09-06-2025
Trascendió un pedido de apoyo en un grupo de Whatsapp en Olavarría. Los ajustes podrían llevar a que el agro quede sin respaldo técnico en un contexto mundial que exige mayor producción de alimentos.
Honda preocupación existe en el agro ante un nuevo avance de la motosierra del gobierno libertario que encabeza Javier Milei. En este caso la apuntada es una de las entidades más prestigiosas de la Argentina: el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Alarmante el mensaje que trascendió este lunes en un grupo de Whatsapp de gente vinculada con la actividad agropecuaria en Olavarría y además -en una entrevista con “La Nación”- Ariel Pereda, director nacional del INTA, admitió que el organismo en el último año y medio lleva una reducción de su planta en el orden de 650 trabajadores, por intimación de jubilaciones y “retiros voluntarios”.
“La posibilidad de que un DNU defina, además de una nueva constitución del Consejo Directivo, una centralización administrativa y financiera del INTA va a condicionar la toma de decisiones en la agenda institucional para el sector y el país”, advirtió.
“Los procesos biológicos que requieren de varios años de relevamiento de información o los ensayos de largo aliento para la producción de vacunas para la ganadería se verían notablemente resentidos” planteó Pereda.
El avance que busca el Gobierno, indicó, llevaría al achicamiento y reducción del Consejo Directivo, integrado por el sector público y el privado, especialmente en el cambio en su composición, con la salida de las universidades y la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea).
Este cambio modifica el modelo histórico de gobernanza del INTA, en donde el Poder Ejecutivo pasaría a tener un peso decisivo en los destinos de la institución.
“Estamos pidiendo que los productores y la gente que trabaja con nosotros se manifieste” sintetizó un empleado local que, por razones obvias, pidió reserva de identidad.
Este lunes circula una carta abierta en distintos grupos de Whatsapps en Olavarría pidiendo apoyo para evitar el desmantelamiento del INTA.
“Estimados: nos dirigimos a ustedes en un momento clave para el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en el que se discuten posibles cambios institucionales que podrían afectar su funcionamiento” empieza la nota.
“Como aliados estratégicos del INTA, ustedes saben mejor que nadie el valor que aportamos a la generación de tecnologías, la capacitación técnica y el desarrollo sostenible del sector agropecuario” sigue el comunicado.
“En este contexto, nos preocupa especialmente la propuesta de modificar la gobernanza del INTA, reduciendo el Consejo Directivo y trasladando el control financiero al Ministerio de Economía, lo que comprometerá la autonomía política y presupuestaria del INTA, haciéndolo vulnerable a vaivenes políticos del gobierno actual y futuros” advierte.
“Por eso, comprometidos con el fortalecimiento y mejora continua de nuestra institución, les agradecemos que puedan expresar públicamente qué hacemos en conjunto y su visión sobre la importancia del INTA para ustedes y para el sector en general, y que transmitan a las autoridades la necesidad de resguardar su integridad institucional, capacidades técnicas y estructura territorial” añade.
“Contamos con su apoyo para defender una herramienta clave para el desarrollo del país” finaliza.
La frase más contundente al respecto la pronunció el titular del INTA: “Si el Gobierno avanza con los cambios, de acá a un año, dijo, el INTA no existirá más tal y como se conoce hasta hoy y tendremos el riesgo de un INTA sujeto a los vaivenes políticos de los gobiernos de turno y con una mínima capacidad de respuesta para el sector productivo en un mundo que demanda cada vez más alimentos, principal fuente de divisas para el país”.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) fue creado el 4 de diciembre de 1956 por medio del Decreto Ley 21.680/56 con la finalidad de "impulsar, vigorizar y coordinar el desarrollo de la investigación y extensión agropecuaria y acelerar, con los beneficios de estas funciones fundamentales, la tecnificación y el mejoramiento de la empresa agraria y de la vida rural".