22-06-2025
Organizadores y protagonistas dialogaron con Verte sobre el crecimiento de estas competencias. El torneo “Diez Olavarría” convoca a casi 800 jugadores y 60 equipos por fin de semana. Deporte, pasión y disciplina, los condimentos principales.
Muchos son los niños que crecieron con el sueño de convertirse en un jugador de fútbol profesional pero muy pocos son los que llegan a serlo y debieron conformarse con jugar partidos con amigos. Para ellos, desde hace varios años en Olavarría se ha generado una gran comunidad de equipos amateur de fútbol reducido, que según Alexis Oliva, organizador del torneo de Diez Olavarría, “muchos lo viven como si fueran profesionales”.
Crear el escudo, pensar los colores, diseñar la camiseta, conseguir a más de una docena de jugadores y sponsors es todo lo que se necesita para “fundar” un club que compita en las torneos de Olavarría frente a los otros equipos por los premios que se ofrecen y es una iniciativa que cada vez reúne a más jugadores entusiastas.
Oliva está al frente de Diez Olavarría, que organiza torneos de fútbol reducido en modalidad Fútbol 7 y Fútbol 6 en dos complejos de la Ciudad y actualmente cuenta con 44 equipos divididos en tres categorías (“B”, “Intermedia” y “A”) en el fútbol 7 y 14 conjuntos en la segunda, y que edición tras edición deben aumentar cupos debido a la alta demanda.
“Arranqué hace seis años con un compañero, los dos jugamos al fútbol, nos gusta y así se dió. Primero con unos pocos equipos y sin mucha idea, pero con el pasar del tiempo fuimos y seguimos aprendiendo, los jugadores nos acompañan y cada vez son más los que quieren ser parte de esto”, explicó Oliva acerca de los primeros torneos que se realizaron.
Sobre la aceptación y el crecimiento a través de los años, detalló que “hay muchos organizadores acá en la Ciudad y todos trabajamos un montón cada uno en sus proyectos, pero lo que por ahí nos diferencia actualmente es dar los cupos para los regionales y nacionales que se juegan en Tandil y otras ciudades. Además, hay otros factores como la organización, días y lugares donde se juega. Nosotros consideramos que estamos en las mejores instalaciones de Olavarría”.
Con 58 equipos solo en los torneos de “Diez” y un promedio de 13 jugadores por cada uno, son un total de casi 800 jugadores que se movilizan por fín de semana, sin tener en cuenta los demás organizadores, representando un número importante de jóvenes y adultos que se movilizan para los partidos, y con ellos, la hinchada.
“Es una satisfacción muy grande haber llegado a esto, uno siempre tiene la esperanza de que le vaya bien. Es gracias a todos los que trabajan conmigo, los predios, los árbitros y los jugadores que se comportan bien y disfrutan de esto”, expresó Oliva.
Para los actos de indisciplina, las sanciones pueden ser severas y van de unos cuantos partidos a la expulsión de forma permanente.
En ese sentido, resaltó la gran comunidad que se ha generado con el tiempo: “Ese plus de que los equipos puedan viajar a otras ciudades a representar a Olavarría en nacionales y regionales los hace sentir como profesionales, les encanta viajar y jugar. La pasan bien y eso hizo que haya una comunidad en el fútbol reducido donde la mayoría se llevan bien y además de competir son amigos”.
“En septiembre vamos a tener un regional de Fútbol 7 organizado por Copa Nacional de Campeones donde van a participar equipos olavarrienses, de Capital Federal, Buenos Aires y otras ciudades. Conseguimos hacer uno por año acá para los chicos que por ahí por trabajo o estudios no pueden viajar, que tengan la oportunidad de jugarlo”, contó Oliva.
Acerca del nivel de los conjuntos locales, sostuvo que “hay un gran nivel que se demuestra en cada torneo que se juega acá y en otro lado, donde en más de una oportunidad se han traído copas”.
Muchas veces el deseo de jugar al fútbol en un club se ve truncado por otras responsabilidades como los estudios o el trabajo, pasa a un segundo plano y se juega cuando se puede. Por eso, estos torneos amateur son la salida que muchas personas han encontrado para volver a competir.
Diego Macaione es uno de ellos, el joven con pasado en clubes como San Martín de Sierras Bayas actualmente juega en varios torneos de fútbol reducido debido a una lesión que sufrió, además de que comenzó a estudiar el Profesorado de Educación Física.
“Empecé a jugar hace tres o cuatro años poco a poco me fuí metiendo más y te das cuenta que aunque sean torneos amateurs está lleno de cracks que sin ningún problema podrían estar jugando en un club de primera de acá”, enfatizó Macaione sobre el nivel de este tipo de competencias.
“Armamos un equipo, “Cocos Locos”, con amigos y nos pusimos a competir en distintos torneos, ahora está en la A de Diez Olavarría, que considero es el más importante y también jugué en varios otros en estos años, pero ellos son el más importante para mí”, expresó.
