14-07-2025
La sanción de la Ley de Emergencia en Discapacidad genera tanto esperanza como incertidumbre. La norma podría ser vetada. La palabra de una profesional y la referente de la organización Familias TDAH.
El reciente tratamiento de la Ley de Emergencia en Discapacidad en el Senado ha generado una fuerte repercusión en la sociedad, especialmente entre las familias y profesionales del sector. La ley, que busca garantizar el acceso a servicios y apoyos para personas con discapacidad, ha sido recibida con una mezcla de esperanza y preocupación.
Maite Salerno, referente de Familias TDAH de Olavarría, señaló: "Si te somos sinceros, fue un día movilizante", subrayando que no fue un día de alegría, sino de angustia.
“No es un día de felicidad tener que tratar una ley de emergencia cuando hablamos de derechos adquiridos que deben ser accesibles para todos”, expresó Salerno, refiriéndose a las personas neurodivergentes o con discapacidades reales.
El testimonio de Maite refleja la carga económica que enfrentan muchas familias. “Mi hijo necesita cinco terapias semanales. Si tuviéramos que pagar cada consulta sin un carnet de discapacidad, estaríamos hablando de cerca de 200 mil pesos por tratamiento semanal”, explicó, destacando que las terapias no solo son los 40 minutos de consulta, sino también el apoyo continuo cuando se presenta una crisis.
Además, mencionó que los costos de medicamentos pueden superar los 100 mil pesos, lo que pone a muchas familias en una situación económica insostenible.
La referente de la organización local expresó su preocupación por la posibilidad de que el presidente de la Nación vete la ley, lo que implicaría un retroceso en los derechos adquiridos. "Esperamos que no se vete esta ley, porque eso significa una pérdida de derechos para las personas más vulnerables. Las familias no podrían afrontar los tratamientos necesarios", concluyó.
Por su parte, Macarena Ribalta, terapista ocupacional de la ciudad, también compartió su visión sobre el impacto de la ley.
“Es un paso que me alegra que suceda”, comentó Macarena, celebrando la sanción de la ley y el respaldo masivo que recibió en el Senado. Sin embargo, destacó que esta ley es solo un primer paso en la necesidad de reformas más profundas. "La ley eleva el piso sobre el que se pueden construir futuras reformas que salden la deuda histórica que tiene nuestro país con las personas con discapacidad", expresó.
Desde su perspectiva profesional, Ribalta señaló que la ley es fundamental para garantizar el derecho a la ocupación y al trabajo digno para las personas con discapacidad.
“La ley de emergencia en discapacidad plantea que las personas con discapacidad puedan tener una pensión no contributiva y que esto no sea incompatible con un trabajo, lo cual es fundamental desde mi perspectiva como Terapista Ocupacional. Se trata del derecho a la ocupación, al trabajo digno, algo que hasta ahora estaba vulnerado. Es importante entender que no se trata de privilegios, se trata de derechos humanos”, destacó la profesional.
Y agregó: “Obviamente, la parte que impacta a los profesionales, que somos prestadores de apoyos y servicios, es fundamental también, y no solo por nuestra situación como trabajadores, sino porque el aumento del valor del nomenclador, equiparando la inflación, y el compromiso a que haya continuidad de pagos y plazos más cortos también opera como una garantía para que las personas continúen teniendo acceso a los servicios y la atención que necesitan”.
“La realidad, hasta acá, sin esta ley, es que peligra la atención, porque nos estamos fundiendo, los profesionales y las instituciones”, enfatizó.
Respecto a la perspectiva de derechos, Macarena resaltó: “Lamentablemente, nuestro presidente ya anunció que vetará esta ley, junto con el aumento de las jubilaciones y el retorno de las moratorias, promete mantener el equilibrio fiscal a como dé lugar. Y esto incluye negar estos derechos básicos a la población más vulnerable”.
Para cerrar, la terapista remarcó: “Me parece que como sociedad tenemos que sensibilizarnos y dejar de ser indiferentes a estos atropellos, retomar los acuerdos básicos que como pueblo hemos establecido y defender lo conquistado”.