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16-06-2025

Del pizarrón al ChatGPT: la irrupción de la IA en las aulas

En la FIO, docentes e investigadoras del Profesorado en Química analizan cómo integrar estas herramientas en la enseñanza de las ciencias naturales sin perder de vista el sentido pedagógico.

 

Las aulas en Argentina no son las mismas que ayer, sin dudas. Si bien hace años que el campo de la investigación en Educación incorpora a las Tecnologías de la Información en los procesos pedagógicos, la irrupción del Chat GPT y la Inteligencia Artificial terminaron por dar vuelta el tablero. Investigadoras del Departamento de Formación Docente de la Facultad de Ingeniería reflexionan sobre los desafíos que hoy son diálogo permanente.

 

De los cambios que trajo el mundo digital y la explosión de conocimiento en los últimos años no escapó ningún rincón del mundo. Pero el impacto en el ámbito educativo es cada vez más notable.

 

Desde que OpenAI presentó su chatbot conversacional en 2022, prácticas como la elaboración de trabajos prácticos, evaluaciones, informes técnicos o resoluciones de problemas comenzaron a apoyarse en esta herramienta, desafiando a la Escuela y la Universidad a repensar los trayectos formativos y las etapas del aprendizaje a las que llega.

 

La Mg. Ana Fuhr es directora del Departamento de Formación Docente de la Facultad de Ingeniería de la UNICEN. Junto a las Prof. Hilen Moccearo y Prof. Fiorella Lurbet forman profesionales que enseñan química y ciencias experimentales en aulas de educación secundaria y superior. Hoy se capacitan en Inteligencia Artificial y buscan la manera de sacarle el mejor provecho.

 

Percepciones, usos y desafíos pedagógicos

 

La aparición de la IA generativa no sólo tensiona las prácticas pedagógicas tradicionales sino que directamente atraviesa nuestros vínculos diarios como sociedad. “El desarrollo que ha tenido en las tecnologías digitales impactó en la forma de comunicarse, de acceder a la información, de que esa información se transforme en conocimiento”, destaca la investigadora Mg. Ana Fuhr.

 

“Estamos en un debate continuo ya que es muy difícil que estudiantes puedan diferenciar información de conocimiento, o cuando una fuente es fiable o no. Consumen otro tipo de contenido para el cual no hay estrategias dadas para evaluarlo”, sostiene la docente de la FIO.

 

 

 

Si bien el uso de las herramientas digitales generativas es diferente en los distintos niveles (inicial, primaria, secundaria, superior) en la formación docente de la Facultad de Ingeniería de Olavarría ya se han dado pasos concretos. El último plan de estudios del Profesorado en Química incorporó dos espacios específicos para abordar estos temas: “Cultura, comunicación y TIC” y “Uso de tecnologías digitales para la enseñanza de las ciencias naturales”.

 

Atender las trayectorias diferenciadas

 

La formación docente continua y el sentido pedagógico de este tipo de soportes en el aula es central no sólo para quienes forman a la próxima generación de docentes sino para los estudiantes mismos.

 

“Pensamos los puntos de partida diversos, a las trayectorias educativas diferenciadas que tienen los estudiantes a la hora de ingresar al sistema, pero también las posibilidades que otorga la institución para justamente garantizar la filiación institucional, la alfabetización académica”, expresa Fiorella Lurbet. “Se trata de condiciones materiales, simbólicas, de capital cultural y de las posibilidades que tienen, ya sean familiares, del entorno, los que fueron provistos por la educación secundaria”, agrega la docente del primer tramo del Profesorado en Química.   

 

En experiencias tanto en aulas de secundaria como en cursos introductorios para ingresantes a las carreras de la FIO las docentes observan que los y las estudiantes no confirman usar la inteligencia artificial, como si estuviera mal vista. Sin embargo cuando se promueve activamente su uso empiezan a aparecer algunos usos concretos, lo que sugiere que existe cierto desconocimiento o estigmatización inicial hacia estas herramientas.

 

Hacia un uso reflexivo y situado

 

¿En dónde impactaron el chatbot y estos desarrollos? En todo: en la planificación y organización de las clases, en proponer dinámicas diversas que atiendan justamente a los distintos modos de enseñar y aprender en relación a las trayectorias diferenciadas anteriormente. “Pensarlas de manera procesual y formativa, no solo sumativa”, resalta Ana Fuhr.