Justamente con “Cocos Locos” compitieron el febrero de este año en la Copa Nacional de Campeones en Tandil, en la categoría Fair Play, representando a Olavarría donde obtuvieron la copa de plata.
“Fue una locura porque era la primera vez que viajabamos y fuimos con la ilusión de traer algo y vivir esa experiencia, donde nos cruzamos con equipos de todas partes y todos tenían un gran nivel. Es un fin de semana en el que por la organización del torneo sentís que estás jugando profesionalmente, es muy loco todo y lo recordamos cada vez que nos juntamos”, comentó sobre su vivencia en la ciudad de Tandil donde obtuvieron una copa.
Sobre el crecimiento de la comunidad y el movimiento de esta competencia en Olavarría, Macaione recordó que “al principio éramos muy pocos equipos y ganaban siempre los mismos” pero que actualmente “hay muy buenos jugadores en todos lados y cada vez más competitivos”.
En la misma línea, contó que hace pocos días “estaba mirando un partido y había unos chicos de entre 16 y 19 años que hablaban entre ellos y decían que tenían unas ganas bárbaras de armar un equipo y jugar y eso vale un montón porque se acercan al deporte, hacen ejercicio y la comunidad cada vez se hace más grande”.
Juan Cruz Huertas también es un asistente habitual en las canchas de césped sintético de la Ciudad con su equipo, del que actualmente es el director técnico, “Marcia”.
Según sus palabras, todo nació como un conjunto de amigos del barrio, los cuales se encontraban en Sierras Bayas todo el tiempo para jugar al fútbol en todo momento y en un momento decidieron formalizarlo.
“Casi todos nos conocemos de toda la vida y cuando fuimos viendo toda la movida del fútbol reducido empezamos a participar y poco a poco fuimos logrando cosas y nos establecimos como un gran equipo representativo de Olavarría en estos torneos”, comentó Huertas.
Desde su faceta de jugador y ahora como técnico por circunstancias externas al deporte, explicó que “una de las cosas más importantes que nos ha tocado pasar como equipo es representar a la Ciudad en Tandil contra rivales de todo el país e incluso de otros, eso nos llena de orgullo”.
Con más de 6 años de experiencia en torneos de estas características, resaltó que “ahora cambió 100% porque hay muchísimos equipos y jugadores pero también te encontrás con que para los partidos de instancias decisivas como finales los predios están llenos de gente alentando y es impresionante pensar que se trata de algo amateur”.
Por último, también destacó el espacio de socialización que se genera entre los conjuntos y más aún puertas adentro. “Lo que tenés con tus compañeros, el tercer tiempo, asados, partidos y compartir todo es algo que no se cambia por nada, le da otro condimento que
lo hace más especial”, finalizó.
Luis “Pepo” Ibarra es el creador de la copa “Cosa de Serranos” en Tandil, torneo de fútbol amateur que tiene más de una década y que con el pasar del tiempo creció de forma exponencial.
“A los campeones se les daba indumentaria, ropa, asados y sentimos la necesidad de hacer algo distinto. Nos pareció una gran idea cruzar a los ganadores con pares de otras ciudades como Rauch y Ayacucho, y poco a poco empezamos a invitar a otras delegaciones y gustó”, recordó Ibarra sobre el inicio de “Copa Nacional de Campeones”, la competencia que reúne a los mejores equipos de diez provincias de Argentina durante un fin de semana.
Agregó que en un primer momento los organizadores de los torneos locales no querían envíar a sus equipos porque “sentían que el premio que daban era suficiente” pero que luego de participar “les pedían que el cupo para la Copa Nacional de Campeones esté siempre y así fuimos creciendo”.
Actualmente el ganador del torneo cruza el Río de La Plata para competir en Montevideo, Uruguay y viceversa, por lo que los equipos amateur ya pueden disfrutar de competencias internacionales. Además, Ibarra adelantó a Verte que está en contacto con organizadores de Brasil para llevar la competencia al país limítrofe.
En cuanto al objetivo, explicó que “siempre fue el mismo, hacerle vivir al jugador amateur la sensación de ser profesional aunque sea por unos días y por los comentarios que recibimos creemos que lo hemos logrado”.
La disciplina es fundamental para Ibarra, tanto es así que reconoció que al principio fue uno de los principales problemas en cancha pero que con el tiempo “puedo asegurar que el futbolista amateur es el que más siente la camiseta y respeta las normas porque siente que es su espacio y lo cuida. Es su hobby”
Por el lado de Olavarría, cada equipo campeón de las categorías de “Diez Olavarría” gana el cupo para representar a la Ciudad en el torneo que reúne a los mejores de Argentina y según Ibarra no pasan desapercibidos.
““Deportivo Estrella” es uno de los equipos que mejor reúne los requisitos que uno quisiera encontrar en un plantel amateur, junto a “Consagrados” y “Marcia” que son los que recuerdo, puedo decir que Olavarría tiene un potencial enorme, con mucho potrero”, afirmó.