27-08-2025
La cardióloga Valentina Tancredi remarcó la importancia de los controles de salud tanto en el deporte de alto rendimiento como en las competencias amateur.
En agosto de 2016, la Fundación Cardiológica Argentina decidió establecer en el marco del mes de su aniversario la Semana de Concientización y Prevención de la Muerte Súbita.
Desde entonces y cada año, del 21 al 27 de agosto, se lleva adelante esta campaña realizando diferentes acciones con el objetivo de darle visibilidad y generar conciencia en la comunidad acerca de la importancia de estar entrenados en maniobras de RCP y manejo de DEA como herramienta imprescindible para la atención temprana de la muerte súbita extrahospitalaria.
¿Qué es la muerte súbita? Se trata de una muerte inesperada que se da en una persona aparentemente sana, y que puede o no haber manifestado algún síntoma dentro de las 24 horas previas al episodio.
En nuestro país se producen alrededor de 40.000 muertes súbitas al año y la mayoría suceden fuera de los hospitales -en el hogar, en el trabajo, en clubes, en los campos de juegos deportivos, en lugares públicos e incluso en la calle- hecho que transforma a la comunidad no médica en la primera encargada de atender un episodio de esta naturaleza.
Argentina es pionera en cardiología. Desde René Favaloro que creó el bypass, hasta Julio Palmaz que inventó el stent, en los últimos 58 años se han salvado millones de vidas en todo el mundo.
En este contexto visitó el estudio de Contacto Valentina Tancredi, médica especialista en cardiología (MP 81916), para echar luz sobre este y otros temas vinculados al cuidado cardiovascular.
La profesional destacó la importancia de los controles específicos desde temprana edad y en aquellos casos de personas que practican deportes. “Hay mucha desinformación en redes, por eso es importante que salgamos a hablar” aseguró.
Tancredi explicó que la causa de la muerte súbita “mayormente es una arritmia, una arritmia mortal, y es importante aclararlo porque hay muchos tipos de arritmias y hay mucha gente que convive con ellas”. Se entiende por arritmia la falta de ritmo cardíaco organizado, lo cual genera una disfunción en el corazón que hace que no pueda bombear la sangre a los órganos.
Consultada por los infartos y sus síntomas, expuso que la gravedad depende de la arteria que se tape y no siempre de la intensidad del síntoma que se manifieste.
“Muchos pacientes vienen con terrible dolor de pecho y quizás el infarto no es tan grande, y otros tienen un terrible infarto y nosotros nos preguntamos cómo no tiene dolor. Depende de la tolerancia al dolor que tiene cada persona. Pasa mucho en las mujeres que somos las que tenemos mayor tolerancia” precisó Valentina.
Los pacientes que están cursando un infarto suelen sentir presión en el pecho “que puede ir desde la mandíbula hasta el ombligo, se puede irradiar al brazo izquierdo y generar una sensación de presión en la garganta”. Mientras que estos síntomas son muy característicos de los hombres, en el caso de las mujeres “lo manifiestan de otra manera, simplemente como un malestar, o se sienten nauseosas o se les baja la presión”.
“Yo siempre digo que el corazón es un órgano noble, que lo único que necesita es actividad física, controles y no mucho más” resumió la cardióloga.
“La clave es movernos y los estudios científicos lo dicen. El cuerpo está hecho para moverse y la pandemia de sedentarismo que teníamos sobre todo en chicos es terrible. Yo le digo a los pacientes que las dietas restrictivas no sirven porque es casi imposible no transgredirlas, pero la clave es contrarrestarlo con actividad física” añadió.
Salud y deporte
Un tema complejo y que genera preocupación en el ámbito médico tiene que ver con el deporte amateur y la falta de chequeos de salud obligatorios.
Un escenario común es el de los llamados “torneos de veteranos” cuyos participantes en algunos casos “se autoperciben sanos”, no se realizan estudios del corazón y, sumado a ello, no siempre acompañan la actividad física con una alimentación adecuada.
“Hay que hacer deporte, pero dentro de un marco de seguridad. Debería ser una exigencia de cada torneo amateur o de veteranos tener un apto físico hecho por un cardiólogo o por un médico afín como puede ser un deportólogo” sostuvo la Dra. Tancredi al respecto.
Es necesario realizarse, como mínimo, un electrocardiograma cada año a partir de los 20 años y sobre todo después de los 35, sumado a estudios complementarios que pueda solicitar el especialista.
Consideró la médica que “el concepto de que el deporte es salud a veces es medio erróneo. No siempre es así porque hay que tener en cuenta las exigencias físicas y lo que demanda ser un deportista de alto rendimiento, ya que puede representar un riesgo a nivel cardiovascular”. Se entiende como deportista de alto rendimiento, aclaró, a aquel que entrena más de 10 horas a la semana y/o participa de alguna competencia o torneo “por más amateur que sea”.
“Esto no quiere decir que hacer deporte sea malo pero sí que requiere controles diferentes a nivel cardiológico que los controles habituales” puntualizó.