11-06-2025
El director nacional de Lechería dijo que “hay negocio en la lechería” y el productor es quien decide acerca del rumbo de su actividad. En Olavarría, hasta 2024, se contabilizaban 12 establecimientos.
En los primeros cinco meses de 2025 cerraron 80 tambos en la Argentina, según informó el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
Este número representó una caída del 2,4% en la cantidad de establecimientos, una tasa similar a la de los últimos diez años. En este contexto, Sebastián Alconada, director nacional de Lechería, habló sobre los desafíos de la actividad y el rol del Estado en un contexto global desafiante.
“Queremos aumentar las exportaciones porque estamos convencidos de que el crecimiento de la lechería está en el mercado exterior”, sostuvo Alconada durante el lanzamiento del Seminario Internacional de Lechería (SIL) en la sede de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
En su diagnóstico resaltó que el sector requiere adaptabilidad: “Estamos en un mundo desafiante, con guerras comerciales que obligan a dar volantazos rápido”.
El funcionario también se refirió a las medidas adoptadas por el Gobierno para eliminar restricciones: “No hay más Precios Cuidados. Ya no está la presión de que ‘o se pone leche para el programa o se cierran las exportaciones’. Eso no existe más. Es un gran avance”.
Según explicó, el objetivo del Gobierno es facilitar condiciones para mejorar la competitividad de los tambos. “Nos pusimos como objetivo el financiamiento en mejoras y la baja de costos tranqueras para afuera. Ahí están las claves de la lechería. Nuestro trabajo es ser facilitadores, generar condiciones para que el tambero pueda hacer buenos negocios”, afirmó.
Alconada enfatizó, ante la actualidad del sector, que el Estado no intervendrá directamente en las decisiones productivas: “El productor es quien debe tomar las decisiones. No va a estar el papá Estado para decirle dónde tiene que invertir. Hay negocio en la lechería”.
Consultado sobre la concentración del sector, destacó que la Argentina tenía una de las tasas más bajas de cierre por concentración a nivel mundial. “Pero eso era en un mundo medio imaginario. Hoy el gran desafío es trabajar en la eficiencia, que cada uno, producción, industria y Estado mejore sus números”, explicó. “Queremos salir al mundo con arancel cero, pero para eso hay que ser competitivos”.
Alconada reconoció que las tasas negativas de financiamiento que existían anteriormente ya no son viables. “Eso no va a existir más en la Argentina. Y no por eso dejaron de sacarse créditos. Hay un récord de otorgamiento”, apuntó.
Por su parte, Alfredo Trionfini, coordinador de lechería de la Confederación de Asociaciones Ruralistas de Santa Fe (Carsfe), se mostró escéptico sobre la cifra oficial. “No sé si son 80 tambos, son 80 Renspa que cerraron o dejaron de estar. No sé si son pequeños, medianos o grandes”, advirtió.
Para Trionfini, los problemas estructurales de la lechería son tres: informalidad, comercialización y sanidad. “La informalidad es el principal problema que tenemos. Luego la comercialización, pero creemos que solucionando la informalidad eso mejora bastante. El tercero es la sanidad, donde hay grandes problemas”, detalló.
En Olavarría, el último censo de la actividad se publicó el año pasado y revelaba la existencia de 12 establecimientos dedicados a la producción de leche, con una producción diaria de 29 mil litros de leche.
Desde la Dirección de Desarrollo Productivo se había consignado además que "dos de los tambos relevados tienen la capacidad de poder efectuar lo que se denomina como el ciclo completo. Es decir desde la producción de la materia prima hasta su posterior fabricación industrial de quesos, muzzarella o masa de muzzarella que posteriormente se comercializa en localidades vecinas. En los casos restantes, como dato relevante, todo lo elaborado ingresa a la cadena de producción local, ya que la producción es adquirida por empresas de la ciudad".