23-08-2025

“Gracias a la solidaridad hoy puedo contar mi historia”

Martina, la joven que sufrió tres paros cardíacos tras dar a luz, agradeció el apoyo recibido durante su recuperación. Fue operada y hoy, ya restablecida, expresó su gratitud con una emotiva carta.

Martina atravesó una situación límite luego de dar a luz: en una misma noche sufrió tres paros cardíacos que obligaron a una intervención de urgencia en el Hospital “Dr. Héctor Cura” de Olavarría. Días más tarde, fue derivada a la Clínica Favaloro en Buenos Aires, donde le colocaron un desfibrilador subcutáneo.

El panorama era complejo no solo en lo médico, sino también en lo económico. Su pareja, Braian, había perdido recientemente su trabajo como parte de los despidos en los peajes de Corredores Viales. Ante esa realidad, la comunidad de Hinojo, Olavarría y el club Estudiantes se movilizaron para acompañar a la familia.

Hoy, tras más de cuatro meses de recuperación, Martina quiso dar su testimonio y agradecer públicamente a todos los que estuvieron presentes en esos momentos difíciles:

“Después de unos cuatro meses largos de recuperación quiero poder agradecer a todas las personas que me ayudaron en esta batalla” expresó en el inicio de la carta

El eterno agradecimiento a todos aquellos que pusieron su granito de arena: "Fue una locura cómo me ayudó la gente de mi pueblo (Hinojo), Olavarría y el club de Estudiantes. Fui operada en el Favaloro donde me colocaron un desfibrilador subcutáneo que hoy en día sigo adaptándome y él a mi cuerpo. Gracias a Dios y a los milagros hoy estoy contando esta historia única que quedará grabada en muchas personas y sobre todo en mí".

Con emoción destacó el trabajo de los profesionales: “Gracias a todos mis médicos y al hospital de Olavarría que hicieron todo lo posible para hoy estar acá. Muchas gracias a cada persona que colaboró y puso su grano de arena para que hoy pueda estar feliz caminando por la vida”.

Con esas palabras, Martina eligió cerrar una etapa de lucha y comenzar otra, marcada por la gratitud, la esperanza y la certeza de que nunca estuvo sola.