para la conservación de la especie.
El Polo educativo ya es una realidad
Bruno Vitale destacó que las actividades recreativas y educativas que se ofrecen desde el espacio municipal ya están pensadas en el marco del Polo Educativo y Recreativo conformado por distintas propuestas.
“Está integrado por el CIT, que es el Centro de Innovación Interdisciplinaria Tecnológica, el Museo de las Ciencias, el Bioparque y el Goco, el Grupo de Observadores del Cielo Olavarriense, que en su conjunto formamos el Polo”.
“Hay propuestas que, si bien algunas las seguimos sosteniendo de manera particular en instituciones, hay otras que están pensadas para realizarse en conjunto, de manera integrada, aportando la mirada de instituciones con diversos recursos, ya sea, en este caso, el Museo, aportando todo lo que tiene que ver con ciencia, el CIT con tecnología y el Bioparque “La Máxima” todo lo relacionado con ambiente”.
Las obras que habían sido anunciadas un año atrás por la gestión Wesner ya fueron finalizadas y comprendieron la construcción de un anfiteatro y el reacondicionamiento de distintos espacios del Bioparque que se encontraban deteriorados.
“Ya tenemos todo para hacer la inauguración, que será pronto. Así que estamos cerquita, esperando que también los días acompañen, porque venimos con días bastante feos, pero estamos próximos. Es lo único que te puedo decir”, dijo Bruno Vitale y manifestó que ya están armando el detalle de actividades para las vacaciones de invierno.