 

“Dentro de los debates y de los desafíos actuales, también implica pensar la formación docente desde los nuevos marcos normativos como la Educación Sexual Integral, la educación ambiental integral y también la cultura digital, estos aspectos que son necesarios y que son transversales a toda la formación y a todas las materias de los profesorados”, reflexiona la Directora del Departamento. Asimismo remarca la importancia de la formación docente como un primer paso, pero no como un punto de llegada: “Uno de los desafíos es formarnos, y formar en la formación docente diciendo, bueno, es una puerta inicial, pero te vas a tener que seguir formando”.

 

En esta línea, Hilen Moccearo, junto a la docente Silvina Cappeletti, realizó cursos de posgrado en la UBA y la Universidad Nacional del Nordeste orientados a explorar el uso de la inteligencia artificial (específicamente herramientas como ChatGPT) para resolver problemas en ciencias experimentales y fomentar habilidades clave como la explicación y la argumentación.

 

“Esa habilidad implica un montón de procedimientos, identificar el problema, saber usar los datos, identificar modelos teóricos, buscar estrategias de resolución, comunicar resultados”, explicó Hilen. Ambas desarrollaron propuestas basadas en el concepto de “laboratorio extendido” que incluye no solo laboratorios remotos sino también simulaciones, entornos virtuales y tecnologías accesibles como los teléfonos inteligentes. Esta mirada busca ampliar las posibilidades de realizar actividades experimentales sin requerir la presencialidad en un laboratorio físico.

 

A partir de esta formación, diseñaron una propuesta destinada a la formación del profesorado en Química, con el objetivo de que los futuros docentes puedan incorporar tanto el uso de inteligencia artificial para la resolución de problemas como también incorporar otras tecnologías digitales para ampliar las posibilidades de acceso a actividades experimentales. El planteo no busca desalentar el uso habitual de IA u otras tecnologías digitales entre estudiantes sino justamente partir de esas prácticas para generar una conciencia crítica de ese conocimiento: “analicemos qué nos está dando y ahí es donde aparece la propuesta”, sostiene la docente.

 

Trabajar la cultura digital
 

Desde el Departamento de Formación Docente, Ana Fuhr aporta una mirada complementaria que subraya la necesidad de discutir no solo el uso de la inteligencia artificial, sino otros desarrollos tecnológicos que inciden en la enseñanza de las ciencias.

 

“Al menos en la formación nuestra, desde algunos espacios empezamos a pensar su uso y a cuestionar. Pero no solamente la Inteligencia Artificial”, señala en diálogo con otros debates actuales como el de la evaluación, que atraviesa tanto el nivel secundario como el superior. Las transformaciones normativas recientes, junto con los cambios en los diseños curriculares, han puesto en tensión los regímenes evaluativos tradicionales.

 

Esta perspectiva se enlaza con el desafío de valorizar el conocimiento profesional docente. “Hay que construir un conocimiento que es particular de la docencia, que tiene que estar a la altura de los desarrollos tecnológicos y de la cultura digital”, afirma Fuhr.

 

La Profesora Fiorella Lurbet reconoce que “este escenario nos pone frente a una oportunidad formativa, pero también nos obliga a revisar qué tipo de conocimientos queremos construir y cómo los enseñamos”. Su colega Hilen Moccearo está de acuerdo: "no se trata solo de usar la inteligencia artificial para resolver un problema, sino de analizar críticamente qué nos está dando, qué nos permite pensar y cómo lo fundamentamos desde lo científico."

 

Desde la Facultad de Ingeniería de Olavarría, el Departamento de Formación Docente asume el desafío de pensar una enseñanza de las ciencias que dialogue con los cambios culturales, tecnológicos y pedagógicos de esta era digital. Lejos de rechazar la irrupción de la inteligencia artificial, las propuestas buscan integrarla críticamente en las aulas, como parte de un proceso formativo que valore tanto el conocimiento científico como el rol docente en la construcción de saberes significativos.

 

Fuente: Prensa Facultad de Ingeniería 

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