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Policiales Seis casos de presuntos suicidios en comisarías, desde 2005 hasta ahora

04-08-2025

Seis casos de presuntos suicidios en comisarías, desde 2005 hasta ahora

Al reciente fallecimiento de Tamame se suman cinco decesos en contextos de encierro que también tuvieron como escenarios dependencias policiales de localidades del Departamento Judicial Azul.

 

“Los 'suicidios' en comisarías son informados como hechos recurrentes", se menciona desde la Comisión Provincial por la Memoria en una reciente publicación, a propósito del caso sucedido en la Seccional Primera de Olavarría el pasado 23 de julio: la muerte de Gonzalo Ezequiel Tamame, quien en las primeras horas de aquel día, tras haber sido aprehendido por un hecho de violencia de género, fue hallado sin vida dentro de un calabozo.


La CPM inició en el año 2012 -se señala también desde ese organismo- un "registro riguroso de muertes en dependencias policiales bonaerenses".


Ese relevamiento revela que hasta 2023 "se registraron 89 muertes por ahorcamiento" en seccionales ubicadas en ciudades de la provincia de Buenos Aires.


También se indica que el ahorcamiento "es la causa que más muertes produce". Y se aclara: "Vale insistir que todas estas muertes se producen bajo custodia y cuidados del Estado, y es indudable la responsabilidad de los funcionarios públicos, ya sea por haberlas provocado, por no evitarlas o por faltar al deber de cuidado".


En las últimas dos décadas, sumando el caso más reciente sucedido en Olavarría días atrás, al menos se contabilizaron un total de seis muertes en seccionales policiales de ciudades que forman parte del Departamento Judicial cuya cabecera es Azul.


En enero pasado, por ejemplo, se cumplieron dos décadas del fallecimiento de Rolando Ariel Sotes, un azuleño que estando detenido en la Seccional Segunda de Tandil -según pudo determinarse hasta que la causa iniciada por lo ocurrido se archivó- se suicidó.


Pero la investigación penal llevada adelante por su muerte sirvió para condenar al funcionario policial que estaba a cargo de la dependencia donde el joven permanecía privado de su libertad: según se probó en un juicio, Sotes había sido víctima de abuso por parte de un comisario dos días antes a que lo hallaran muerto en una celda de castigo, luego de que -así lo indicaba la versión oficial, en la que nunca sus familiares creyeron- se ahorcó con un pantalón.


Más recientes son las demás muertes de personas en contextos de encierros sucedidas en seccionales policiales de Azul y la zona.


Ahí aparecen los casos de Juan María Pouyannes, quien en febrero de 2020 se ahorcó en una celda de la comisaría primera local a poco de haber sido detenido para comenzar a cumplir una condena, y de Daiana Soledad Abregú, quien -según lo investigado- también se quitó la vida.


Su deceso data del 5 de junio de 2022, mientras permanecía aprehendida en la Estación de Policía Comunal de Laprida.


Por la muerte de esa joven hubo varios policías detenidos en un principio, sospechados de haber participado en su supuesto asesinato. Pero años más tarde, todos ellos terminaron siendo sobreseídos.


Aquello sucedió al mismo tiempo que la investigación por el fallecimiento de Abregú derivaba en que se iniciara otra causa que ya está elevada a juicio.


Ese futuro proceso servirá para determinar si una agente incumplió o no, en su calidad de funcionaria a cargo de la custodia de la joven, algún deber de cuidado mientras ella permanecía privada de su libertad en la Comunal de Laprida.


En otra Estación de Policía Comunal, la que está en General La Madrid, a poco de haber sido detenido para comenzar a cumplir una condena por un caso de abuso sexual también -tras un presunto suicidio- se constató la muerte de un hombre que tenía 63 años. Se llamaba Juan Pedro Martínez y su deceso se produjo el 26 de marzo de 2023.


En tanto, el 15 de octubre de 2024, mientras estaba detenido por el femicidio de su pareja ocurrido días antes, se había ahorcado en la Seccional Primera de Tandil un hombre que tenía 42 años: Mariano Wanderkauven.


Para aquel entonces ese varón figuraba como protagonista de varias situaciones de violencia de género en perjuicio de la víctima, a la cual -de acuerdo con lo que pudo determinarse- asesinó cuando ambos se encontraban en un hotel de la vecina ciudad serrana.

 

El dato

A excepción de las causas vinculadas con Rolando Sotes, que instruyó desde Tandil el fiscal Gustavo Morey, todos los sumarios penales iniciados por las demás muertes en seccionales policiales de Azul y la región se tramitaron, y algunos de ellos siguen sustanciándose, desde la UFIE que en esta ciudad está a cargo del fiscal José Ignacio Calonje.

 

Por Fabián Sotes

Nota completa en el Diario El Tiempo de Azul

 

 


 

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