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Economia Cómo se compone el precio de la carne vacuna

03-06-2025

Cómo se compone el precio de la carne vacuna

Si se analiza toda la cadena, desde la cría hasta el comercio, el 59,3 % corresponde a costos de producción. El resto corresponde a impuestos y a las ganancias sobre el valor final.

La Federación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA) emitió un informe sobre el precio del kilo de carne vacuna, que en la Argentina tuvo un precio promedio de 10.221 pesos en el último mes de febrero.


Según este trabajo, algunos cortes se ubicaron por debajo de este valor, mientras que otros lo superaron: el precio de la falda fue de 6.196 pesos por kilo, mientras que el del lomo alcanzó los $ 15.468.


En el mismo informe se precisó que, para que la carne llegue al consumidor, la cadena enfrentó costos de $ 6.058 por kilo, mientras que los impuestos representaron $ 2.603 y que la ganancia total de la cadena fue de $ 1.560 por kilo de carne.

 

Al compararlo con la última medición de agosto 2024, la participación de los costos sobre el precio final cayó 7,7 puntos porcentuales; los impuestos aumentaron 3,1 puntos y las ganancias pasaron del 10,7 % al 15,3 %.


Entre agosto 2024 y febrero 2025, los precios de la cadena tuvieron variaciones dispares. El ternero y el novillito aumentaron un 33 % y 34 % respectivamente, la carne al gancho un 29 % y el precio al consumidor un 41 %, en un contexto de inflación acumulada (según los reportes oficiales) del 17 %.


En términos reales, todas las categorías y eslabones de la cadena cárnica aumentaron su valor, ya que sus incrementos nominales superaron a la inflación.


Al analizar los impuestos directos que paga la cadena, se observó que el 74,8 % corresponden a tributos nacionales; el 18,5 % a provinciales y el 6,7 % a municipales.


Dentro de la composición impositiva, el IVA es el impuesto de mayor peso, representando el 37,3 % del total. No obstante, esta proporción es inferior a la registrada en la cadena de la leche (65,8 %) y cercana a la observada en la cadena del pan (43,8 %), diferencias que se presentan dado que la carne y el pan tienen un IVA reducido del 10,5 % y la leche afronta una alícuota del 21 %.


En segundo lugar, el Impuesto a las Ganancias que aporta el 27,2 %, seguido por el Impuesto a los Ingresos Brutos, con un 14,9 %.


En comparación con el último informe de agosto de 2024, la participación del IVA cayó 5,3 puntos, mientras que la del Impuesto a las Ganancias creció 8 puntos porcentuales y la de Ingresos Brutos se redujo 2,4 puntos.

 

Participación por eslabones

 

Otra manera de representar la composición del precio es a través de la participación de cada eslabón en el precio final.


Para ello, desde la FADA se consideraron los costos de producción y el resultado económico de cada actor de la cadena, permitiendo calcular su participación específica.


Del precio final de la carne ($ 10.221), la cría representa el 27,9 %; el feedlot, el 23,6 %; el frigorífico, el 2,4 %; la carnicería, el 20,7 %, y los impuestos, el 25,4 %.


La carga impositiva sigue teniendo una fuerte presencia en el precio final, ya que una cuarta parte del precio al consumidor corresponde a impuestos. De hecho, la participación del Estado supera la suma de la carnicería y el frigorífico.


Al comparar agosto de 2024 con febrero de 2025 se observa una reducción de casi 3 puntos en la participación de la cría, mientras que el peso de los impuestos aumentó del 22,3 % al 25,4 %. Asimismo, el feedlot disminuyó su participación en 6 puntos, mientras que la carnicería la incrementó en 4 puntos.

 

En cuanto a los costos, en la etapa de cría se registró un aumento del 49,8 %, siendo el costo de comercialización el que más se incrementó. En el feedlot, los costos totales crecieron un 36,5 %, destacándose el aumento del 58 % en la compra de hacienda, frente a un incremento del 34 % en el precio del novillito.


En el frigorífico, los costos fueron un 32,2 % más alto que en agosto de 2024, siendo el valor de compra de animales y las comisiones los que más aumentaron.


En la carnicería, los costos subieron un 31,7 %, mientras que el precio al mostrador aumentó un 40,8 %. El precio final de la carne se ubicó casi 24 puntos por encima de la inflación acumulada en el período, mostrando una recuperación respecto al período pasado (mar / ago 2024), cuando había aumentado 13 puntos por debajo de la inflación.


En este análisis, se aplica un rendimiento del 58 % para la faena y del 76 % para el desposte.

 

Los fletes, a lo largo de toda la cadena, representan el 1,7 % del precio final, lo que significa que, por cada kilo de carne, el consumidor paga $ 172 en concepto de flete.
El costo laboral en toda la cadena equivale al 11,4 % del precio final, concentrándose en gran medida en el sector comercial. En términos absolutos, por cada kilo de carne, el consumidor paga $ 1.160 en salarios.

 

La producción primaria

 

Para la etapa de cría, se emplea el modelo de la Cuenca del Salado, publicado trimestralmente por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (SAGyP).


Este formato fue seleccionado por su representatividad dentro del stock bovino nacional y porque, además, sus parámetros técnicos se aproximan al promedio de los modelos regionales.


El modelo contempla una producción en 450 hectáreas, con un sistema basado en 95 % pastoreo a campo y 5 % pasturas. Se supone la venta de un ternero de 175 kilos, ajustándolo a 190 kilos, y se recalculan los costos según la diferencia proporcional de precios de salida.


La cría es una de las etapas más costosas de la cadena, ya que, para obtener un ternero por año, se requiere aproximadamente una vaca y media.

 


El ternero nace con 35 kilos tras 9 meses de gestación, y alcanza un peso de 175 kilos al destete en un período de 8 a 10 meses.

 

 

Frigorífico, faena y distribución

 

Para el frigorífico, desde la FADA se consideró un volumen de faena mensual de 5.000 cabezas, con un rendimiento pie/gancho del 58 %, un recupero de subproductos del 6,5 % y un desbaste del 5 %. En promedio, el peso por res se estima en 221 kilos.


En el modelo desarrollado en este estudio, el frigorífico se encarga tanto de la faena como de la distribución de la carne. Sin embargo, en la práctica, una forma habitual de comercialización es que el matarife contrate el servicio de faena y sea este quien, luego, vende la carne a las carnicerías.


Dado que el objetivo del análisis es reflejar la composición del precio de la carne al consumidor final, y no del animal completo, los recuperos obtenidos en el proceso se imputan hacia atrás en la cadena; es decir, se descuentan del valor del novillito y del ternero.


De esta manera, el cálculo considera únicamente el valor de la carne, excluyendo los ingresos derivados de subproductos.


En la carnicería, el rendimiento sobre la res al momento del desposte es del 76 %. No obstante, parte del producto que no se destina directamente al consumidor final se recupera a través de la venta de huesos y grasa.


Para garantizar la precisión del análisis, se utilizaron puntos de control basados en fuentes oficiales: precio del novillito, datos del Mercado de Liniers; precio del ternero, promedio de Rosgan y precio final de la carne, promedio ponderado del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
 

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