Los italianos celebraron la República y a sus pioneros

Se realizó este sábado en el salón de la Sociedad Italiana un emotivo acto con motivo del Día del Inmigrante y el 79º aniversario de la creación de la República Italiana.

Una de las colectividades más importantes que ha recibido esta tierra olavarriense, probablemente la más numerosa, celebró este sábado por la tarde en el salón de la Sociedad Italiana de Olavarría el “Día del Inmigrante” y 79º aniversario de la creación de la República Italiana.

Cada 2 de junio es fiesta nacional en Italia para celebrar la misma fecha de 1946, cuando por sufragio universal, los italianos fueron llamados a decidir qué forma de gobierno –monarquía o república– querían para su país tras la Segunda Guerra Mundial y la caída del fascismo.

La votación fue reñida: por 12 millones contra casi otros 11 millones Italia se convirtió en República tras 85 años de monarquía, lo que llevó al exilio a los reyes de la casa de Saboya, quienes fueron desposeídos de cualquier vestigio de poder.

Por otro lado, cada 3 de junio en la Argentina se celebra el “Día del Inmigrante Italiano” en homenaje al nacimiento del Gral. Manuel Belgrano, hijo de Domingo Belgrano y Peri, un inmigrante proveniente de Italia.

El acto comenzó con las palabras de la flamante presidenta de la Sociedad Italiana Claudia Leonardi, quien en su discurso puso de relevancia que “tras los horrores de la guerra, el pueblo italiano eligió el camino de la libertad, de la paz y de la democracia. Nacía la República Italiana y con esta la esperanza de un futuro nuevo”.

“Fue también la primera vez que las mujeres votaron en una elección nacional. Un momento que marcó el inicio de una nueva etapa, basada en la igualdad, la justicia y el compromiso ciudadano” añadió.

Lo unió con las celebraciones de cada 3 de junio “de este lado del océano”, que se celebra el Día del Inmigrante Italiano en honor al natalicio del creador de la Bandera.

“No es casual. Hijo de un inmigrante genovés, es como una forma de decir que la historia de la Argentina no puede contarse sin la presencia italiana. Fueron millones los que llegaron con una valija cargada de sueños, de trabajo, de idioma, de cultura, de canciones, de recetas” resaltó.

Aquellos, “aquí construyeron sus casas, su familia y también nuestras ciudades. Celebrar estos dos días es celebrar nuestras raíces y nuestro presente. Es tender un puente entre la tierra que nos dio origen y la que nos dio hogar”.

“Es un mirar atrás con gratitud y hacia adelante con compromiso” afirmó.

Luego de las palabras de la presidenta de la Sociedad Italiana el cura párroco de la Iglesia San José, Sebastián Briscioli, pronunció unas palabras alusivas a la conmemoración.

Se produjo el ingreso de los abanderados de las banderas argentina (Cristina Valeria, con Alicia Susana Abalo y María Cuccinotta) e italiana (Gabriela Betilli, con Enzo Ardizzoli y Gianni Di Campi).

Se entonaros los himnos nacionales de la Argentina y de Italia y luego la estudiante de 5º año de la Dante Alighieri leyó un discurso referido a la instauración de la República Italiana, a través del que invitó a reflexionar sobre los valores de la democracia, la cultura italiana y el rol de las instituciones en la construcción de la identidad.

“Cada 2 de junio se recuerda que el voto es un derecho, pero también un deber y constituye un mandato esencial de nuestro ser que debemos ser conscientes como ciudadanos” dijo en la lengua italiana y resaltó.

“La democracia muere si no se la protege (…) La República debe estar en el centro de nuestra vida” enfatizó.

El espacio de las palabras fue ocupado después por María del Carmen Benvenutto, quien respondió al porqué en la Argentina tenemos el orgullo de celebrar el “Día del Inmigrante Italiano”.

Como es habitual en cada acto en la Sociedad Italiana, el coro “Gli Amici” interpretó temas del cancionero tradicional italiano, entre los que se destacaron “Va pensiero” de Giuseppe Verdi con su conmovedor estribillo que dice “O, mia patria, sì bella e perduta

O, membranza, sì cara e fatal” (Oh patria mía, tan hermosa y perdida Oh memoria, tan querida y fatal) y “Marina, Marina” de Rocco Granata.

El cierre fue con la proyección de un video y luego los presentes compartieron un café, anécdotas los tradicionales “dolci” de las distintas regiones de Italia.