25-08-2025
La votación definirá qué espacios tendrán representación en el Concejo y qué fortaleza tendrá cada uno. Con un ánimo oscilante entre la apatía, el enojo y la esperanza más de 100 mil olavarrienses podrán manifestarse.
En poco más de 10 días los bonaerenses elegiremos representantes para los consejos escolares, concejos deliberantes y la Legislatura. ¿Qué se juega en esta elección? ¿Cómo llega la ciudadanía a esta instancia? ¿Hay interés o la apatía es la norma? ¿O es bronca?
Estos interrogantes atraviesan cualquier análisis que se quiera hacer hoy del proceso electoral que ya está en marcha en la Provincia. Una elección que tiene la particularidad de ser, por primera vez en la historia, de carácter estrictamente provincial.
Los tiempos de los anuncios y actos de gestión pasaron y queda la campaña pura y dura. Sin actos multitudinarios con oradores destacados, Olavarría se encamina a renovar sus representantes en el Concejo Deliberante (salen 4 de Unión por la Patria, 2 de Juntos, 2 del PRO, 1 de LLA y 1 de la UCR) y a aportar su peso significativo en la Séptima Sección para la elección de 3 senadores. De 285.047 electores, 101.087 son olavarrienses, es decir el 35,4%.
El oficialismo llega a esta instancia confiado en retener gran parte de los votos que hicieron intendente a Wesner hace dos años (28.902 votos sobre 76.789, un 41,56%).
La participación trepó esa vez al 76,87%, cosa que difícilmente se repita, ya que las experiencias de elecciones en las distintas provincias viene marcando una tendencia a la baja. Entre un 46 y 65 % de participación es lo que han dado los números en comicios desdoblados de lo nacional.
La alta abstención en los comicios provinciales de distintos distritos confirmó que hay una porción de la ciudadanía que no encuentra en el acto de votar un sentido positivo.
Y aparece entonces el primer gran interrogante: ¿Cuánta gente irá a votar ese domingo? En las últimas elecciones (eran concurrentes con las nacionales y se definía el poder ejecutivo), en 2023, acudió más del 76% del padrón en Olavarría. En el año 2021 había sido de 71,8% y en 2019 de 81,6%.
A esta hora todas las fuerzas políticas parecen haber asumido que la abstención será mucho mayor a las últimas veces pero no se dan por vencidas y toman la bandera de la participación para sus intervenciones en la campaña.
De las 9 listas que se presentaron para competir por lugares en el HCD, solamente tres tienen posibilidades reales de ingresar. Fuerza Patria, La Libertad Avanza y Somos. ¿Iremos hacia una polarización entre las dos primeras o habrá lugar para la tercera vía?
Sobre el total de votos positivos emitidos, la tercera fuerza debería alcanzar un 10 por ciento para asegurarse una banca.
Qué pasará con el voto en blanco. En 2023, ascendió a 8,57% en la categoría local y en 2021, siempre en la misma categoría, fue de 3,97%. Un crecimiento exponencial del desencanto que no deja a ninguna expresión política afuera.
Los números del 2023, con la consagración de Wesner como intendente de Olavarría, dejaron un reparto de bancas tal que fueron 4 para UP, 3 para LLA y 3 para JxC. La novedad de esta elección es la alianza entre LLA y JxC: ¿se pueden sumar linealmente los votos de esas fuerzas? Y si no, ¿hacia dónde fugarán esos ciudadanos que no se sienten representados por esa opción?
Entre aquellos que irán a votar en estas elecciones legislativas, ¿pesará más su valoración del escenario local y provincial o el nacional?
Algunos prefieren plantearlo en otros términos: ¿es el tramo de la boleta local el que definirá la elección?
Nada está firme por estos días: la crisis política que atraviesa el gobierno nacional tampoco permite afirmar que los que llevan la boleta violeta tengan ventajas.
Con esta votación se definirá también la composición de la legislatura provincial. La séptima sección aportará 3 senadores. Las fuerzas en pugna en esta categoría son 14, pero apenas 2 ó 3 tendrían alguna chance de ingresar un representante.
La Libertad Avanza y Fuerza Patria entran en esa discusión. Los senadores que dejan su banca son dos por la Alianza Juntos (Alejandro Celillo y Lorena Mandagarán) y uno por el Frente de Todos (Eduardo Bucca). En 2021, la distribución reflejaba el 51% que se había inclinado por Juntos y el 33% que lo había hecho por el FDT.
La reconfiguración de los espacios políticos hace poco predecible el desenlace esta vez. En ese año, LLA en su forma incipiente había cosechado el 6,7% de los votos y saltó al 28,2% en las legislativas del 2023.
¿Podría repetirse un esquema de 2 y 1 o el radicalismo que se integró en Somos tendría la posibilidad de sumar su representante a la Legislatura?
Para los que se mueven en el mundo de la política, no hay más que preguntas por estas horas y pocas certezas. Una campaña distinta, con muchos videos para redes sociales, pocas declaraciones altisonantes y varios encuentros con la gente “de a pie”, esa que mira de costado todo el movimiento y no se decide si tiene o no algo que ver en todo esto.